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  2. URBANISMO CANARIO    
 
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Los centros turísticos

Canarias es un Archipiélago que basa su economía fundamentalmente en el turismo. La orientación de las Islas hacia esta actividad ha dado lugar a diferentes modelos de implantación sobre el territorio. Por centro turístico se entiende un lugar de ocio y esparcimiento, emplazado normalmente cerca del litoral. Es precisamente el litoral, el cual es considerado como un atractivo natural, el espacio sobre el que va a girar todo el proceso urbano-turístico en el Archipiélago. El desigual grado de urbanismo de los grandes centros turísticos va a depender de las distintas etapas en las que se inicia la actividad y, los diferentes ámbitos espaciales en los que se desarrollan. Atendiendo a la tipología podemos establecer dos formas de asentamiento de la actividad turística sobre el territorio:

  • Núcleos turísticos sobre asentamientos urbanos ya consolidados. En estos casos las nuevas calles y construcciones adaptan su trazado a las antiguas formas de la ciudad, ocupando áreas no urbanas que venían dedicándose tradicionalmente a la agricultura. El nuevo trazado establece relaciones con los servicios y equipamientos del núcleo tradicional. Suelen coincidir con los primeros emplazamientos turísticos del Archipiélago. Son claro ejemplo de ello el Puerto de la Cruz y Las Palmas de Gran Canaria.

  • Núcleos turísticos de nueva planta. Se levantan sobre espacios geográficos no ocupados, desplazando sólo en ocasiones concretas a las explotaciones agrícolas. Son las llamadas urbanizaciones turísticas. En este caso el trazado urbano va a ser nuevo, así como los servicios y los equipamientos. En nuestro Archipiélago son numerosos los ejemplos: Costa del Silencio, Playa de Las Américas, Puerto del Carmen o Maspalomas Costa Canaria.

La actividad turística por la que se rige el Archipiélago desde hace décadas, va a marcar el modelo urbanístico de muchas ciudades orientadas a este fin. (MC)

¿Cuáles son las ciudades pioneras del turismo?

El origen del turismo en Canarias hay que buscarlo en el primer tercio del siglo XIX. Los turistas de esta época eran viajeros europeos, fundamentalmente ingleses, que buscaban en las Islas un clima agradable y paisajes más o menos exóticos. En buena medida, se trataba de un ‘turismo-medicinal’ que veía en las bondades del clima canario un tratamiento para sus enfermedades. Las Palmas de Gran Canaria, en torno a la zona de la Playa de Las Canteras y, especialmente el Puerto de la Cruz, van a ser los núcleos originarios del turismo en el Archipiélago.

Primera ciudad turística: El Puerto de la Cruz

El temprano nacimiento del turismo en la ciudad portuense está en relación directa con la presencia de los ingleses en el Valle de La Orotava desde el siglo XIX. El factor fundamental del desarrollo turístico fue la relación comercial que se tenía con Inglaterra a través del muelle de la ciudad. La necesidad de alojamiento de muchos comerciantes, supuso la aparición de las primeras casas de hospedaje. A ello hay que añadir la fundación de la compañía de Hoteles y Sanatorios del Valle de La Orotava en 1886, que también contribuyó a la puesta en marcha del turismo. Es a partir de esta fecha cuando comienzan a editarse los primeros folletos publicitarios en Londres y París, promocionando el clima y el paisaje de la zona.

La infraestructura turística en el Puerto de la Cruz se instala sobre una base urbana consolidada previamente, con equipamientos y servicios que en un principio se suponían suficientes para satisfacer la demanda turística. Analizando algunas zonas concretas, se puede observar la alternancia de urbanizaciones hoteleras con elementos históricos del casco antiguo, como ocurre en los alrededores de la Plaza del Charco o en la ermita de San Telmo.

Imágenes antiguas cedidas por el Archivo de Fotografía Histórica de Canarias.
FEDAC/CABILDO DE GRAN CANARIA

A partir de la década de los 70 se produce el ‘boom turístico’ en nuestro Archipiélago. La ciudad portuense se ve incapaz de absorber la demanda de los turistas a causa de lo limitado de su territorio (es el municipio más pequeño de España) y a una falta de planificación. La tónica general de esta época fue la construcción de grandes ‘torres de cemento’ a orillas del mismo mar, con lo que la característica que va a definir la morfología de la ciudad va a ser el crecimiento en altura. Esta morfología se alterna con obras arquitectónicas de especial relevancia destinadas al ocio turístico. Es de destacar el complejo de piscinas conocido como Lago Martiánez, y Playa Jardín, ambas obras  ideadas por el artista lanzaroteño César Manrique.

Las Palmas de Gran Canaria

Desde finales del siglo XIX, el ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria también quiso aprovechar la corriente de europeos que se dirigían a pasar sus vacaciones al Archipiélago. Se proyectaron en el litoral de la ciudad diferentes planes urbanísticos. Se trataba de un trazado decimonónico, un plano de retícula cuadrada, con calles perpendiculares y paralelas entre sí.

La fisonomía de la zona de la Playa de Las Canteras se ha visto modificada radicalmente. De las casas de la burguesía de dos alturas que existían hasta mediados del siglo XX, se ha pasado a grandes edificios destinados al alojamiento turístico. (FEDAC)

En torno a la zona de la Playa de Las Canteras, las familias acomodadas de la época fueron estableciendo sus residencias vacacionales, ya que consideraban los baños en el mar como una fuente de salud. A ello hay que sumarle, al igual que ocurrió en el Puerto de la Cruz, la actividad económica en torno a su puerto que atrajo a comerciantes ingleses que se alojaban por varios días en la ciudad. Un ejemplo del papel que desempeño la colonia inglesa que se estableció en la ciudad fue la construcción en 1894 de Hotel Metropol. Este hotel venía a unirse al símbolo turístico por excelencia de la capital gran canaria, el Hotel Santa Catalina (1890).

En la actualidad, y motivado por la escasez de terreno para construir grandes infraestructuras hoteleras, la zona turística de la ciudad se caracteriza por los edificios desproporcionados en altura. Estos edificios han ido desplazando poco a poco a la típica vivienda de una o dos plantas del entorno de la Playa de Las Canteras.

Los núcleos de nueva planta: Las urbanizaciones turísticas

El Archipiélago canario, con la excepción de la isla de El Hierro, se vio afectado por la fiebre de planes urbanísticos impulsados por la Ley del Suelo de 1956. Estos planes estaban orientados a la ordenación de los núcleos históricos de las ciudades y, al trazado de nuevos centros urbanos dirigidos al turista. Pero, la especulación urbanística que se genera en torno a los nuevos espacios destinados al turismo, fue muy por delante de las ordenanzas públicas,  por lo que se hizo necesaria una Ley de Centros y Zonas de Interés Turístico Nacional en 1963.

Los factores decisivos para el desarrollo de nuevas urbanizaciones turística son la disponibilidad de suelo barato, normalmente eriales, y la inversión de capital extranjero. (DM)  

Las nuevas urbanizaciones turísticas se van a levantar sobre espacios que no tienen ninguna base urbana previa. Dos van a ser los factores decisivos para su construcción. Por un lado, la disponibilidad de suelo barato y, por otro, una inversión de capital de cierta consideración. En muchas ocasiones van a surgir como manchas de aceite sobre el territorio, con escasa conexión con los núcleos de sus alrededores. En este grupo se encuentran núcleos como Puerto del Carmen en Lanzarote, Playa de Las Américas y Costa del Silencio en Tenerife o, Maspalomas Costa Canaria en la isla de Gran Canaria.

Maspalomas Costa Canaria

La iniciativa de esta urbanización data de 1961. El Conde de la Vega Grande, que era el propietario de la mayoría de los terrenos de esta franja litoral del sur de Gran Canaria, convocó un concurso internacional para urbanizar esta zona, con el nombre de Maspalomas Costa Canaria.

Las urbanizaciones que se proyectan en un primer momento, de mano de un grupo de urbanistas franceses, son de escasas dimensiones (San Agustín, el Oasis, Morro Besudo y la primera fase de Playa del Inglés). Posteriormente, en 1969, con la llegada de capital alemán la fisonomía va a cambiar radicalmente. Se plantean grandes urbanizaciones, caracterizadas por edificios de considerable altura. Se produce de esta forma la ampliación y consolidación de lo que a día de hoy es el centro neurálgico del turismo del sur de la isla, Playa del Inglés.
           
Costa del Silencio

Se sitúa en el municipio tinerfeño de Arona. Su construcción, a partir de 1963, está asociada a la particular propiedad de la tierra del sur de Tenerife y a la inversión de capital extranjero. Las grandes fincas, cercanas al litoral, estaban en manos de unos pocos propietarios, lo que facilitó inicialmente los proyectos turísticos extensivos.

Fue concebida como una ciudad de vacaciones, un espacio turístico-residencial con hoteles, apartamentos y chalets unifamiliares, junto a grandes zonas verdes. La idea inicial fue sufriendo una paulatina modificación en cuanto a la volumetría de los edificios, para sacar mayor rentabilidad al suelo. En la actualidad, gran parte de sus complejos sufren una paulatina degradación. Su infraestructura se ha quedado en muchos casos obsoleta frente a la competencia de otros núcleos turísticos del sur tinerfeño.

Playa de Las Américas

Aunque la zona ya era visitada por turistas fundamentalmente escandinavos, en busca de un clima benigno que les ayudará en sus enfermedades, no fue hasta 1966 cuando surgen las primeras iniciativas urbanísticas destinadas al turismo. Los ayuntamientos de Adeje y Arona, acuerdan conjuntamente establecer la demarcación de una urbanización turística en el litoral, junto al núcleo pesquero de Los Cristianos.

Se pretendía hacer una auténtica ciudad turística, pero la carencia de parcelas imprescindible para ello y la especulación de suelo, hicieron que la idea quedará en una urbanización más de las que posee el Archipiélago. En su vertiginoso desarrollo turístico a partir de la década de los setenta ha tenido mucho que ver la construcción de la autopista y del aeropuerto Reina Sofía.

En el continuo urbano que forman Los Cristianos y Playa de Las Américas se entremezclan edificios de gran altura destinados a apartamentos, con hoteles y urbanizaciones de una o dos plantas. En la actualidad, los nuevos complejos que se instalan en esta zona del litoral buscan una mayor integración en el paisaje, ofertando un turismo de calidad, en el que priman los espacios verdes (jardines, paseos marítimos, campos de golf, etc).

Puerto del Carmen

El desarrollo turístico en Lanzarote comenzó con retraso respecto a las islas capitalinas debido a la falta de infraestructura capaz de acoger a los viajeros. La promoción turística se inicio a través de la construcción del Hotel Fariones en 1967. Tras el hotel, surgen a su alrededor, en modo de mancha de aceite, numerosos edificios destinados a apartamentos.

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