El Este insular forma parte de la llamada Neocanaria, zona de la Isla rejuvenecida por el vulcanismo reciente. Está recubierta, principalmente, por materiales basálticos del cuaternario, procedentes de los numerosos volcanes circundantes, que aún mantienen en buen estado sus estructuras, aunque también hay zonas más antiguas que no han sido afectadas. La emisión de estos materiales ayudó a que se suavizara el relieve preexistente, quedando como resultado una superficie llana ligeramente inclinada hacia el mar. Posteriormente, estos materiales han sido erosionados por la escorrentía superficial. En su discurrir, el agua ha ido excavando en la roca y ha creado una densa red de barrancos que se distribuyen por toda la comarca.

En líneas generales, se pueden identificar tres grandes unidades estructurales: una zona litoral, una plataforma costera y el interior.

La franja litoral presenta una costa baja donde se alternan pequeñas playas con salientes y cantiles rocosos, que demuestran la juventud de sus materiales. La línea de costa se ha ido rodando para ganar terreno al mar. Además, no es muy abrupta, ya que no ha existido el tiempo suficiente para que se erosione por la acción marina.

En la zona costera alternan cantiles rocosos con pequeñas playas. Litoral de Arinaga. (MC)

La plataforma costera abarca desde la franja litoral hasta aproximadamente los 300 m de altitud. Es una superficie compuesta por lavas recientes, ligeramente inclinada hacia el mar y salpicada de varios volcanes, focos emisores de estos materiales. Está atravesada por multitud de barrancos que, por su acción, han ido aportando materiales aluviales a la zona costera, creando una de las llanuras sedimentarias más importantes de la Isla: Juan Grande-Vecindario.

El interior de la comarca es una unidad de mayor diversidad paisajística y contrastes que las anteriores. Destaca una rampa lávica que abarca desde la cumbre hasta la plataforma costera, con pendientes muy acusadas en su parte más alta, y más moderadas en las medianías. Está atravesada por importantes barrancos, como el de Guayadeque, de importantes paredones, y que separa las rampas de Ingenio y Agüimes. Además, en su cabecera se encuentra una de las calderas de origen explosivo más importantes de Gran Canaria, la caldera de Los Marteles.

	Zona de volcanes en el margen de Barranco Seco. (MC)

También es relevante dentro de esta zona interior, la cuenca de Telde. Es la mejor jerarquizada de este sector insular, y está interrumpida en algunos tramos de su recorrido por algunos volcanes, como por ejemplo, la montaña de Las Palmas. Comienza en las cumbres con la caldera de Tenteniguada (en Valsequillo), y continúa descendiendo hasta la costa con barrancos estrechos, cuyos cauces han sido rellenados parcialmente por materiales lávicos recientes.

En su parte más meridional, dejan de ser protagonistas los materiales recientes, para dejar paso a un relieve antiguo, característico de este sector del interior de la comarca. Sobresale el roque Aguayro y la montaña de Agüimes, formados por materiales procedentes de las primeras fases eruptivas de la Isla.