Una parte importante de los municipios que conforman esta comarca formaban parte del Guanartemato de Gáldar, cuyo último Guanarteme fue Tenesor Semidán, que se convirtió al cristianismo con el nombre de Fernando Guanarteme. La impronta aborigen en la comarca es todavía hoy visible, localizándose ricos yacimientos arqueológicos. Destaca la gran necrópolis del malpaís de Agaete, con más de un millar de túmulos, y cuyo trazado reproduce las formas características de las áreas de malpaís. El segundo enclave arqueológico se encuentra en el Valle y Roque de Guayedra, donde se han aislado los distintos modelos de ocupación del territorio: hábitat en viviendas de superficie y en cuevas naturales, así como cuevas funerarias y enterramientos tumulares. Y en tercer lugar destacar la cueva pintada de Gáldar (hoy Museo y Parque Arqueológico), una cueva artificial excavada en la toba volcánica y cuyas paredes aparecen decoradas con frisos de motivos geométricos, que constituye el ejemplo más genuino de las representaciones artísticas de la cultura aborigen de Gran Canaria.
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En la comarca existen numerosos yacimientos aborígenes. (TB) |
Las actividades llevadas a cabo tras la Conquista por los nuevos colonizadores transforman los paisajes de este sector radicalmente: roturaciones, deforestación, implantación de nuevos cultivos, desvío de caudales de agua para el desarrollo azucarero, etc., son algunas de las actividades que cabría destacar. Quizás, el acontecimiento señero que muestra las transformaciones sufridas en esta comarca es la práctica desaparición de la Selva de Doramas. En la actualidad, sólo podemos observar los restos de lo que debió ser una de las mejores manifestaciones de laurisilva del Archipiélago, en una parte de lo que hoy es el Parque Natural de Doramas.
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