Durante la época aborigen, el poblamiento en estas zonas de la Isla fue importante, sobre todo, en las zonas cercanas a los cauces de los barrancos, ya que eso facilitaba el acceso al agua y las tierras eran más fértiles. En el municipio de San Bartolomé de Tirajana existen multitud de yacimientos que revelan el poblamiento intenso de esa época. Hay datos de un yacimiento arqueológico en la zona de las dunas, pero que habrá quedado sepultado por el continuo avance de las arenas. La carta arqueológica del municipio divide de manera general la ubicación de estos yacimientos en grupos. Por ejemplo, en la cuenca de Arguineguín, encontramos el yacimiento de El Pajar, en el que incluso se han encontrado tres momias, la Cueva de Las Magarzas, que se supone que fue un lugar de enterramiento, la estación rupestre de la carretera de El Tablero, en la que se ven los grabados de Chira.
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Los yacimientos arqueológicos se extienden por toda la geografía comarcal. (MC) |
En San Bartolomé de Tirajana es importante el hecho de que la gran mayoría del suelo perteneciera a un solo propietario, el Conde de La Vega Grande, que poseía una de las mayores extensiones de terrenos de la Isla. Estos terrenos fueron adquiridos tras la desamortización de Mendizábal. Esta distribución de la propiedad en el pasado es la que marcó la evolución de la economía del municipio, que durante mucho tiempo estuvo centrada en el monocultivo del tomate y que hoy en día se basa en el turismo de masas.
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