Se trata de una comarca caracterizada por una accidentada orografía con abruptas formas de relieve, fruto de la alternancia de procesos eruptivos y erosivos de intensidad variable. Este sector de la Isla está atravesado, con dirección NO-SE, por el que se supone el eje estructural de la formación reciente de la Isla hacia el NE.
Diferentes formas de relieve destacan en la comarca: la cúpula central de la Isla, donde se sitúa el conjunto de picos más altos de Gran Canaria (Las Nieves, Los Pechos, Roque Saucillo); los macizos antiguos de Tamadaba-Altavista e Inagua-Pajonales; la caldera de Los Marteles en Valsequillo y la de Tejeda en el municipio del mismo nombre. Esta Comarca Central es, además, la cabecera de los principales barrancos de la Isla, profundos y abruptos como la parte alta y media del Barranco de Tejeda-La Aldea, Guiniguada, Arguineguín y Tirajana; sectores de los megaescarpes y acantilados como el del Andén Verde, en la costa de Artenara.
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Caldera de Tejeda. (TB) |
Quizás uno de los aspectos más destacados del relieve de esta comarca sea la depresión de la Caldera de Tejeda, una impresionante forma erosiva que describe un amplio arco desde Artenara hasta las estribaciones del Roque Nublo. La intensa actividad erosiva y de drenaje ha dado pie a la formación de una importante red hidrográfica. Esta Red se asienta sobre una áspera topografía de profundos barrancos, que presentan cabeceras escarpadas con paredones casi verticales debido a la erosión remontante. Son numerosos los barranquillos y torrenteras secundarias que salvan importantes saltos de pendiente y drenan toda la comarca. Los interfluvios de esta Red aparecen bastante recortados debido a los intensos procesos erosivos, dando lugar a imponentes crestas, afilados ‘cuchillos’, mesas y roques. Existe en la comarca otra gran caldera, la de Los Marteles, situada en el límite entre los municipios de Valsequillo, Telde e Ingenio, a unos 1.500 m, muy cerca de la cabecera del barranco de Guayadeque.
Además de la existencia de estas calderas y de la red hidrográfica, hay que dar cuenta de los sectores de macizos antiguos que es posible observar en la comarca. Se trata, fundamentalmente, de los relieves culminantes del primer ciclo eruptivo, de naturaleza sálica, que han sido tremendamente desmontados por la erosión. Los autores señalan que los macizos de la comarca, el de Tamadaba-Altavista y Pajonales-Inagua, estuvieron unidos durante el primer ciclo eruptivo pero, como consecuencia de la abertura del Cañón del Barranco de Tejeda-La Aldea, éstos se separaron.
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Vistas generales del Macizo antiguo de Pajonales-Inagua. (TB) |
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