Ésta es una de las comarcas de la Isla en la que la presión humana sobre el medio es mayor. De los tres municipios que la forman, Las Palmas es el que está más desnaturalizado por el incremento poblacional y el exceso de edificaciones. Santa Brígida y Teror, a pesar de que también han cambiado muchísimo en no muchos años, se ven favorecidos por un ambiente aún rural, y por su emplazamiento a favor de la humedad del alisio, que hacen más fácil la conservación del medio natural.

Aún así, en la comarca destacan algunos espacios que están protegidos por sus importantes valores naturales y patrimoniales, que se han salvaguardado por ley para que no desaparezcan, integrándolos en la Red Canaria de Espacios Naturales Protegidos.

Uno de ellos es el Monumento Natural de Bandama. Es el mayor de los volcanes recientes de Gran Canaria y constituye una buena muestra de procesos volcánicos singulares, tanto por la dinámica de construcción como por las formas resultantes. La mayor parte del monumento está dentro de esta comarca, y sólo una pequeña zona forma parte de la comarca este. Abundan coleópteros endémicos de la Isla dentro de la caldera, y además hay que añadir, culturalmente, la existencia en la misma de grabados realizados por aborígenes canarios.

Dentro de otra categoría de protección encontramos el Paisaje Protegido de la Isleta. Se trata de una zona muy peculiar y un hito referencial de la capital grancanaria, unida al conjunto insular por un tómbolo arenoso. Es un territorio volcánico de gran interés científico donde la vegetación es escasa, auque predominan cardones y toldas, que se distribuyen de forma desigual. La fauna está compuesta, principalmente, por especies de aves que anidan en los acantilados costeros. Existe un componente cultural, ya que la Isleta fue una de las principales necrópolis aborígenes con túmulos de Gran Canaria.

El Paisaje Protegido de Pino Santo es un espacio de carácter rural y belleza paisajística, que mezcla naturaleza, zonas tradicionales cultivadas y sectores habitados de interés cultural. Atravesado por importantes barrancos como el de Acebuchal y Guiniguada, está formando por parte de todos los municipios que integran esta comarca, además de una pequeña zona de la comarca central. Predominan, fundamentalmente, acebuches, lentiscos y tabaibas.

El Paisaje Protegido de Tafira es una zona rural de interés cultural en el que se alternan viviendas y áreas de cultivo tradicional. Sobresale la alineación de conos volcánicos con dirección noroeste-sureste de Tafira-Bandama-Jinámar. Vegetalmente destacan palmeras, dragos, lentiscos, almácigos y vinagreras, entre otras.

También hay una pequeña zona litoral cubierta por materiales del complejo sedimentario de Las Palmas, el Sitio de Interés Científico de Jinámar. Este espacio constituye la única localidad conocida de un endemismo muy amenazado, la hierbamuda (Lotus kunkelii), también conocida como ‘cuernecillo de costa’ o ‘mataparda’. También existen restos subfósiles marinos de una antigua playa levantada, lo que acrecienta su interés científico.