En el municipio de Las Palmas de Gran Canaria, la actividad económica dominante está regida por el sector servicios. La agricultura es, cada vez más, una actividad residual, relegada a determinadas zonas de las afueras, como Tafira alta o baja. La terciarización de la economía ha hecho que la mayor parte del territorio del municipio haya sido utilizado para la urbanización, bien para residencia o para industrias y otras actividades económicas, por lo que se ha ido reduciendo la superficie apta para cultivos.

En la evolución económica de la ciudad, tiene un papel decisivo el Puerto de La Luz, ya que al ser uno de los más importantes a nivel mundial en cuanto al tráfico de mercancías, ha necesitado de ciertas infraestructuras y actividades asociadas. Muchas empresas se han asentado en la ciudad por la existencia del puerto, alrededor de él se crearon muchos puestos de trabajo, etc., y todo esto propició el crecimiento de la ciudad. A su vez, esto trae asociada una actividad comercial, que va creciendo a medida que va en aumento la población y la actividad económica; las principales zonas comerciales son la Av. José Mesa y López y la Zona Comercial de Triana. En los últimos diez años se ha desarrollado con gran éxito la tipología de los grandes centros comerciales; El C.C. Las Arenas o el C.C. El Muelle son algunos ejemplos.

La Ciudad de Las Palmas cuenta con una intensa actividad comercial. (TB)

También se ubica en la zona cercana al Puerto de La Luz una amplia zona industrial, en la que se desarrolla una importante actividad, no sólo industrial sino de almacenaje, lo que también influye positivamente en el desarrollo de la economía de la capital.

Por otro lado, en la década de los sesenta aparece la actividad turística. Paralela al desarrollo turístico de la zona sur de la isla, en la capital se va dando más lentamente y en menor volumen. Esta actividad turística se ha ido especializando y en la actualidad está bastante orientada a los congresos y otras tipologías de alta calidad. En esto han ayudado infraestructuras como el auditorio Alfredo Kraus e Infecar.

El municipio además cuenta con la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, que aporta mucho más dinamismo y que genera numerosos puestos de trabajo en el sector servicios. Atrae a numerosos estudiantes, tanto de otras islas como del extranjero.

El Puerto de La Luz ha sido pieza clave en el desarrollo económico de la ciudad de Las Palmas. (TB)

Sataute, como llamaban los aborígenes canarios a Santa Brígida, era rico en tierras y agua, además de cercano a la capital. Tras la Conquista se produce una rápida deforestación para obtener tierras privadas y cultivos. Tuvo una importante producción vitícola, con bodegas y lagares que irían adquiriendo relevancia en la economía de la zona.

A pesar de la hegemonía de la viña, se plantaron otros cultivos importantes como cereales o caña de azúcar, producto que en el siglo XVI ocupó gran parte de los campos de cultivo de la Isla, generando importantes beneficios con su exportación a los mercados de América y del norte de Europa.

Este lugar se convierte así, en una de las zonas más atrayentes e importantes de Gran Canaria. Por sus condiciones climáticas y capacidad productiva de la tierra, se produce en el siglo XVII un importante aumento de la población, manteniéndose esta tendencia durante los siglos posteriores.

En la actualidad, Santa Brígida mezcla un pasado agrícola y señorial, con un presente residencial. Es el territorio preferido por aquéllos que aspiran a vivir en suntuosas casas y viviendas alejadas de la actividad de la capital. La economía agraria ha pasado a un segundo plano, y las actividades comerciales, el turismo y el desarrollo de estas urbanizaciones han propiciado este giro en la economía del municipio.

A pesar de la presión urbanística la viña sigue ocupando importantes extensiones de terreno en Santa Brígida. (TB)

Teror se convirtió en un importante centro de peregrinación a fines del siglo XVI y durante el XVII. Desarrolla, tras la Conquista, una economía basada principalmente en la agricultura y ganadería, que a pesar de no tener grandes explotaciones, han tendido mucha importancia en el desarrollo del municipio en los siglos XVI, XVII y XVIII.

A partir del siglo XVIII, se produce un impulso fundamental en su economía como resultado de la introducción de nuevos cultivos como la papa o el millo. También destacaron otros cultivos como legumbres, hortalizas y frutales.

Esta situación de prosperidad económica trae consigo el aumento demográfico, que favoreció la creación de un mercado y redundó en un aumento de la economía del lugar. El esplendor económico de la época tiene su reflejo en la arquitectura, puesto que desde el siglo XVIII se empieza a construir la mayor parte de los edificios emblemáticos de Teror.

Actualmente, Teror es un municipio que está en expansión, y eso es debido a su cercanía con la capital de Las Palmas de Gran Canaria. Posee un gran dinamismo económico: por un lado, mantienen las actividades del sector agrícola destinado a la producción de productos para abastecer al mercado local; por otro, el municipio posee también una interesante industria alimenticia de amplio reconocimiento en la Isla: repostería, embutidos y aguas minerales. Además, sigue siendo el lugar más importante de peregrinación de Gran Canaria, al encontrarse la Virgen del Pino, Patrona de Gran Canaria.