Esta comarca comenzó a gestarse cuando el capitán Juan Rejón desembarcó en 1478 y fundó un campamento militar que denominó el Real de Las Palmas, origen de la ciudad. Posteriormente se desarrolló en este lugar el barrio de Vegueta, casco antiguo de la capital grancanaria, que en el primer cuarto del siglo XVI había alcanzado prácticamente sus límites históricos. También se forjó Triana, que creció siguiendo el modelo sevillano, conformando la parte comercial y artesanal de la ciudad.
Comenzó el desarrollo y evolución de esta comarca tras el primer reparto de tierras, que se realizó en la desembocadura del barranco de Guiniguada a partir de los solares que se adjudicaron a los colaboradores de la Conquista. Se prolongó este reparto hasta el Lugar de la Vega, la Vega de Abajo o Vega de San Antonio, que era, entre otros topónimos, como se conocía a la Villa de Santa Brígida, lugar de buenas tierras y abundante agua. Antiguamente San Mateo estaba unido a Santa Brígida, pero se separó como municipio independiente en 1801.
Teror también se vio afectada por una importante población de acaudaladas familias que participaron en la Conquista. Se convirtió, así, en uno de los núcleos de población más antiguos de Gran Canaria, considerado Villa Mariana al ser centro de peregrinación y sede de la Patrona de Gran Canaria, la Virgen del Pino. Valleseco formaba parte de Teror, pero entre 1842-43 se desgajó de éste.
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Fachada de La Basílica de Teror, donde se encuentra la patrona de la isla. (TB) |
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