La actividad económica principal de la comarca, y la que mayor activos emplea, es toda aquella que se encuentra englobada en el sector terciario. En este sentido, a la función comercial y de servicios, hay que unirle la función administrativa por pertenecer a la comarca la capital insular y provincial, Santa Cruz de Tenerife. La zona cuenta con una amplia gama de centros comerciales, principalmente en los alrededores de la autopista del norte, en su tramo entre las dos ciudades importantes de la comarca. El desarrollo portuario ha sido también pieza fundamental en la economía, ya no sólo de la comarca, sino de toda la Isla. La comarca además cuenta con la Universidad de La Laguna, la cual la dota aun más de un dinamismo que genera numerosos puestos de trabajo en el sector servicios, y que atrae a estudiantes de todo el Archipiélago.

Calle San José, una de las principales zonas comerciales de la capital tienerfeña. (DM)

El sector secundario, al igual que en el resto del Archipiélago, es escaso y relacionado más con actividades constructivas que con las propiamente industriales. En este sector destaca la refinería de petróleo, la cual fue eje fundamental de la economía capitalina, y poco a poco va siendo desmantelada para su traslado a otra parte de la Isla. También destacan industrias eléctricas, químicas, artes gráficas y alimentación. Este tipo de empresas se suelen situar en el cinturón exterior del área metropolitana. Destacan polígonos como el de La Campana, entre el municipio de Santa Cruz y El Rosario, o el de Buenos Aires en Santa Cruz.

En el sector primario, tanto la agricultura como la ganadería, antaño tenían gran relevancia en zonas como la Vega Lagunera, Tegueste y los asentamientos de medianías del municipio de El Rosario. Sin embargo, ahora se reduce casi exclusivamente a una actividad ocio para los fines de semana. De este paulatino abandono de las tareas del campo quedan exentos los núcleo rurales que se hayan dispersos por el macizo de Anaga. En algunas áreas bajas del Parque Rural de Anaga, con importantes depósitos detríticos cultivables, se practica una agricultura de regadío, cultivándose el plátano, algunos frutos tropicales como el aguacate y la vid. El viñedo posee una cierta fama, y ocupa muchas de las tierras que aún no han sido absorbidas por el cemento, principalmente en el municipio de Tegueste. Sus caldos se encuentran enmarcados bajo la denominación de origen Tacoronte-Acentejo.

La vid sigue manteniendo su importancia en municipios como Tegueste. (FLI)

Mención a parte merece el turismo. A falta de grandes playas y espacio para construcciones hoteleras de gran envergadura, la actividad se ha orientado a un turismo cultural y de negocios. La construcción de centros como el Recinto ferial o el Auditorio en Santa Cruz de Tenerife (ambas del célebre arquitecto Francisco Calatrava), genera una importante inyección económica, convirtiéndose en muchos casos, en centro de exposiciones y congresos de ámbito nacional e internacional. En el caso de San Cristóbal de La Laguna su declaración como Bien Cultural Patrimonio de la Humanidad por parte de la UNESCO, la hace centro de interés de un turismo cultural. En la comarca, y donde todavía se conserva un ambiente rural, lejos de los agobios de las grandes ciudades, se han desarrollado una serie de negocios vinculados al turismo rural. Este tipo de empresas están regentadas por empresarios que ven en está actividad un nuevo tipo de negocio, y por trabajadores tradicionales de la tierra, que cambian una agricultura que apenas les da sustento por un tipo de turismo alternativo que está en auge en los últimos años. Esta actividad se está expandiendo por zonas tradicionales como los caseríos del Macizo de Anaga, Tegueste, o las medianías del municipio de El Rosario y La Laguna. En este sentido destaca el Albergue del Parque Rural de Anaga.

Auditorio de Tenerife, uno de los edificios más visitados de la ciudad de Santa Cruz.(DM)