El Valle de Güímar ha sido tradicionalmente la comarca más importante del sur de la Isla desde el punto de vista agrario. Únicamente tras la expansión de los cultivos de regadío en otras zonas meridionales ha perdido este carácter. Las bases económicas actuales se asientan en la importancia que adquiere el sector servicios, en una agricultura comercial que se asienta en el litoral, y el polígono industrial que se extiende por la franja costera de los tres municipios. Se trata de la comarca, junto con la de Teno, que más activos emplea en el sector primario.

El paisaje agrario no presenta grandes diferencias con otros sectores de la Isla. En las zonas medias y altas se sitúan los cultivos de secano, los cuales están experimentando un cierto retroceso, salvo la vid, la papa y los frutales. Sus vinos mantienen una gran importancia y bajo su denominación de origen Valle de Güímar, se agrupan numerosos viticultores. Sus viñedos ocupan más de  1.500 hectáreas y se  extiende en esta comarca desde zonas costeras hasta cotas muy altas, próximas a los 1.500 metros. Los suelos de origen volcánico y el predominio de los vientos alisios marcan el carácter y la personalidad del vino. La concesión de la Denominación de Origen fue otorgada por el Ministerio de Agricultura el 27 de septiembre de 1996.

El plátano es el producto de exportación que goza de mayor relevancia. Se extiende fundamentalmente por el municipio de Güímar, a los pies de la Ladera que lleva su nombre, por el ser el sector más protegido de los vientos. Junto a las extensiones de plataneras, y gracias a la abundancia de recursos hídricos,  también se han desarrollado otros cultivos de exportación, aunque con menor importancia, como el tomate, aguacates, flores y plantas ornamentales. Las dos últimas por sistema de invernaderos, los cuales ocupan grandes extensiones de terreno, convirtiendo a la comarca en una de las primeras de la isla en cultivo bajo plásticos.

La extracción de áridos en el Valle ha supuesto un beneficio económico a corto plazo, pero un impresionante impacto paisajístico a la larga. (DM)

El auge de este tipo de agricultura, unida a los trasvases de agua a otras comarcas de la isla, supuso que se llegarán a perforar 16 pozos. En cuanto a las galerías, las 33 existentes, 16 con agua, suponían nada menos que 83,2 Km. perforados.

Central Eléctrica de Unelco, en el litoral del municipio de Candelaria. (DM)

El sector secundario ha presentado una cierta importancia en décadas anteriores, asociada principalmente a la extracción de áridos. Esta actividad esta siendo abandonada por el gran impacto paisajístico que supone, existiendo iniciativas por parte de la Administración de recuperar estos espacios tan degradados. Cabe destacar en este sector la construcción del polígono industrial, que ha permitido la instalación de numerosas industrias de alimentación, del metal o del papel. Las grandes empresas encuentran aquí terrenos lo suficientemente amplios, y con buena comunicación con los principales polos de desarrollo de la Isla, gracias a la autopista del sur. Las comarca, entre sus infraestructuras, cuenta con la central eléctrica de Caletillas, la cual es la principal suministradora de energía de la isla.

Pero el auténtico motor económico, como ocurre en toda sociedad moderna, es el sector servicios. La Comarca, que se ha convertido en lugar permanente de residencia de muchas personas que tienen su puesto de trabajo en el área metropolitana, está plagada en sus diferentes núcleos de pequeñas y medianas empresas dedicadas al comercio.

El sector turístico no ha se ha desarrollado aquí como en otras partes de la isla. La ausencia de grandes playas que atrajeran a un turismo masivo, se ha suplido con un turismo cultural y religioso, especialmente en la Villa de Candelaria. Esta actividad está vinculada a la Patrona de Canarias, cuya basílica se encuentra en la Villa Mariana, a los pies de la Playa de Los Guanches. Las visitas turísticas y la peregrinación de muchos canarios suponen una inyección económica importantísima a los negocios de la zona.

La comarca cuenta con otros encantos paisajísticos e históricos que están permitiendo una potenciación del turismo rural. Al acondicionamiento de la red de caminos y senderos, hay que unir otros atractivos naturales y etnográficos como pueden ser Las Pirámides de Güímar, el Barranco de Badajoz o Los Molinos de Agua de Arafo o el de Chacaica.   

El polígono industrial supone una importante fuente de generación de empleo para los habitantes de la Comarca (DM)