El factor más determinante del clima en la Comarca, es el relieve. La Dorsal de Pedro Gil actúa de barrera natural, no permitiendo el paso hasta esta zona de la Isla, de los vientos alisios procedentes del noreste. La humedad que estos transportan queda en la vertiente de barlovento (norte de Tenerife), quedando la vertiente de sotavento (sur) desprovista de aportes hídricos habituales. Así, la escasez de precipitaciones será uno de los rasgos climáticos característicos de la comarca de Güímar. Aún así, por una serie de condiciones locales, también las zonas elevadas del Valle obtienen aporte de humedad. Se encuentran habitualmente sometidas a la influencia de un particular mar de nubes que choca con las cumbres de Güímar, sobrepasándola ligeramente en ocasiones. Este hecho, tiene consecuencias en el clima, en la vegetación y cultivos de la zona, y en la recarga del acuífero. Por este hecho, es el único lugar en el sur de la Isla donde hay una pequeña representación de laurisilva.
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Las cumbres de la comarca se ven sometidas mucha parte del año a la presencia del mar de nubes. (AAF) |
La lluvia se produce cuando dejan de actuar los alisios y penetran las borrascas procedentes del suroeste (lo que se suele llamar popularmente ‘tiempo sur’). Aunque predomine la escasez de precipitaciones, debido al gran desarrollo altitudinal de la Comarca, existen diferentes registros de precipitación al ascender en altitud. Se pasa de los 161 mm de media anual que se recogen en la zona costera, a los 331 mm de El Escobonal, los 374 mm de Arafo o los 504 mm de Izaña.
Con la temperatura, también existen variaciones entre las zonas más próximas a la costa o a la cumbre. En la costa se registra una media anual de 19,5º C, en las medianías 18º C, y en las cumbres de Izaña 9,8º, incluso bajando en ocasiones aquí hasta los 0º C.
La elevada insolación también es otro rasgo característico de esta zona de Tenerife. Su ubicación en la vertiente de sotavento hace que los días despejados sean habituales, por lo que se ven favorecidas las horas de sol. Izaña, es el lugar donde se registran más horas de sol al año en todo el territorio nacional, con 3.448,5 horas (IAC-Instituto de Astrofísica de Canarias).
Las rocas que componen la comarca de Güímar, y en particular las del Valle, han favorecido la infiltración del agua debido a su porosidad. Esto ha generado el aumento del acuífero subterráneo en la zona, formándose también algunos nacientes naturales.
El agua que antes surgía cerca de la cueva de El Cañizo, y que hoy lo hace desde las galerías que se han excavado para su explotación, ha sido una referencia constante en la historia de la Comarca. Ya desde época prehispánica, los nacientes naturales permitieron a la población aborigen instalarse en esta zona. Contaban con una corriente constante de agua en el Barranco de Badajoz (antiguo Barranco de Chamaco) y con importantes eres o eras en el Barranco de Chinguaro, donde se almacenaba para su consumo.
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Antigua canalización de agua del Molino de Arafo. (SG) |
Fue de vital importancia curso continuo de agua que discurría por el Barranco de El Río, que permitió el asentamiento en torno al siglo XVI de un ingenio azucarero. Fue fundado por europeos en el actual barrio de Güímar de Arriba, origen de todo el núcleo. Ya en siglos posteriores, existía una importante red de canales que conducía el agua desde los nacientes hasta los lugares de almacenamiento para su uso agrícola. Destacaban algunos molinos de agua que se empleaban para moler grano, el molino de La Raya, el de Arafo y el de Chacaica, que aún permanecen en pie, aunque en desuso desde hace bastantes años. Destaca todo el sistema de canalización que llevan aparejados los molinos (chorros, lavaderos, estanques, tanquillas, etc.), pero aquí se puede citar concretamente los lavaderos del molino de Arafo o las tanquillas asociadas al molino de Chacaica.
Llegó incluso a surgir la Comunidad de Aguas del Río y Badajoz, que solventó muchos problemas entre los vecinos por el apropiamiento y uso del agua. Ya en el siglo XX, se puso en práctica la extracción de agua a través de la excavación de galerías artificiales, que aumentó el caudal y por consiguiente, el riego, los cultivos, la productividad y la economía de la Comarca. El Valle de Güímar llegó a ser una de las más importantes zonas agrícolas de Tenerife y de Canarias.
Predominaron los cultivos de caña de azúcar, tomate y vid, con explotaciones importantes que incluso llegaban a tener trabajadores de otras zonas de Tenerife y de otras Islas. En la actualidad, la variedad de cultivos se ha incrementado con papas, frutales, plátano, aguacate, flores y plantas ornamentales.
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Lavaderos junto al Molino de Agua de Arafo. (SG) |
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Molino de Agua de Chacaica. (SG) |
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