La comarca de Güímar corresponde aproximadamente con el antiguo menceyato o reino prehispánico del mismo nombre, ocupando gran parte del sureste insular. Los guanches de esta zona formaban parte de Bandos de Paces, no ofreciendo resistencia a la ocupación castellana. Ya habían tenido contacto con personas foráneas antes de la conquista de la Isla, quizás debido a que los vientos alisios arrastraban hasta sus costas a algunos barcos y objetos que habían quedado a la deriva. De esta manera se cree que llegó la imagen de la Virgen de Candelaria a las playas de Chimisay (hoy, situadas en el término municipal de Güímar), desde donde fue trasladada a la Cueva de Chinguaro, residencia de Acaymo, el mencey de Güímar. La Virgen, era conocida por los guanches como Chaxiraxi (‘la sustentadora del cielo y de la tierra’).

Posteriormente se trasladó a otro lugar más acondicionado, la Cueva de Achbinico (conocida popularmente como Cueva de San Blas, hoy en el término municipal de Candelaria), donde era adorada. Aquí permaneció hasta que se construyó la pequeña ermita que está junto a la Cueva, y desde aquí a su lugar definitivo, la Basílica de Candelaria. Con el tiempo, Nuestra Señora de Candelaria se convirtió en la Patrona de Canarias, declarada como tal por el Papa Clemente VIII en el año 1559.

Se considera que los primeros habitantes de lo que hoy es el municipio de Candelaria, fueron los ancianos que custodiaban la Virgen en la Cueva de Achbinico. A partir de aquí, fue creciendo el número de habitantes de la zona, que antes de la aparición no era un lugar en el que vivían los guanches por su aridez y por la llegada ocasional de piratas.

Virgen de Candelaria, Patrona de Canarias, declarada como tal por el Papa Clemente VIII en 1559. (AC)

En la Cueva de San Blas permaneció la imagen de la Patrona hasta su posterior traslado, en primer lugar a la ermita que se construyó junto a la cueva, y posteriormente, a la actual Basílica. (DM)