La economía de la comarca está basada en la actualidad en el sector servicios, fundamentalmente el turismo y las actividades que éste genera a su amparo. La actividad agrícola también posee una cierta importancia, fundamentalmente en las zonas litorales de los municipios de Arona, San Miguel, Granadilla de Abona y Arico dedicadas al cultivo de regadío, y cuyo paisaje se ve en muchos casos salpicados de invernaderos.

La comarca se caracterizó hasta mediados del siglo XX por una economía eminentemente agraria, basada en una agricultura de subsistencia en las zonas altas y de medianías. En el litoral los únicos núcleos que se desarrollaban lo hacían al amparo de la actividad pesquera, y en muchas ocasiones eran los mismos agricultores de las zonas altas los que en temporadas estivales bajaban a la costa a complementar su economía.

Paisaje agrario de las zonas de medianías. Vilaflor. (DM)

El paisaje agrícola del sur viene definido por una práctica muy extendida, incluso en la actualidad, y que permitió el desarrollo de cultivos que eran inimaginables que se dieran en estas zonas de la isla. Se trata de la agricultura sobre jable o en enarenados.  Este tipo de agricultura surge de las precarias condiciones hídricas de la zona, y consiste básicamente en recubrir el suelo con una capa de jable, también llamada zahorra, y que son tan abundantes en la zona meridional de la isla. Se trata de arena volcánica blanca, la cual retiene la humedad ambiental y evita la evaporación del agua existente.  El cultivo principal era la papa, y en menor importancia la viña. La comarca se encuentra encuadrada bajo la denominación de origen de Abona.

Las variedades  de uva blanca constituyen el 80% de los cultivos de la comarca, con la Listán Blanco como variedad más cultivada. Sólo un 20% corresponde a variedades tintas localizadas en tierras más altas, con más contenido en arcillas.

Un hecho crucial en la historia de la comarca, en relación directa con la actividad agraria, fue la llegada del agua gracias a la canalización de las galerías de Fasnia y Arico. El regadío permitió la extensión y aumento de la producción de plátanos y tomates, y posteriormente el desarrollo de los productos de invernadero, fundamentalmente hortalizas y flores.

Este desarrollo de cultivos de exportación que permitió la llegada del agua, puso en relevancia la disposición de la zona para constituirse en un destino turístico de primer orden. El clima cálido y seco, la abundancia de horas de sol al año, y la existencia de algunas pequeñas playas, fue punto de partida para el desarrollo del sector turístico. En la actualidad ocupa a más del 70 % de los activos de la comarca, y atrae a trabajadores de otros puntos de la isla. Las actividades vinculadas al sector del turismo, como puede ser la construcción y la hostelería también han conocido de un importante desarrollo. A este considerable aumento de la actividad turística ha contribuido la construcción del aeropuerto del sur, y el intenso tráfico de pasajeros del puerto de Los Cristianos en sus conexiones con las otras islas de la provincia occidental.

La comarca es uno de los referentes turísticos del Archipiélago. Playa de Las Vistas, Los Cristianos. (DM)

La construcción de nuevos complejos hoteleros y la generalización de actividades vinculadas al ocio como parques temáticos, campos de golf, etc han cambiado la imagen del litoral de la comarca, especialmente la de los municipios más meridionales.

En los últimos años el proyecto del Puerto industrial de Granadilla ha enfrentado a diferentes sectores de la sociedad, debido a su ubicación cercana a sebadales de alto valor ecológico, y a playas que son foco de atracción de turistas, por otro lado principal actividad económica . La construcción del puerto pretende ser un desahogó del de Santa Cruz.