Históricamente el crecimiento y distribución de la población en la comarca se ha desarrollado de una manera uniforme. En el siglo XIX y hasta mediado del siglo XX en las zonas medias-altas se encontraban los núcleos más importantes de población. Este hecho responde a la benignidad climática de esta zona, que permitía el desarrollo de una agricultura de subsistencia. Por debajo de la cota de 300 metros apenas había pequeños caseríos donde habitaban medianeros y cabreros. Cuando la actividad pesquera empieza a ser sustento de muchas familias, ya a finales del siglo XIX, y comienzan a desarrollarse las comunicaciones marítimas de cabotaje, se consolidan los primeros núcleos litorales, como Playa San Juan o Alcalá. A este crecimiento de los núcleos costeros colaboró también la expansión de los cultivos de regadío, que atrajo a muchas personas de otros puntos de la isla. Pero el verdadero cambio paisajístico se produjo con el boom del turismo. Debido a ello el peso poblacional lo comenzó a adquirir la zona costera, especialmente en el municipio de Adeje.

El paisaje humano que en la actualidad presenta la comarca viene caracterizado por la dispersión de los núcleos de medianías, en donde se sitúan los cascos urbanos de los tres municipios que conforman Isora. Se trata de núcleos en donde predomina la autoconstrucción. En la franja litoral el paisaje comarcal se caracteriza por la construcción de grandes edificios, destinados a apartamentos y hoteles, que alternan con los nuevos complejos turísticos, de menor desarrollo vertical, y cuya finalidad es su integración en el paisaje para que causen el menor impacto posible.

La construcción de grandes edificios fue la tónica general durante los primeros años del boom turístico. (DM)

En la actualidad, y debido a esa emigración de las medianías hacia la costa, las capitales de los municipios han perdido peso poblacional con respecto a sus propios barrios costeros. El casco de mayor población es el de Guía de Isora (4.454 habitantes), a cuyo amparo se desarrollan otros barrios de medianías, con una actividad agraria importante, como Tejina y Chío. El casco municipal de Adeje (3.947 habitantes), ha mantenido un crecimiento poblacional sostenido, ya que se ha convertido en residencia de muchas personas que tienen sus puestos de trabajo en los grandes centros turísticos. Es el caso también de muchos de sus barrios que se ubican por encima de la franja litoral como Armeñime, Los Olivos o Tijoco. Por último, el casco de Santiago del Teide (472 habitantes), ha sido tradicionalmente el de menor peso de la comarca, ya que es el núcleo de Tamaimo, hasta el comienzo de la expansión turística-residencial en su costa, el que se ha considerado como centro económico del municipio.

La zona costera de la comarca ha sufrido un fuerte incremento poblacional en las últimas décadas, convirtiéndose en centro del turismo insular junto con la vecina comarca de Abona. Los datos de la población de derecho en estos núcleos, difiere mucho de la realidad, debido al gran número de personas que hacen uso del territorio en las diferentes épocas del año, y que no entran dentro de los censos. En este sentido destacan los núcleos Playa de Las Américas, Callao Salvaje, Puerto Santiago, Acantilado de Los Gigantes, y otros que aún conservan una cierta actividad pesquera como Alcalá y Playa San Juan.

Evolución de la comarca en relación al total de la Isla desde 1950

Fuente: ISTAC y elaboración propia

La comarca ha incrementado su población en el último medio siglo en más de cincuenta mil efectivos. Este hecho responde a que se ha convertido en atracción demográfica por el desarrollo económico de las últimas décadas. De ser una comarca tradicionalmente de emigrantes, debido a la dificultad de una agricultura que diera ciertas garantías, ha pasado a convertirse en una comarca receptora de personas, que gracias al desarrollo de la platanera, y fundamentalmente del turismo, establecen aquí su residencia. En la actualidad representa casi el 8% de la población insular, y debido a la tendencia de las últimas décadas, es de esperar que este porcentaje siga creciendo.

Muchos caseríos de las zonas de medianías han perdido población debido a la crisis de la agricultura de secano. Chirche. (DM)

En su distribución por edades, los jóvenes y adultos acaparan casi toda la estructura de la pirámide poblacional. Ello es consecuencia de una natalidad que aumenta paulatinamente con el paso de los años, debido al comportamiento de los emigrantes que siguen manteniendo sus pautas de fecundidad, y que también por otro lado ayudan a aumentar la población adulta en edad de trabajar.