La comarca de Icod de los Vinos surge del menceyato guanche de Ycoden, en torno al año 1496. Crece rápidamente desde finales de la conquista, poblada por un elevado número de inmigrantes foráneos, principalmente de origen portugués que se fusionaron con los aborígenes. Estos fueron los impulsores de su actividad agraria, tanto de los ingenios azucareros, como en la vid y la agricultura de autoconsumo. Es a partir de las últimas décadas del siglo XVI, y especialmente en la primera mitad del siguiente, donde crece y se expansiona considerablemente la comarca con el auge vinícola.

Sus tierras eran óptimas para el cultivo de la vid, que proporcionaba un vino blanco que encontraba un amplio mercado en las colonias portuguesas y británicas de América. No es casualidad que sea  a partir de esta época cuando se construyan sus edificios e iglesias más importantes a tenor de la riqueza y prosperidad de sus caldos.