La Comarca, al ser uno de los motores económicos de Tenerife desde su conquista, cuenta con una serie de caminos reales que han permitido su conexión con las diferentes zonas de interés de la Isla. En este sentido, cabe destacar el Camino Real de Chasna, una ruta seguida por los aborígenes y, luego, por los habitantes de la Isla en los siglos posteriores a la conquista, hasta hace relativamente pocos años. Además, en los grandes viajes que los naturalistas de los siglos XVIII y XIX hicieron a Canarias, ésta fue la ruta seguida por todos ellos desde la villa de La Orotava para llegar al Portillo y, luego, ascender al Teide.

De forma perpendicular al Camino de Chasna, se desarrollaron una serie de rutas entre los diferentes núcleos de las medianías de la Comarca, que hoy se materializan en carreteras como las de La Luz o San Antonio.

Históricamente, la infraestructura de comunicación más relevante del Valle era  lo que hoy conocemos como el Puerto de la Cruz, antiguo puerto de La Orotava. El muelle portuense, de pequeñas dimensiones, sirvió de punto de salida de los productos de la agricultura, y de llegada de numerosos viajeros que quedaban maravillados ante el panorama que vislumbraban. Hoy en día, el muelle sirve de refugio pesquero para algunas embarcaciones, aunque se habla de un proyecto para su ampliación y, así, destinarlo a otros servicios como el transporte de pasajeros con la isla de La Palma.

Playa del Charco, muelle del puerto. (DM)

En la actualidad, existe una densa red de carreteras principales y secundarias que comunican a todos los núcleos de medianías y zonas altas con los cascos urbanos de La Orotava y Los Realejos, y la ciudad del Puerto de la Cruz. Además, la Autopista del Norte atraviesa la zona baja del Valle, comunicándola con el resto de las comarcas de la zona septentrional de la Isla. Es en el municipio realejero donde termina la autopista y comienza una carretera general que la une con las comarcas de Icod y Teno.