La Comarca, que hoy ocupa las tierras de lo que fue el antiguo Reino de Taoro, ha ejercido un papel fundamental en la historia y en el desarrollo económico de Tenerife.
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Iglesia de Santiago Apóstol. (AR) |
Fue uno de los últimos menceyatos guanches en ser conquistado por los castellanos, ya que fue refugio de los aborígenes isleños liderados por el Mencey Bentor, el cual se desriscó por el escarpe de Tigaiga antes que entregarse a las tropas comandadas por Fernández de Lugo. En conmemoración de este hecho histórico, que pone fin a la conquista de la Isla, se levanta en el Realejo Alto la Iglesia de Santiago Apóstol.
Tras la conquista se van a introducir nuevas actividades agrarias que van a transformar radicalmente el paisaje de esta Comarca: roturaciones, implantación de nuevos cultivos o explotación de los recursos hídricos para las plantaciones de cañas de azúcar.
El desarrollo del Valle está unido al del Puerto de la Cruz, gracias a la actividad que generó la exportación de productos a través de su muelle. La importancia portuaria permitió, durante el siglo XIX, la llegada a la Isla de muchos viajeros ingleses, a los que podemos considerar los primeros turistas de Canarias.
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