Isla de Gran Canaria
La cerámica grancanaria es la que presenta mayor diversidad de formas, tratamientos para su conservación y motivos decorativos. También es donde presentan una singular variedad en asas: de ‘aleta’, en picos, en curva cerrada sobre el borde de la vasija, de mango vertical perforado en su base, de doble mango a nivel del borde, etc.
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Recipiente cerámico compuesto con decoración geométrica. Túmulo del Agujero, Gáldar. (MCA) |
Siguiendo a González Antón, las diferentes culturas que confluyeron o pasaron por esta Isla, así como la propia evolución interior, configuran una cerámica de bellas formas y de un acabado y decoración realmente admirables. Ésta presenta técnicas variadas que van desde las más primitivas (incisión, impresión y acanalado) hasta las más avanzadas como la del color. Los dibujos, que son geométricos, aparecen por toda la curva del vaso, alternándose motivos de líneas rectas, curvas, paralelas, en arco, en forma de triángulo, etc.
Entre los distintos tipos de vasos en la cerámica de Gran Canaria, se diferencia principalmente:
1.—Ovoides
2.—Semiesféricos
3.—Cilíndricos
4.—Casquetes esféricos
5.—Troncocónicos
6.—Bitroncocónicos
7.—Globulares
8.—Carenados
El color en la cerámica de Gran Canaria
Lo más interesante de la decoración de los vasos grancanarios es la utilización del color. Aunque se habla de tres colores empleados en la decoración (rojo, negro y blanco), el empleado realmente ha sido el rojo, procedente de almagre o barro rico en óxido de hierro (‘engobe’). Este material cumple una función de impermeabilización, además de que, a nivel decorativo, se emplea tanto cubriendo completamente la vasija como dejando zonas de la misma sin cubrir (reservas de engobe). En este caso, y si la vasija no alcanzó la temperatura ideal de cocción por todas sus partes, es posible que éste, con el paso del tiempo, se ennegrezca por la acción del oxígeno del aire, mientras que las zonas decoradas con el engobe rojo permanecen con su color sólido y vivo. Algo similar podría ocurrir con el color blanco, pero producido en este caso por la acción de otros agentes como por ejemplo, filtraciones cálcicas.
La evolución sufrida en esta Isla se debe no sólo a las influencias culturales exteriores, sino a las posibilidades de los barros disponibles que permiten tanto conseguir tonos de color, como elaborar piezas resistentes al choque térmico sin que se agrieten los fondos planos o carenados. Entre otras, son abundantes los tostadores en forma de casquete esférico, las ollas elipsoides con dos asas y tapa o las grandes vasijas de almacenamiento ovoides con cuello y dos asas acodadas.
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Vasija con pintura roja y negra. Arguineguín. Mogán. (MCA) |
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Recipiente cerámico decorado con almagre. Carrizal de Ingenio. (MCA) |
Las pintaderas
Las pintaderas son joyas de la arqueología del Archipiélago, apareciendo sólo en la isla de Gran Canaria.
Son objetos con forma de sellos provistos de un apéndice en forma de mango. Terminan en una superficie plana con relieves geométricos plasmados mediante incisión o impresión. Pueden estar perforadas o no, teniendo formas diversas y variadas (circulares, semicirculares, cuadradas, triangulares, etc). Son de reducido tamaño y están hechos de barro cocido, madera o piedra. Destaca que el motivo de cada una de ellas sea siempre diferente, por lo que no hay dos pintaderas iguales.
Como en el resto del arte de los antiguos canarios, la función que tenían estas pintaderas ha sido un asunto más discutido. La opinión más generalizada defiende que el uso de estas piezas es para decorar el cuerpo o como sello en los graneros colectivos, distintivo de la familia propietaria. Otros van más allá y, sin negar lo anterior, afirman que las pintaderas son también amuletos o símbolos de la divinidad.
Fuente: Museo Canario.
Isla de La Palma (cerámica evolucionada)
Parece evidente que en esta isla se produce un salto brusco en la evolución de la cerámica debido a alguna avalancha cultural o confluencia de otra existente. Tras la primera fase arcaica de la cerámica palmera, comienza un periodo en el que se aprecian síntomas de evolución. Mejoran las pastas con las que se elaboran las piezas, cambia la decoración y las formas son más estéticas.
En la última etapa de la cerámica palmera, destaca la grandísima variedad decorativa sobre piezas esféricas y elipsoidales (motivos en espiral, círculos, líneas, puntos, etc.). La decoración impresa es muy diversa, también con incisiones y puntillados en bandas horizontales alternas.
Las piezas de La Palma son de un perfecto acabado técnico, predominando los fondos redondeados. Esto pudo estar condicionado por la calidad de los barros que, a diferencia de Gran Canaria, dificultan la confección de fondos planos sin que éstos se agrieten.
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Cerámica decorada de La Palma. (MAR) |
La cerámica de Fuerteventura y Lanzarote
En ambas Islas la cerámica es similar, salvo determinadas diferencias que comentamos a continuación. Respecto a otras Islas destaca la gran variedad de incisiones y acanaladuras, junto con la escasa frecuencia de apéndices en las piezas.
En la isla de Fuerteventura observamos dos tipos de vasos. Uno de ellos son las grandes tinajas que se empleaban para conservar agua. Son de fondo cónico y color oscuro, decoradas en la parte superior de la panza con bandas paralelas horizontales a modo de surcos. En ocasiones, estas bandas aparecen combinadas con otras en sentido vertical.
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‘Tofio’, vaso cerámico de Fuerteventura. (MCA) |
El otro vaso cerámico majorero es el tabajoste o tofio, de tonos rojos y marrones, con amplio vertedero y fondo plano. Es una pieza de tipo medio, que servía para recoger la leche del ordeño. Llama poderosamente la atención la decoración armoniosa de grecas y de espigas, así como también el ancho vertedero.
En Lanzarote, la cerámica es de color ocre claro con decoración incisa. No alcanza la belleza de los tabajostes o tofios, aunque los temas son más variados. Destacan entre éstos la combinación de espigas y bandas paralelas, líneas formando ángulos, etc. |