DATOS DE ENMARQUE: Con la llegada de la década de los ochenta, la escultura va ganando terreno y recupera el lugar que años atrás había tenido en la plástica canaria.
La estabilidad se establece en España tras el régimen democrático y se ve reflejado en el campo de las artes. La llegada de la Democracia supone un nuevo factor económico, los artistas no buscan como finalidad en sus obras ningún fin político.
La nueva orientación estética es de absoluto compromiso a exaltar al artista y sus raíces. Hay una nueva sensibilidad ante la naturaleza y el paisaje insular, haciendo uso del lenguaje vanguardista. Continúa el eclecticismo, el desarraigo y el deambular en tiempos donde el individualismo es la tónica o característica general. |
En los primeros años, el ambiente artístico está protagonizado por artistas consagrados como César Manrique, Chirino, Gallardo o José Abad. Los artistas surgidos en los setenta definen y maduran sus líneas de trabajo y una generación de jóvenes artistas irrumpe en el panorama escultórico utilizando los más variados lenguajes. Formados en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna, no componen un grupo generacional pues trabajan diferentes líneas artísticas.
A pesar de la individualidad en los artistas, característica de la era postmoderna, la libertad creativa y las ansias o ganas de renovar el panorama escultórico será el objetivo en común.
A diferencia de la década anterior, cuentan con el apoyo de las instituciones, de la crítica y se promueven exposiciones que impulsan el trabajo de los nuevos escultores.
Fechas destacadas:
1985 - El Parlamento de Canarias organiza una exposición llamada ‘Límites de la Expresión Plástica en Canarias’, que pretende mostrar o enseñar el trabajo de los creadores más jóvenes. En ella exponen tres escultores que destacarán a lo largo de la década.
1986 - Se celebra el I Congreso de Cultura de Canarias donde se debate un posible renacer de la escultura en las Islas.
1987 - Escultores surgidos en estos años dan a conocer su obra en una muestra colectiva que lleva por nombre ‘Escultores de los años 80’. |
La escultura de los 80 va unida a la palabra ‘resurgimiento’. Recupera el lugar que había tenido en la plástica canaria con un espíritu renovador y nuevas propuestas.
En esta década surge una generación de artistas formados en su mayoría en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de La Laguna.
Comenta Celestino Hernández, estudioso de la escultura en las Islas, la existencia de varios años que serán fundamentales en la trayectoria escultórica de Canarias.
En 1985 se celebra la exposición ‘Límites de la Expresión Plástica en Canarias’, donde se muestra el trabajo de jóvenes artistas canarios. Posteriormente, se organizan colectivas nacionales e internacionales con el fin de proyectar y dar a conocer el panorama artístico que se realiza en las Islas. Se crean talleres escultóricos con la presencia de nuevos artistas que lleva a debatir, en 1986, el surgimiento de una nueva etapa en esta disciplina artística.
En 1987, se muestra la colectiva ‘Escultores de los 80’ celebrada en el ex convento de San Agustín en Tacoronte (Tenerife), exposición que se repite en diferentes salas de arte del Archipiélago con la incorporación de nuevos escultores y que muestra la variedad de materiales, de temática y de estilos entre los participantes.
Características generales de la escultura del momento
La escultura de los ochenta no se concibe como un trabajo unitario, hay variedad de temas, de materiales y de lenguajes. Destaca en los trabajos escultóricos de la época diferentes corrientes estéticas que triunfan en la escultura del momento:
- La presencia de la figuración neoexpresionista.
- La importancia de la utilización del objeto, propio de los dadaístas y surrealistas.
- El conceptualismo, heredado de la etapa de los setenta.
- El arte póvera: el arte de los nuevos medios, la utilización de instalaciones, del neón, videos, etc.
Se da importancia a la intervención de la escultura en el espacio, de su ubicación o de su lugar de emplazamiento: delimitado (una sala de arte) o urbano (una plaza) teniendo como finalidad la conexión entre el espectador y la obra.
Se utilizan los materiales más variados: metal, piedras artificiales, plásticos, poliéster, fibrocemento o materiales de laboratorio, además de la presencia de imágenes de TV, neones, lásers, etc.
Continúa la reivindicación o proclamación a la utilidad de los materiales insulares. Hay un tratamiento novedoso en materiales como la madera de tea, piedras basálticas, toba arenisca, la teja árabe, útiles tradicionales canarios, etc.
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