“A principios de dicha década surge simultáneamente en Alemania y en Italia, una reivindicación de las tradiciones artísticas nacionales, que en Alemania supuso el rescate del expresionismo, con los ‘Neue Wilden’ (nuevos salvajes) y en Italia la exaltación del ‘Genius Loci’, postulada por el crítico Achille Bonito Oliva, promotor de la transvanguardia. En ambos casos el trasfondo romántico y nacionalista implicaba una crítica a la universalidad y nacionalidad de vanguardia”. Todo esto tuvo su reflejo en España, donde las regiones (después Comunidades Autónomas) rompen por un lado, con la vanguardia universalista reivindicando sus ‘Genius Loci’, y por otro con la supremacía centralista del eje Madrid- Barcelona.
Todo esto se manifestará en el arte “tanto en la fruición liberadora de la idea de compromiso proclamada por los artistas, como en la exaltación de la raíces que se plasmaba en una nueva sensibilidades de la naturaleza Insular”.
Cabe citar que esta época estuvo marcada por la estructuración del Estado de las Autonomías, que generó en España una política proteccionista de la cultura. Esto tuvo su reflejo en el ámbito público y privado.
El ámbito público
En lo público a través de la creación de infraestructuras, tales como las salas de Exposiciones institucionales, subvenciones y/o becas para los nuevos creadores y grandes exposiciones colectivas (no sólo en el ámbito insular sino nacional e internacional).
Un hecho destacable es que el Cabildo de Gran Canaria entre 1981 y 1982, creó unos Talleres de Arte Actual impartidos por artistas nacionales de renombre, como Lucio Muñoz, Canogar, Gordillo, etc. En 1987 el mismo Cabildo crea la primera sala de exposiciones institucional de Canarias regida por un criterio moderno: el Centro Insular de Cultura (CIC).
En 1987 la Consejería de Cultura y Deportes del Gobierno de Canarias inauguraba el Centro de Arte La Regenta (ubicada en una antigua fábrica de tabacos) en Las Palmas de Gran Canaria y un año más tarde (1988), en Santa Cruz de Tenerife, el Centro de Arte La Granja (ubicado en la Casa de la Cultura), cubriendo así la oferta de institucional de exposiciones de Canarias.
El ámbito privado
En el ámbito privado también va a tener reflejo esta política proteccionista de la cultura, a través de subvenciones concedidas por el Gobierno y Cabildos a las galerías de arte (por participar en ARCO, entre otras), y a la organización de grandes exposiciones colectivas de artistas canarios en el panorama nacional e internacional.
Se intentaba desde el Gobierno implantar en Canarias una especie de ‘movida madrileña’, que duró poco y se pudo hacer palpable a través de las exposiciones en Nueva York, y Bruselas de tres artistas de la década de los 80, Adrián Alemán, Carlos Matallana y José Luis Pérez Navarro.
Es en este momento cuando se produce el desplazamiento generacional, concretamente en Las Palmas con la organización de Juvecán 85. Donde se pretendía favorecer la creatividad de los jóvenes creadores de las Islas, con la organización de mesas redondas, debates y certámenes (en el certamen para menores de 30 años obtuvo el primer premio Adrián Alemán).
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Galerías de arte |
Hay que decir que el grueso de lo privado fue menor que el publico, pero cabe destacar la actividad desarrollada por la Galería Magda Lázaro (1983) en Santa Cruz de Tenerife, o la Galería Leyendecker, fundada en Santa Cruz de Tenerife en 1979, cuya principal aportación fue la exposición por primera vez en España de obras de la Transvanguardia italiana (además de la presencia del crítico de este grupo con motivo de la inauguración de la Galería), y del neoexpresionismo alemán (Dokoupil, Walter Dahn, , Martin Kippenberger, Gerhardt Naschberger ).
En Las Palmas se abrieron galerías como Attiir (1984) y la galería Manuel Ojeda fundada en 1989. En Lanzarote hay que destacar la actividad ejercida por La Fundación César Manrique (FCM) desde que se constituyó en 1983. En La Laguna se puede nombrar a Artizar (1989), bajo la dirección de Carlos E. Pinto.
Aunque la Sala Conca en La Laguna llevará abierta al público desde marzo de 1971, hay que citar dos hechos importantes que tienen lugar en esta década: la actividad Pibes 85 (que congregó a toda una generación de artistas noveles), financiada por el Ayuntamiento de La Laguna. Y el trabajo que esta sala dirige a algunos artistas noveles canarios, que pronto demostrarán ser de los más competitivos (entre otros, Cristóbal Guerra, Antonio Gómez Bueno,Vicente López, Juan Carlos Acosta y más recientemente Elena Galarza, Amelia Pisaca o Hugo Pitti). |