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  1. GEOLOGÍA EN CANARIAS    
 
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Materiales volcánicos

Los materiales que forman las diferentes Islas son, en su mayoría, de origen volcánico. Sólo podrían exceptuarse las acumulaciones de polvo que, periódicamente, se depositan sobre las Islas y los depósitos de arenas de origen marino, que se acumulan en las playas de las islas más orientales.

El resto de materiales visibles, tierras, arenas, conglomerados, etc., se han formado en su totalidad por alteración de materiales volcánicos más consistentes, tales como rocas o productos escoriáceos. Así, se ha llegado a la formación de potentes acumulaciones de tierra, bien formadas en el mismo lugar de los materiales originarios, bien por transporte, mediante las lluvias o corrimientos de tierra.

Espectaculares formas del volcán de El Golfo, en Lanzarote, donde las fuertes explosiones fragmentaron el magma en cenizas, y éstas, en contacto con el agua, dieron lugar a una especie de ‘cemento’ muy consistente debido a su rápido enfriamiento.  (SG)

MATERIALES PIROCLÁSTICOS

Entre los más destacados están los materiales volcánicos fragmentados que salieron a gran temperatura del volcán, y que se conocen como piroclastos. La palabra piroclastos se compone de ‘piro’ (fundido, quemado, etc.) y ‘clastos’ (fragmentado).

Piroclastos en magmas poco viscosos

En las erupciones de magmas poco viscosos, encontramos piroclastos de proyección aérea, que son fragmentos de lava que han sido lanzados por las diversas explosiones originadas durante la erupción.

Los piroclastos aéreos se clasifican de acuerdo con su tamaño, en:

  • Bombas y escorias: Son de tamaño y contorno variable (30 mm a 1 o más), formándose en el aire al ser lanzadas como magma caliente por el cráter, es decir, en estado plástico, y llegando en su mayor parte al suelo en estado sólido. Su caída puede dar lugar a diferentes formas, como los cráteres de impacto (pequeñas oquedades formadas por el impacto de la bomba sobre un campo de lapilli), o las huellas de impacto (deformación de los estratos de la superficie, típica de erupciones de carácter hidromagmático). Su forma es consecuencia de su rotación en el aire, dando lugar a los siguientes tipos de bombas volcánicas:

Fusiformes

Alargadas en sus extremos, y más anchas en su núcleo central. El núcleo puede aparecer formado por una escoria

Almendradas

Carecen de los picos, rotan en sentido horizontal

Flaminadas

Sólo tiene uno de los picos. Adquieren un aspecto de ‘llama’

Esferoidales

Rotan en todas las direcciones. Son fragmentos de magma muy pesados

En coliflor

Son chatas y con superficie agrietada. Características de erupciones de tipo basáltico

Corteza de pan

Se forman en la expansión de un núcleo todavía en estado fluido cuando el exterior está ya consolidado

Geminadas

Aparecen donde bombas unidas que en su rotación no han conseguido separarse

Plasta de vaca

Se trata de bombas que no terminaron de consolidarse en el aire, y aparecen ‘aplastadas’ contra la superficie.

Si las bombas volcánicas presentan aspecto irregular y esponjoso a causa de las burbujas de gases que contenían en el momento de la solidificación, se les conocen con el nombre de escorias.

  • Lapillis (Picón): Se trata de fragmentos de entre 2 y 64 mm. , de composición basáltica. Abundan en todas las islas, formando los conos volcánicos. Las formas del lapilli dan lugar a nuevas denominaciones, conociéndose como cabellos de Pelé a los fragmentos finamente aciculares o filamentosos y lágrimas de Pelé a los pequeños goterones vítreos de color negro. En ocasiones, los fragmentos de lapillis se juntan con gotas de vapor de agua en el interior de la columna eruptiva, dando lugar a lapilli de forma esférica (6 cm. aproximadamente) que se conoce como lapilli acrecional o pinolitos.
  • Pumitas o Pómez: Se trata de piroclastos de composición ácida de cualquier tamaño, de color claro, y tan ligeros que en ocasiones flotan en el agua.
  • Cenizas y arenas volcánicas: son elementos muy finos, no mayores de 2 mm. de diámetro, poco abundantes en las erupciones canarias.
 
Bombas Volcánicas sobre un campo de ‘zahorra’ (piedra pómez) en las Cañadas del Teide, Tenerife. (CIT)   Huellas de impacto en el volcán de El Golfo, Lanzarote. (SG)

Piroclastos en magmas viscosos

En las erupciones de magmas viscosos se dan principalmente dos tipos de materiales piroclásticos.

Uno de ellos son las lluvias piroclásticas. Están conformadas por materiales piroclásticos de pequeño tamaño (piedras pómez y cenizas) que, junto con emanaciones gaseosas, alcanza gran altura y forman una ‘nube’ que durante su recorrido va dejando caer el material que contiene. Este material cubre extensos terrenos al caer.

El conocido como paisaje lunar, en el sur de Tenerife, está formado por materiales piroclásticos de composición ácida, emitidos en distintas erupciones explosivas de magmas viscosos. (AMAPCIT)

El otro tipo de material son las coladas piroclásticas, que a diferencias de las lluvias piroclásticas, se desplazan, en un primer momento, en niveles cercanos al suelo.  Esto ocurre  porque los materiales piroclásticos son impulsados por gases que no ascienden rápidamente, sino que corren a ras de suelo. En la parte inferior de las coladas piroclásticas se hallan los fragmentos mayores (pómez, fragmentos de magma y rocas preexistentes). En la parte superior, una nube de gases y cenizas. Posteriormente, los materiales de mayor tamaño se depositan en el suelo, y los gases suben con el material de menor tamaño, como ocurre con la lluvia piroclástica.

Toba y puzolana

La acción de los materiales piroclásticos modifica el relieve y el suelo, generando formaciones como la toba y la puzolana.

  • Toba. Masa de materiales piroclásticos, compacta, de gran consistencia, normalmente de colores rojizos y ocres. Es frecuente en todas las Islas.
  • Puzolana. Toba formada por fragmentos de pómez muy poroso, ligero y de color blanco, gracias a su composición ácida. Abunda especialmente en el sur de Tenerife.

Estos materiales son de gran uso en la construcción, y de hecho, los antiguos pobladores aprovecharon sus características para construir sus refugios en la piedra.

Cuevas de material pumítico en la carretera de Fasnia-Güímar , Tenerife. (DM)

EMANACIONES GASEOSAS

Los gases son los primeros productos que aparecen en las erupciones, variando posteriormente su abundancia.

Tienen un alto contenido en vapor de agua, que puede ser mayo (50-90%), si el magma se contamina con agua de mar o de otra procedencia. Su composición varía con la temperatura.

Las ‘solfataras’ (gases con azufre), como las del cono del Teide, al enfriarse y oxidarse, dan lugar a la cristalización de azufre.

ROCAS VOLCÁNICAS

Las rocas más abundantes son los basaltos, las traquitas y las fonolitas.

Basaltos

Presentan colores oscuros, negruzcos o grises, en los que a veces destacan cristales de olivino, augita y feldespatos. Son muy pesados.

Traquitas y fonolitas

Los basaltos son una de las rocas predominantes en Canarias. (MAR)

Son de tonalidades claras (blancas o beige), debido a lo cual, los edificios formados por ellas reciben con frecuencia el nombre de ‘roque blanco’ o ‘montaña blanca’. En ella predominan las placas de feldespatos y cristales de feldespatoides. Dan ‘lascas’ con facilidad, que se utilizan en construcción como elemento decorativo. Los aborígenes ya utilizaban estas lascas de pequeñas dimensiones como elementos cortantes.

Obsidiana

Si las lavas tienen un enfriamiento rápido, dan origen a la formación de vidrio volcánico llamado obsidiana. Es de color negro brillante y presenta fracturación concoide, siendo abundante en diversos lugares de Las Cañadas del Teide.

APROVECHAMIENTO DE MATERIALES VOLCÁNICOS

Junto al aprovechamiento natural de los materiales volcánicos, habría que considerar el uso que los habitantes de las Islas han hecho de los diferentes productos, en la agricultura, construcción, etc. Así, los picones (lapilli) y zahorras (pómez) se emplean con excelentes resultados tanto en la agricultura, para evitar la evaporación de los terrenos cultivados, como para la elaboración de elementos de construcción (bloques, aislamientos de tejados, etc.). Otros productos, como las arenas y áridos de barrancos, se emplean abundantemente en construcción.

           

Entre los materiales derivados de piroclastos compactados, tienen interés las tobas y puzolanas. Las tobas, de colores rojizos, se han empleado tanto  para la realización de bloques macizos, como para la talla de elementos decorativos más delicados (escudos, pequeñas ventanas, etc.). Las puzolanas, de colores claros, abundantes sobre todo en la isla de Tenerife, tienen un uso similar, especialmente en la fabricación de bloques. Se emplean en

 

construcción o para formar las paredes de abrigo en las zonas de cultivo.

Las fonolitas laminares y algunos tipos de basaltos se usan como elementos decorativos en las fachadas de edificios. El basalto llamado ‘molinero’, por alusión a su uso en la fabricación de piedras de molino, y el basalto de grano fino se dedican, especialmente, a la elaboración de obras de cantería, muy arraigadas en la arquitectura popular de las Islas. Grandes portadas, escudos, y elementos decorativos diversos, adornan las viejas casonas de las ciudades y barrios de mayor solera.

Muchos puntos de la geografía del Archipiélago han sido utilizados para la extracción de material para la construcción. (DM)

 

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