La  botánica criptogámica estudia las especies vegetales que no poseen flores y que tienen sus órganos reproductores  encubiertos. Este grupo está formado por las algas marinas y de agua dulce, los musgos (Bryophyta), los líquenes, los hongos (Fungi) y los helechos (Pteridophyta). En Canarias, esta parte de la botánica tiene gran  importancia, ya que estas especies han colonizado zonas de lavas recientes, muy  abundantes en las Islas. Aunque se trata de vegetales por lo general poco conocidos,  muchas de las especies que componen este grupo son exclusivas del Archipiélago.
	
	 
	Hongos 
	Dentro  del grupo de las criptógamas, el de los  hongos es el más numeroso y diferenciado, tanto en formas como en tamaños.  No poseen clorofila, lo que los hace incapaces de realizar la  fotosíntesis. Destacan  por su facilidad de observación los basidiomicetos, entre los cuales se hallan  muchas especies comestibles, tales como los ‘robellones’ o ‘níscalos’. Conocidos  en algunos lugares como ‘carolinas’, es una de las especies más apreciadas en  Europa en alimentación. Muchos son la base de industrias de fabricación de  alimentos (fermentación del pan, vino, cerveza, té, etc.), o se utilizan para  la producción de algunas vitaminas y ácidos orgánicos, aparte de ser una fuente  de alimentación. 
	
      
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        | Los hongos constituyen el grupo más numeroso y más variado de la botánica criptogámica canaria. (DL) | 
       
     
	Algunos  hongos pueden contener productos tóxicos y ocasionar trastornos si se comen,  tales como el grupo de las ‘amanitas’, reconocibles éstas por tener una volva  (ensanchamiento globular en la parte baja), anillo en el pie y laminillas en el  sombrero. 
	Es  muy elevado también el número de hongos microscópicos que se pueden hallar en  las Islas. Ente ellos, muchos causantes de enfermedades en diversos cultivos,  conocidos vulgarmente con el nombre de ‘royas’. 
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	Algas 
	Las algas que viven en las costas  canarias reciben, al igual que la fauna, las influencias de los mares cercanos  (Atlántico Norte y Mar Mediterráneo), así como del Mar Caribe, a través de la Corriente  del Golfo. Se  conocen algo más de 400 especies. 
	
      
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        | Algas y   ‘musjos’ de mar. (MC) | 
       
     
	Son frecuentes las algas verdes, rojas y pardas, que, en  general, se denominan popularmente ‘musjos’.  Sólo algunas especies abundan en gran cantidad y caracterizan distintas zonas  de los litorales insulares. En las partes más altas, zona supralitoral, abundan las algas verdes de formas acintadas. En las  partes medias, zona de mareas,  destacan las algas rojas, sobre todo en las costas del norte, más frías y  batidas. Estas algas llegan a formar una banda de color rojo púrpura  entremezcladas con algas calcáreas de tonos rosas. 
	Por debajo de este nivel, zona infralitoral (siempre cubierta por el  mar) y tanto en el norte como en el sur, las algas pardas son tan abundantes,  que llegan a cubrir los fondos rocosos. Estas algas, conocidas como ‘sargazas’, constituyen la mayor parte  del material arrojado a las playas y costas durante los temporales y mar de fondo. 
	Las  zonas cubiertas de algas son el lugar ideal para vivir numerosísimas especies  de diferentes grupos de animales, tanto adultos como larvas. 
	Además de la algas citadas, en los  fondos arenosos es frecuente una planta superior de formas acintadas que llega  a formar auténticas ‘praderas submarinas’ denominadas sebadales. Por su parte, las algas de agua dulce son poco conocidas,  siendo casi nulos los trabajos realizados en Canarias sobre ellas. 
	
      
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        | En los litorales canarios se encuentran importantes sebadales que conforman un ecosistema único para la fauna marina. (CGC) | 
       
     
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	Briófitos 
	Los briófitos incluyen la mayoría de las  especies llamadas vulgarmente ‘musgos’.  De color verde, por lo general, son frecuentes en los lugares más húmedos o  sombríos de los bosques, pero pueden encontrarse desde los litorales a las  cumbres más altas. Las hepáticas,  que también se estudian en este conjunto, se caracterizan por sus talos más  aplanados, predominando las formas bifurcadas en horquilla. 
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	Líquenes 
	Los líquenes forman un conjunto  aparentemente más homogéneo pero de difícil estudio. Los existentes en Canarias sobrepasan las 1.000 especies y  viven en los medios más diversos: fondos marinos, maderas, hojas, tierra, etc.  Presentan formas diversas, agrupadas en: fruticulosos (se asemejan a pequeños  arbolitos que llegan a tener 10 centímetros de altura), crustáceos (más o  menos fijos a las rocas y de talos planos) y foliáceos, adquiriendo formas  laminares más o menos anchas. Son muy llamativos por su colorido y a veces por  hallarse en gran número sobre árboles a los que llegan a cubrir totalmente,  formando las conocidas ‘barbas de  capuchino’. 
	
	   
	
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	Helechos 
	Los helechos incluyen un curioso grupo de  50 especies diferentes, con formas tan curiosas y bellas como la ‘tostonera’ o algunas especies  medicinales como la ‘doradilla’.  Viven en hábitats muy diversos: grietas áridas en zonas de cardonales o fisuras  en las cumbres más altas. Sin embargo, la mayoría de ellos prefieren el  ambiente sombrío y húmedo de los montes de laurisilva y faya-brezal. 
	Entre  las especies más importantes destacan los culantrillos,  que se pueden encontrar de forma frecuente cerca de las zonas de reserva de  agua, e incluso en los verdegales, el culantrillo  negro (Asplenium onopteris o A. adantum-nigum), la hierba candil (Asplenium hemionitis), la cochinilla (Davalia canariensis)  y el helecho de cristal (Trichomanes speciosum). 
	
      
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        | Las comunidades de helechos más importantes las  encontramos en los montes de laurisilva. (MC) | 
       
     
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