Desde que las Islas fueron ocupadas por los pueblos aborígenes, diversos árboles y plantas de pequeño porte, que en su mayoría eran completamente desconocidas para ellos, comenzaron a experimentarse para obtener de ellas algún uso más o menos inmediato. Los canarios de la etapa prehistórica aprovechaban muchas especies vegetales no sólo como alimento, sino también para fabricar instrumentos útiles para las labores de caza y recolección, como pueden ser lanzas, cestones, etc.
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Durante muchos años, la explotación incontrolada de nuestros montes llevo a la desaparición de extensas áreas de bosques. (CGC) |
Con la Conquista y colonización, los montes canarios sufrieron una gran explotación, seguramente, mucho mayor que la de los aborígenes. La necesidad de roturar tierras para cultivos, la puesta en marcha de la industria azucarera, la construcción de casas, la fabricación de muebles y embarcaciones, etc. llegaron a arrasar por completo extensas áreas de bosques.
En la actualidad, el uso de especies vegetales por parte del hombre, está mucho más controlado y reducido, especialmente las forestales. La declaración de Espacios Naturales Protegidos, ha contribuido a mitigar el problema de la 'sobreexplotación' de muchos recursos naturales. Sin embargo, sí ha aumentado el uso medicinal que se hace de muchas plantas.
La Madera
Las diversas maderas que abundan en las Islas (exceptuando la escasez de bosques de Fuerteventura y Lanzarote) han tenido diversos aprovechamientos y han proveído de leña a toda la población hasta el uso reciente de combustibles gaseosos o líquidos (gas butano, petróleo, etc.).
La madera, especialmente la tea del pino, era el material básico para muchas actividades, entre ellas, la construcción de barcos, ingenios azucareros, carreteras, balcones típicos, celosías, etc. Así mismo, fue destacable su uso en la construcción de cabañas (sobre todo pastoriles). También se utilizaba como combustible para el funcionamiento de pequeñas industrias, como la del azúcar, que fue uno de los principales pilares de la economía canaria durante los primeros años tras la Conquista. Por otro lado, tuvo su importancia en algunas épocas, la elaboración de brea y otros productos de los pinos canarios. Para ello se construyeron hornos especiales en los que se quemó gran cantidad de maderas.
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La madera fue un material básico para la arquitectura tradicional canaria. Balcones de la avenida marítima de Santa Cruz de La Palma. (AHSCP) |
En cambio, para fabricar armas, muebles, herramientas agrícolas y otros instrumentos como horquetillas, usaban más las especies del monteverde (follao, palo blanco, barbuzano, laurel, aderno, acebiño o naranjero salvaje). La madera del brezo, también del monteverde, fue una de las más utilizadas para hacer el carbón. En la actualidad, el uso de maderas nobles, donde además de las especies citadas podemos nombrar también la sabina y el cedro, está controlado.
Las plantas: alimento y medicina
La peculiar situación geográfica del Archipiélago y su benignidad climática lo han convertido en un auténtico vergel en el que moran infinidad de especies vegetales. Algunas plantas ya fueron utilizadas desde tiempos desde los aborígenes, porque sus características proporcionaban algún tipo de alimento a los primeros pobladores. Así, consumían productos que aún hoy se siguen empleando, sobre todo, los frutos de especies como el bicacarero, el mocán, el madroño, la faya, las zarzas, las palmeras, el drago, etc.
Aunque se desconoce casi totalmente el empleo de plantas medicinales por parte de los aborígenes, sin embargo hemos de suponer que el conocimiento de estas plantas como remedios caseros proviene de aquellos tiempos, ya que se trata de plantas que sólo vivían en Canarias y que eran nuevas para los conquistadores.
Las crónicas sólo hacen referencia a una bebida que llamaban 'chacerquén' o 'charcequén', que los guanches obtenían después de fermentar el fruto del mocán (conocido como 'yoyas'), y que tenía propiedades medicinales y estimulantes. Y la otra referencia es a la célebre sangre de drago, con la que también se realizaban pócimas curativas (para heridas bucales o para fortalecer las encías) y esotéricas.
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El fruto de las zarzas, el cual se consume en la actualidad, ya era también conocido por los aborígenes. (SG) |
Hoy por hoy, el número de plantas empleadas en Canarias con fines medicinales es bastante elevado. Algunos ejemplos de plantas medicinales son:
Aloe vera: Empleada para problemas de acné, celulitis, quemaduras, soriasis, problemas musculares, úlceras y problemas intestinales.
Brezo: Además de sus muchos usos agrícolas, sus hojas y flores sirven para regular el colesterol, mejorar el funcionamiento del riñón y reducir la hinchazón de las picaduras de insectos.
Follao: Sus flores tienen propiedades antifebriles, antirreumáticas y purgantes.
Hierba luisa, poleo, limonero o vinagrera: Para calmar los vómitos.
Manzanilla y anís: Para problemas digestivos, cuyo uso está muy extendido no sólo en el Archipiélago.
Las hojas de eucalipto, el tomillo, malvavisco, amapola o la borraja, entre otras, sirven para curar catarros, males de garganta, gripes, etc.
Con la ruda y la salvia blanca podemos combatir los síntomas de la fatiga y el cansancio.
Sauco: Para curar eczemas y para calmar la tos.
Tabaiba dulce: Sus propiedades más conocidas son las de fortalecedora de las encías, emoliente y salivatoria. También es un antídoto para los efectos del látex cáustico del cardón y la tabaiba amarga.
Curiosidades
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Insecto de la cochinilla. (SG) |
Algunos de los usos más extendidos en las Islas es el de condimentar las comidas con algunas de estas plantas (especias), como el tomillo, la matalahúga (fruto del hinojo) o las hojas de laurel.
Otras fueron utilizadas para teñir tejidos, como es el caso de la orchilla o de la propia sangre de drago. De las tuneras se extraía el insecto de la cochinilla, que también se utilizaba como tinte en los tejidos y en torno a la cual se creó una intensa actividad económica en el siglo XIX.
El mundo de las costumbres y tradiciones canarias también está relacionado con el medio natural. Así, si pensamos en el timple canario, tendremos que asociarlo al sanguino (Rhamnus glandulosa), otra especie del
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Los frutos del madroño eran ya citados en la leyenda de El Jardín de las Hespérides. (AS) |
monteverde, de cuya apreciada madera se construye este instrumento musical. Por su parte, las varas rectas y flexibles del follao, barbusano, palo blanco y acebuche se han usado en el tradicional juego del palo, y la del acebiño y el pino canario, para elaborar las lanzas de pastor y superar los desniveles del terreno.
Finalmente, otra curiosidad histórica es el uso otorgado hace ya muchos siglos al fruto del madroño. Este pequeño fruto, de unos 2,5 cm y color anaranjado, era citado en la leyenda griega El Jardín de las Hespérides como la 'manzana de oro macizo', capaz de otorgar, incluso, la vida eterna. Hoy en día, con un fin menos ambicioso pero más práctico, se hacen con él sabrosos licores.
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