Los animales domésticos relacionados con el mundo rural, aunque englobados dentro de los mamíferos, merecen una mención aparte. Desde que las Islas fueron pobladas en tiempos de los guanches, los animales del campo han tenido su importancia en la economía isleña. Lejos de poseer los avances tecnológicos que existen hoy en día, a lo largo de la historia, el canario ha tenido que agudizar su ingenio para poder subsistir. Por ello, se han valido de sus ‘bestias’ para la agricultura y del ganado para la obtención de productos de consumo y venta.
Ya los aborígenes canarios eran pastores, principalmente de cabras. Las trasladaban de la costa a la cumbre a lo largo de todo el año, teniendo en cuenta el ciclo natural y crecimiento de los pastos. Tras la Conquista, se fueron introduciendo otros animales para las labores del campo, como burros y caballos. Se han aprovechado por su docilidad, agilidad, fuerza y resistencia, y hasta que aparecieron las máquinas (segunda mitad del s XX), ellos fueron los camiones, arados o grúas del hombre.
En Canarias, debido a su aislamiento y sus peculiares condiciones climáticas, se han desarrollado unas razas propias de animales de campo, las cuales las podemos englobar de la siguiente manera:
CABRAS
Las cabras están dentro de los mamíferos domésticos más relevantes a lo largo de la historia de Canarias, imprescindibles en la vida de los pobladores prehispánicos de las Islas. Están vinculadas a la producción de carne y de leche, con la que se elaboran el queso y otros productos lácteos. También se aprovecha su piel, que en determinadas razas están muy cotizada. Cuando nacen, se denominan ‘baifos’ o ‘cabritos’, y se alimentan del beletén o ‘calostro’ de su madre (leche de los primeros días tras el parto). En Canarias existen tres razas autóctonas: la cabra tinerfeña, que a su vez se divide en dos subtipos, la del norte y la del sur, la cabra palmera y la cabra majorera.
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OVEJAS
Las ovejas son herbívoros domésticos destinados, fundamentalmente, a la producción de carne, leche y lana. En ocasiones se crían determinadas razas sólo para la producción de lana y de estiércol. En Canarias, encontramos diferentes razas, la oveja canaria, la oveja palmera y la oveja canaria de pelo.
La oveja canaria es producto de la fusión de la oveja aborigen, carente de lana, con razas peninsulares y portuguesas. Su sistema de explotación es el tradicional de pastoreo en rebaños, y goza de gran facilidad para adaptarse a los microclimas isleños. Básicamente, se utiliza para la producción de queso, y tiene un color que varía desde el blanco al marrón, o con manchas.
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| Oveja canaria de pelo recién esquilada. (SG) |
Por su parte, la oveja canaria de pelo, con cierta tendencia al engrasamiento, se alimenta de los subproductos agrícolas, y es destinada principalmente a la producción de lana y estiércol.
El interés principal de la oveja palmera radica en la producción de lana, con la que se confeccionaban antiguamente telas y prendas de vestir, siendo así mismo apreciada la carne de carnero, de gran calidad. Esta raza ha visto considerablemente reducida su presencia por la llegada de fibras sintéticas y la importación de ovejas, más productivas en leche, procedentes de otras Islas.
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VACAS
En el Archipiélago se pueden encontrar dos razas autóctonas de vacas, cuya importancia, se ha visto mermada con el paso de los años debido a la introducción de razas foráneas.
Por un lado, se encuentra la vaca canaria. Su población ha disminuido con el paso de los años debido a la competencia de vacas foráneas, ya que éstas producen más leche. La práctica del arrastre de ganado, las romerías y las asociaciones de ganaderos, han recuperado poco a poco esta especie. Su presencia es notable en Tenerife y, especialmente, en Gran Canaria.
Otra raza destacada es la vaca palmera, cuya población se reduce a unos 400 ejemplares distribuidos por la zona norte de la isla bonita. Se utiliza para consumir su carne, y en los deportes tradicionales de exhibición.
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| Ejemplar de vaca canaria. (CGC) |
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BURROS
Los burros o asnos son utilizados para el trabajo de carga, especialmente en zonas escarpadas, gracias a su agilidad. Hay que tener en cuenta la relevancia que tuvo este animal en el pasado, ya que antes de que se construyeran carreteras, eran el medio de transporte para desplazarse de un lugar a otro de las Islas.
Es de destacar el burro majorero, descendiente del Equus asinus africanus, está emparentado con las actuales poblaciones asnales del norte de África. El número de ejemplares de esta raza autóctona ha disminuido debido a la mecanización del trabajo agrícola. Se caracteriza por su rusticidad y su capacidad de adaptación al medio en el que se encuentra.
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CERDOS
El cerdo es un animal fundamental en la alimentación de la sociedad occidental. Entre las diferentes razas, en el Archipiélago destaca el cochino negro canario, también conocido como ‘cochino canario’ o ‘cerdo negro canario. Se cree que procede del norte de África y que está en las Islas desde que llegaron los aborígenes canarios, hace más de 2.500 años. Éstos ya comían su carne, vestían su piel, usaban su manteca para conservas y sus huesos para los útiles. Es de menor tamaño que el cerdo común, de color negro y está muy bien adaptado a las condiciones climáticas del Archipiélago.
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| Cochino negro canario con sus crías. (TB) |
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ABEJAS
El Archipiélago cuenta con una raza autóctona propia, la abeja negra canaria, escindida hace unos 200 mil años de un brazo común de la abeja africana, y que ha desarrollado unas características genéticas que la hacen única. Está presente en todo el Archipiélago. La progresiva importación de otras razas foráneas, ha ocasionado un grado de hibridación que varía en cada Isla, siendo La Palma la que conserva la mayor pureza en la raza autóctona de abejas.
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PERROS
El perro, no se puede considerar un animal propio del mundo rural en cuanto al papel que desempeña en las labores agrícolas, pero Canarias, posee tres razas autóctonas de este animal que merecen una especial mención. Por un lado, el conocido presa canario. Se trata de un perro de temperamento firme, hábil y luchador, cuyo resultado es el cruce del perro majorero con perros traídos a las Islas. Se utiliza especialmente para la guarda y defensa, y antiguamente también para la conducción del ganado vacuno.
El perro majorero, originario de la isla de Fuerteventura, y también conocido como bardino, es muy parecido físicamente al presa canario, pero con franjas atigradas. Se trata de un perro tipo pastor, aunque sin menospreciar su función de guarda y defensa.
Por último, cabe mencionar al pastor garafiano. Se trata de un perro oriundo del norte de La Palma, tranquilo y reposado, pero muy activo en el trabajo, siendo su aptitud fundamental el pastoreo. Además, también es utilizado como un fiel animal de compañía.
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