El municipio de La Laguna, aunque sobre todo su capital, cuenta con numerosas curiosidades y leyendas que aumentan aún más su interés. Muchas leyendas pertenecen al imaginario colectivo y eran contadas por los mayores para asustar a los chiquillos en previsión de que puedan perderse, pero la mayoría los sucesos curiosos son reales, aunque se adscriben a los primeros siglos de la ciudad, cuando Canarias era un codiciado terreno para los piratas, o antes cuando el Adelantado aún vivía en la ciudad que fundó. Otros sucesos, sin embargo son más recientes y algunos, como el trágico accidente aéreo en el aeropuerto de Los Rodeos ocurrido en 1977 pertenece a esa historia negra. Sin embargo, haremos breves comentarios de algunos sucesos, leyendas y personajes relevantes dentro de la historia del municipio, si bien su capital, la para muchos magnética San Cristóbal de La Laguna, es la que tiene un mayor protagonismo.
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Cuentan que la curva que presenta la Calle de La Carrera se debió a un conflicto entre la iglesia y el Adelantado. (DL) |
De esta manera, es muy conocido el pulso de poder entre el Adelantado y la Iglesia que motivaría la famosa ‘curva de la calle de La Carrera’, (confeccionada adrede por Fernández de Lugo para no ver la iglesia de la Concepción desde su casa) o el caso de las sudoraciones milagrosas del cuadro de San Juan Evangelista existente en la iglesia de La Concepción, o por ejemplo el trágico idilio de un noble de los Nava y Grimón y una monja de clausura que residía en un convento de la ciudad, Sor Úrsula. Pero más allá de estas historias, es preciso hacer mención a que el propio planeamiento de la ciudad capital del municipio, contemplado como un tablero de ajedrez, no sólo tiene validez por ser un modelo de ciudad precursora y por ello Patrimonio de la Humanidad, sino que también hay quien afirma que su confección está íntimamente relacionada con el funcionamiento de los planetas, y que Fernández de Lugo quiso hacer de ella una especie de talismán, aspectos que le atribuyen una aura mágica.
La memoria de un pueblo: El lago de La Laguna
A pesar de que en la actualidad sólo se puede conocer su existencia cuando tienen lugar grandes lluvias y el terreno se inunda, en la ciudad de La Laguna, no hace mucho tiempo existía un pequeño gran lago o una gran laguna, la cual hace referencia a su nombre. De hecho, además del clima húmedo y de su posición en el centro para protegerse de los piratas, uno de los motivos para designar capital a la ciudad fue que tenía en su haber ese gran embalse natural, el cual sería utilizado para el uso humano. Su presencia responde al hecho que se encontraba en una hondonada endorreica, en donde el agua recibida por los afluentes de los barrancos no podía filtrarse debido a los materiales subterráneos, lo que dio lugar, con el paso de miles de años, a un gran humedal que se veía favorecido por la presencia de una gran vegetación colindante. Dicha laguna fue disminuyendo de tamaño progresivamente, aunque desde el primer momento sufrió un retroceso debido a la roturación del bosque colindante. De la misma manera, fue utilizada tanto como abrevadero para las especies ganaderas, como consumo para la población y como aporte hídrico para las fincas de cultivo. Pese a eso y pese al crecimiento urbano, la laguna seguía estando bien presente hasta que en el siglo XIX (concretamente en 1837) tuvo lugar una obra de ingeniería que supuso la apertura del canal de desagüe del lago.
La leyenda de los dos hermanos
Finalizando el sendero que va desde el caserío de Chinamada hacia la Punta del Hidalgo, se puede encontrar un enorme roque sálico que aparece resquebrajado por la mitad, dando lugar a una bicefalia. Recibe el nombre de Roque de los Dos Hermanos debido a que, tal y como afirma la triste leyenda, dos hermanos guanches que se amaban en secreto se lanzaron desde lo más alto del mismo para acabar con sus vidas en el agua, debido a la imposibilidad de su amor. Cuentan que debido a la tristeza, el roque se partió en dos, dejando como testigo de ese acto dos roques en uno, como un recuerdo imborrable de una relación que no pudo acabar de la mejor manera.
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El conocido Roque de los Dos Hermanos responde a una leyenda guanche de consecuencias trágicas para sus protagonistas. (SG) |
El paraíso terrenal
Como se sabe, durante muchos siglos se tuvo la creencia de que las Islas Canarias eran en realidad el Jardín de las Hespérides descrito en la literatura clásica, y de hecho, muchos de los nuevos pobladores procedentes de España, una vez realizada la conquista, creyeron haber encontrado aquí el paraíso terrenal. En una sociedad tan supersticiosa y dependiente de la Iglesia, muchos mitos y leyendas se mezclaron y se llegó a pensar, incluso por individuos cultos que en Tenerife se hallaban los restos del continente Atlántida, descrito por Platón. Otros memorizaron las profecías de unos profetas del Antiguo Testamento que prometieron una tierra paradisíaca, un refugio en el oeste, en donde estaba localizada La Laguna. En dicha tierra existían numerosos animales y ejemplares de árboles que no se veían en Europa.
La célebre obra de Bosco titulado "El Jardín de las delicias", (1503 y 1515), representa el paraíso (terrenal), en el que se puede descubrir una sorpresa. En el lado izquierdo, entre muchas criaturas exóticas, aparece un drago canario. Probablemente, e influidos también por la opinión de los guanches, convencidos de las cualidades mágicas y curativas de las hojas y ‘sangre’ del drago, algunos de los inmigrantes españoles creyeron reconocer en ese vegetal tan único y singular cuya apariencia es tan distinta de la de todos los árboles conocidos en Europa, el árbol de la vida mencionado en el Apocalipsis de San Juan cuando describe el paraíso después del Juicio Final.
Y de hecho, tanto en la Plaza de la Catedral de La Laguna, como en la Plaza del Adelantado y otras plazas de la capital cultural de Canarias, un ejemplar de ese exótico ‘árbol de la vida’ domina el espacio, si bien, esta creencia se ha ido desvaneciendo con el paso del tiempo.
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En la época de la Grecia Antigua, Canarias fue considerada el Jardín de las Hespérides, y tal mito sobrevivió hasta la conquista y posterior colonización de los castellanos. (MHT) |
El pirata Amaro Pargo y su relación con Sor María de Jesús
Uno de los personajes más interesantes de La Laguna es el pirata Amargo Pargo (en relación al pez con el que se comparaba y que tanto admiraba por su libertad en el mar) el cual nació el 3 de Mayo de 1678 en La Laguna y falleció el 4 de octubre de 1747 a la edad de 69 años. De él se conocen muchas hazañas, que tuvo un hijo con una cubana a la que conoció en uno de sus tantos viajes de saqueo y negocios, que vivió largas temporadas fuera de la Isla, que asesinó, robó y realizó contrabando (en La Punta del Hidalgo se llevaron varios negocios). Se afirma que fue capitán de cuatro navíos y que acaudaló una gran fortuna gracias a sus tratos comerciales y a sus abordajes a otros buques, hecho que le permitió tener grandes haciendas y propiedad, entre las que se encontraban cuatro casas de la ciudad de La Laguna. Pero quizás uno de los aspectos más interesantes de su vida es que con el paso de los años se fue convirtiendo en una persona cada más devota y generosa, y más interesada en acabar con la pobreza (donó buena parte de su fortuna a niños huérfanos y a encarcelados). Cuenta la leyenda que todo este cambio de conducta se vio motivado por la íntima relación que mantenía con la monja Sor María de Jesús ‘la Siervita’, la cual era su confesora personal, a la que respetaba y admiraba como a una amiga y una santa.
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Las costas de La Punta del Hidalgo sirvieron de refugio al c�lebre Pirata Amaro Pargo. (SG) |
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Hay datos históricos que afirman que con el paso de los años sus visitas a su consejera y amiga eran cada vez más frecuentes, hasta el punto que no emprendía ninguna empresa sin obtener previamente su aprobación. De igual manera, a medida que envejecía su vida se acercaba más a la ciudad y se alejaba más de la mar, hasta el punto de que intervino en la vida pública y en reuniones decisivas no en calidad de capitán sino como ciudadano. No cabe duda de que buena parte de esa devoción y esa conducta amable es resultado de su relación con la religiosa. De hecho, el fue testigo de uno de los milagros de Sor María, cuando estando el pirata en Cuba fue asaltado a punta de cuchillo, y en el momento antes de que le clavaran la daga intercedió, a través del fenómeno de la bilocación, la célebre monja. La muerte de su amiga impactó en Amaro, siendo el encargado de costear el magnífico sarcófago en donde se conservan los restos de la Siervita. De igual manera, el fue uno de los testigos de la incorruptibilidad de la monja cuando tuvo lugar en el convento un intento de traslado cuerpo de la monja.
Sor María de Jesús, la monja incorrupta
Sor María de Jesús es uno de los personajes más llamativos de la historia del municipio lagunero, en la medida que posiblemente se convierta en una santa. Nacida en el Sauzal en 1647 y fallecida con 87 años de edad, la vida de la religiosa está llena de milagros y curaciones a enfermos, contando también con diversos episodios premonitorios, junto a un curioso sueño tras el cual desarrolló un estigma en el costado y una más que posible bilocación atestiguada por el famoso corsario Amaro Pargo, además de algunos escritos místicos estudiados por sus biógrafos y custodiados por las monjas. A pesar de haberse dado episodios de apariencia sobrenatural por sí solos significativos, estos posiblemente no habrían trascendido de no ser por confluir con el de la incorruptibilidad de su cuerpo, descubierto a los tres años de haber sido sepultada. Cuentan los textos que poco antes de morir cayó en éxtasis, conservando el pulso y las pupilas claras más de 24 horas, emanando sangre fluida al hacer algún corte, y un líquido transparente que mantuvo su fragancia a jazmín hasta varios años después. En enero del año 1734, cuando se procedía al traslado de los restos, se descubrió que permanecía intacto, con las ropas empapadas, flexible, con su color natural, dándose la circunstancia incluso de que un trozo de carne que le quitó una religiosa conservado en un relicario parecía haber crecido de forma inexplicable.
Este 15 de febrero, fecha en la que falleció la monja, se abren las puertas del convento para mostrar este gran milagro. Miles de personas, en su inmensa mayoría fieles creyentes, desfilan a escasos metros de distancia del vistoso sarcófago en el que se conserva el cuerpo incorrupto de la monja Sor María de Jesús. Una cubierta de cristal permite contemplar el cuerpo de la religiosa revestida de sus hábitos, dejando al descubierto las manos y un rostro por el que no parece haber pasado el tiempo…Sin embargo, ¡276 años la contemplan!
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En el convento de Santa Catalina se conserva el cuerpo incorrupto de Sor María de Jesús, ‘La Siervita’. (DL) |
El fantasma de Catalina Lercaro
Una de las leyendas más llamativas y misteriosas que encierra la ciudad de La Laguna es la del fantasma de Catalina Lercaro, una joven que falleció a finales del XVI y que según afirman varios testigos sigue presente en su casa (La casa Lercaro), el actual Museo de Historia de Tenerife. Son varias las personas que afirman haber oído voces o haber visto un espectro circular por las dependencias de las instalaciones, aunque quizás el suceso más extraño es las reiteradas escuchas de pasos en el piso superior del edificio, cuando no se encuentra más que un único empleado haciendo la guardia en el recinto.
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Tras los muros de la Casa Lercaro, en la parte trasera de la vivienda, existe un pozo tapiado donde se afirma que Catalina Lercaro se arrojó el mismo día de su boda. (MHT) |
Pero esta historia nace hace ya varios siglos, a finales del siglo XVI, cuando el noble Antonio Lercaro vivía en esa casa con su familia y su hija Catalina. Tal y como era costumbre en la época, le obligaron a contraer matrimonio con un hombre de avanzada edad, por lo que, al ver que su futuro no podía ser cambiado, decidió quitarse la vida arrojándose el mismo día de su boda a un pozo de la parte trasera de la vivienda, el cual se encuentra en la actualidad tapiado. La leyenda apunta a que el cuerpo de Catalina está enterrado en una de las estancias de la casa, debido a que, al haberse suicidado, la Iglesia se opuso a que recibiera cristiana sepultura en un cementerio. Es por ello que muchos afirman que su alma aún se encuentra deambulando por la casa.
Afirma la historia que estos hechos motivaron que la familia Lercaro se trasladara a vivir a La Orotava, lo que se debió, según el comentario popular, al deseo de huir de la vergüenza de no llevarse a cabo la boda, a la pena por la muerte de la joven y a los comentarios que se levantarían en la ciudad. Es probable que hasta huyeran por el alma atormentada de Catalina, según ha destacado un estudioso de los fenómenos paranormales como Héctor Pérez Fajardo.
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