Por antonomasia, La Laguna siempre ha sido un municipio con gran tradición agrícola, de hecho, desde el S. XVI, cuando fue designada la capital de la Isla por los castellanos, uno de los argumentos que se esgrimieron para empezar a poblarla era la riqueza de sus suelos y la presencia de una humedad que permitiría cultivar productos agrícolas. Desde aquel entonces hasta la actualidad, el municipio ha desarrollado una actividad agroganadera que se refleja en su variopinto paisaje agrícola, desde Anaga (con localidades como El Batán o Las Carboneras) hasta la comarca de Tejina y Valle Guerra, pasando, como no, por ese extraordinario vergel que es la vega lagunera.
Este marcado carácter rural, que siempre ha estado presente en La Laguna, es además, un factor fundamental en la historia económica del municipio. La actividad agrícola ha supuesto unos importantes ingresos económicos a lo largo de la historia, debido a la amplia gama de productos cultivados y su comercialización en el mercado isleño.
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El municipio lagunero conserva todavía un marcado carácter rural, que se refleja especialmente en los caseríos dispersos por el Macizo de Anaga. (DL) |
En el censo de 1999, aún conservaba el estatus de municipio con mayores tierras labradas de todo Tenerife, con 1676 hectáreas. Hoy, diez años más tarde, esta tónica sigue presente, a pesar de que se hayan reducido tanto la población activa en este sector, que hoy sigue vendiendo sus productos en el mercado de La Laguna, como el total de tierras cultivadas.
En la actualidad, núcleos como los de de Jardina, Las Mercedes, El Ortigal, Los Baldíos, Valle Guerra o Tejina, mantienen un paisaje agrícola, con amplios campos de cultivo, entre los que se encuentran tanto cereales, frutales, tomates, numerosas hortalizas y viñedos, así como las extensas áreas de plataneras e invernaderos dedicados a plantas ornamentales.
En cuanto a la ganadería, ésta sigue estando bien presente, aunque con menos vitalidad que antaño. En el último censo, La Laguna se encontraba en los primeros puestos del Archipiélago en cuanto a cabezas de ganados totales y a número de granjas. Destacan principalmente las de aves, las de vacas y las de cabras, las cuales aún se pueden ver pastando en el extenso valle de Jardina o en los pequeños caseríos de Anaga.
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