Playas de arena negra y callaos, piscinas naturales, y fondos marinos de especial belleza, definen el litoral municipal. A pesar del carácter rural que en muchas ocasiones se le atribuye al El Rosario, el municipio cuenta con excelentes rincones en su costa dignos de una visita. Se trata de lugares turístico-residenciales, complementados con una gran variedad de oferta en ocio y restaurantes.
Playa de La Nea. Compuesta por arena y callaos, se ubica entre los núcleos de Boca Cangrejo y Radazul. Se trata de la playa de mayor longitud del municipio, unos 300 metros. Está abierta al mar pero al resguardo de los vientos alisios. Posee un moderno paseo que la bordea, junto con jardines y una zona de servicios. Durante la víspera de San Juan, la noche del 23 de junio, es común que el cielo de la Nea se ilumine por las maravillosas hogueras que se realizan en la playa.
Puerto deportivo de Radazul. Este puerto, con una capacidad de 100 atraques, se ha convertido en uno de los lugares más apreciados para de los amantes de la náutica en Tenerife. En él, se desarrollan pruebas deportivas, tanto a vela como a motor. Se trata una infraestructura que se ha visto favorecida por el espectacular desarrollo de la urbanización. El equipamiento de esta zona se completa con un flamante club náutico y diversos establecimientos hosteleros. Además, la costa de Radazul también ofrece diferentes atractivos para la práctica del buceo.
El litoral de El Rosario
13.1. El litoral de El Rosario.
Playa y piscina de Tabaiba. En el núcleo costero de Tabaiba, existe una pequeña playa, formada por callaos, de unos quince metros de largo. Junto a ella, existe un paseo que la une con la playa del Moro. Ésta última, encajonada en el acantilado, es un poco más grande, de unos cincuenta metros. Por otra parte, al igual que ocurre en otros muchos puntos de la Isla, se ha recurrido a la construcción de piscinas, aprovechando la existencia de charcos en la línea de costa. De esta forma, Tabaiba cuenta con una excepcional piscina natural.
El Varadero. Se encuentra situada en el núcleo poblacional del mismo nombre, un conjunto de casas de veraneo ubicadas en la desembocadura del barranco de El Rosario. Se trata de una pequeña playa de arena y callaos, de unos 15 metros de longitud. Es una zona abierta al mar y protegida por un pequeño espigón basáltico, producto de una colada que llegó hasta la costa, utilizado como embarcadero. La existencia de pequeñas barquillas en la playa, le dan cierto toque marinero a esta zona. |