Existen en Canarias medios curativos populares de los que Candelaria no es ajena. Entre sus gentes existían personas capaces de remediar las enfermedades de la población. Era la Casa de la Curandera Dª Antonia Tejera, conocida como 'la iluminada de Candelaria', el lugar donde acudían los habitantes de Candelaria y de toda la Isla a remedirá sus enfermedades o males como por ejemplo el mal de ojo.
Los curanderos/as, al igual que los vecinos de la localidad y debido a la falta de médicos y asistencia sanitaria, eran sabedores de las propiedades curativas de muchas de las plantas presente en la localidad. Según los relatos estos curanderos solían ofrecer sus curas en lugares específicos como las cuevas de `Chacoche´ muy cerca del barrio de Igueste de Candelaria.
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11.6. El medio natural de Candelaria siempre ha sido un recurso indispensable. La población ha sabido obtener de él numerosas plantas con el fin de poner remedio a sus enfermedades.(JJ) |
Entre un sinfín de plantas curativas nombraremos el tomillo, la salvia, el acebuche, el pino canario, el eucalipto, la ruda, la magarza, la albahaca, el bejeque o verode (el jugo de las hojas se aplica exteriormente para sanar callos, llagas e inflamaciones de la piel. La planta entera es útil, en forma de zumo o cataplasma), cardoncillo (el zumo de sus tallos se ha usado tradicionalmente para cicatrizar heridas externas.), el castaño, el codeso, el almácigo, etc.
Se suman las que eran utilizadas desde la etapa aborigen como remedios frente a las enfermedades; la tabaiba dulce, el cardón, el drago, el mocán, etc. También se le atribuye algunas propiedades curativas a los productos alimenticios que se producen y elaboran aquí, como la miel, el gofio o el vino.
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