A pesar del aumento de la actividad comercial y turística, Tacoronte sigue siendo un municipio de marcado carácter agrícola. El policultivo de secano es la característica principal de la organización del espacio cultivado, mientras que la viticultura aparece como la actividad principal desde los primeros años noventa del siglo pasado, en donde se comenzó a dar mayor importancia a las viñas que en la actualidad se presentan en gran parte del municipio. Muestra de ese éxito es la incuestionable calidad de los caldos de la zona, pertenecientes a la Comarca de Acentejo, posiblemente los mejores vinos tintos de la Tenerife, tal y como lo refleja los numerosos premios recibidos en diferentes certámenes.

De igual manera, es preciso destacar el papel desempeñado por el mercadillo del agricultor, situado en el barrio de San Juan, el cual se erige como otro de los puntos clave del municipio. Se trata de un lugar de encuentro en donde se dan cita los agricultores para ofrecer y comercializar sus propios productos ya cosechados al consumidor, favoreciendo con ello el éxito de las prácticas agro-ganaderas.

12.1. El mercadillo del agricultor es punto de encuentro y unión entre agricultores, ganaderos y vecinos y uno de los estandartes más relevantes del sector primario de Tacoronte. (JJ)

La agricultura

Existe una gran diversidad de productos agrarios en todo el municipio, desde las plantas ornamentales (las cuales ocupaban más de 36 hectáreas en 2009) hasta las hortalizas (más de 38 hectáreas del total), en donde las cebollas son predominantes.

Por lo demás, en las zonas más elevadas destaca la asociación frutales-viñas, mientras que en las zonas de medianías es el binomio papas-viñas lo más característico. Dentro las papas se encuentran las tempranas y extratempranas, ocupando más de 30 hectáreas en total, mientras que el total de viñas se expanden en casi 600 hectáreas, demostrando un excelente estado de salud que se ve reflejado en los caldos de la zona.

Dentro de los cultivos herbáceos también es preciso destacar la existencia de cereales, en donde el millo resulta el producto más plantado, además de las leguminosas y las plantas forrajeras. Históricamente, en las zonas de costas las plataneras jugaron un papel importante, pero con el desarrollo urbanístico y el declive de la exportación platanera, ésta se encuentra en retroceso, aunque en la actualidad presentan más de 28 hectáreas totales.

La ganadería

Como ocurre en la mayoría de los municipios de la Isla, el sector ganadero no tiene el mismo protagonismo que el agrícola. En Tacoronte existen pequeñas granjas de ganado estabulado y semi-estabulado, perteneciente a pequeñas empresas o a propietarios particulares que utilizan la leche y la carne de los animales para su autoconsumo o para la venta local.

Entre las distintas especies destacan la explotación del ganado caprino y ovino, las cuales superan cada una los 300 individuos, mientras que el ganado de conejos y el porcino no tienen tanto protagonismo. Es muy común encontrar la carne y el queso de estos animales de granja en el Mercadillo del Agricultor, en los pequeños comercios locales y en los guachinches y restaurantes que se reparten en el municipio.

La pesca

Tacoronte cuenta con dos localidades, Mesas del Mar y el Pris, en donde históricamente se ha llevado a cabo una pesca artesanal con cañas e incluso con técnicas tan dañinas como los trasmallos. El Pris se erige como el pueblo de pescadores más característico del municipio, en donde se aprecia la existencia de un pescante y de pequeños y pintorescos barcos, así como una presencia importante de pescadores aficionados que practican tanto la pesca con caña como la submarina, la cual tiene restricciones legales. Entre las especies más comunes se hallan el sargo, la brota, la vieja, la morena y la corvina.

De igual manera, aún a día de hoy, en el Pris, una vez pasada la instalación de la antigua galería de agua dulce (uno de los edificios más antiguos del municipio) se puede apreciar un pequeño estanque en donde los pescadores echaban lisas pequeñas para que crecieran y, al engordar, las volvían a capturar y vendían en el varadero. Del mismo modo se observa como inteligentemente colocaron una fila de tarajales bordeando el muro del estanque, los cuales fueron plantados para proteger el salitre.

12.2. Embarcaciones pesqueras en la pequeña localidad de El Pris, en la costa de Tacoronte. (JJ)