A día de hoy, Tacoronte no posee una oferta de turismo rural especialmente fuerte que esté muy apoyada por empresas turísticas, pero ello no quiere decir que no existan notables alojamientos que se adscriban a dicha tipología turística. Si bien la mayoría de las instalaciones se encuentran en el entorno del barrio de La Estación, se localizan al menos cuatro casas edificadas según la arquitectura tradicional y con un equipamiento que hace las delicias de cualquier turista que busque el descanso. Así pues, buena parte de las casas son del siglo XVIII o XIX, encontrándose en fincas rústicas y tanto el interior como el exterior de las mismas han sido rehabilitados para poder albergar a los usuarios.
Muchas de las casa admiten animales de compañía y otras incluso, como la Casas de La Palmera, están muy avanzadas en materia de accesibilidad. Igualmente todas se enmarcan en un entorno con elementos rurales que se ve acompañado además por los jardines y las fincas que se ubican dentro de las instalaciones y que los propios huéspedes pueden utilizar. Se tratan de viviendas con muchas comodidades e incluso con instalaciones deportivas, como es el caso de la casa de La Deseada. Por lo general están para su uso de al menos una noche, aunque por ejemplo en el caso de la Casa La Begonia los usuarios deben alquilar las instalaciones por al menos un período de tres días. De todas ellas quizás la más recurrida es la Casa Rural El Adelantado, con una capacidad alojativa de ocho plazas fijas.
En definitiva, el turismo rural de Tacoronte está diseñado para el descanso y el confort en un ambiente de paisaje agrícola, en donde los huéspedes pueden o no implicarse en las labores rurales.
Otros servicios
Dentro del turismo Activo y de Naturaleza, uno de los atractivos más interesantes es el Centro de Interpretación del Bosque de Laurisilva en Agua García, el cual también cuenta con un Centro de Visitantes en donde se muestran las peculiaridades del ecosistema boscoso de la laurisilva. Del mismo modo, entre actividades senderistas existen varios recorridos, tanto por el propio Bosque de Agua García, como por el entorno costero como o el casco antiguo, en donde se pueden observar los recovecos y el patrimonio tanto histórico como natural del municipio. Asimismo, dentro del ámbito natural se encuentra el Parque Recreativo del Lomo de las Jaras, un espacio ideal para la dispersión y el ocio, con instalaciones ideales para pasar un día en el campo.
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12.4 .El Parque Recreativo Lomo de las Jaras, situada en un área de monte dentro del municipio es uno de los lugares idóneos para la distensión y el tiempo de ocio. (DM) |
Por otro lado, entre los muchos puntos de interés, merece citarse la Playa de El Pris pintoresco caserío de pescadores o la urbanización turística Mesa del Mar, en donde se pueden llevar a cabo prácticas senderistas, bañistas o de pesca. A todos estos atractivos hay que sumar la oferta gastronómica de la zona de Agua García, en donde abundan los guachinches y las tascas tradicionales, provistas de asaderos para las chuletas y pollos a la brasa.
Principales senderos del municipio
Tacoronte cuenta con una amplia red de senderos que permiten disfrutar de la costa, el monte y el propio entorno urbano. Dentro de ella destacan dos interesantes senderos de corto recorrido. Por un lado, el sendero de los Viñátigos o Guardianes Centenarios, en el monte de Agua García y, por otro, el pequeño recorrido de Mesa del Mar al El Pris, en donde en el pasado tuvo lugar una dinámica actividad comercial.
El sendero de Los Viñatigos o "los Guardianes Centenarios" es uno de los recorridos más famosos y apreciados del municipio y tiene su principal atractivo en los espectaculares viñatigos de más de cien años de edad, que algunos advierten aún más antiguo que el propio drago milenario de Icod de los Vinos. El sendero se puede hacer más grande, con una longitud de 9 kilómetros, pero en este caso nos quedamos con la versión corta.
Sendero de Los Viñatigos o "los Guardianes Centenarios"
Longitud: 1,6 kilómetros Dificultad: Muy fácil Duración: 20 minutos
El sendero se encuentra en un excelente estado para el uso público, así como ejemplarmente señalizado. Se enmarca en la zona mejor conservada del bosque a unos 800 metros de altitud.
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Comienza en el Centro de Información Patrimonial situado en Agua García para subir por la pista situada a la izquierda, hasta llegar a la primera curva, donde en la derecha se ve la entrada del sendero. A partir de aquí nos adentramos por el follaje a través de un cómodo y ancho sendero que discurre junto al barranco de Toledo, pudiendo observar toda la riqueza en variedad de especies del monteverde: vemos a ambos lados del camino más, brezos, follaos y se llega al primero de los grandes viñátigos centenarios, que destaca por su gran porte con un tronco que es de enormes proporciones y sirve de base a otros troncos (tocones) y tallos (chupones) que son sus hijos: nombrada la "caoba de Canarias" por su excelente madera, se empleaba para fabricar muebles nobles.
En su estado natural el viñátigo sirve de cobijo al helecho de batatilla y de alimento a la rata de bosque, que -literalmente- se emborracha con las propiedades alucinógenas de su savia y llega a caer desde las ramas al suelo; también roe las raíces dejando como rastro grandes huecos.
El sendero sigue serpenteando junto al barranco y ofreciendo a la vista más especies, como el naranjero salvaje que hay justo al llegar al puente de madera que atraviesa el cauce del Toledo. Se trata de una especie exclusiva de Tenerife, y posiblemente el árbol de la laurisilva más castigado por las talas en siglos pasados, debido a su blanca madera, muy querida para la elaboración de muebles. Al otro lado del puente se puede observar un haya y al único ejemplar de sauce canario que queda en Agua García.
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12.5. Naranjero salvaje (Ilex Perado). Es uno de los árboles menos abundantes en la laurisilva Canaria, debido a que la población original fue diezmada por la tala. Su madera fue muy apreciada en ebanistería y fabricación de inmobiliario. Foto obtenida en: www.floradecanarias.es |
En este interesante punto del recorrido, se ha de subir por la escalinata con peldaños de troncos a la izquierda, para acercarse, tras cruzar un segundo puente, a las cuevas de Toledo, también llamadas cuevas del Vidrio porque en ellas se extraía, todavía a mediados del siglo XX, traquita o "arena blanca", materia prima para la elaboración de vidrio (en el bosque hubo un horno para tal fin en el siglo XVI; más recientemente se hacían botellas y otras piezas en una vidriera que había en la ciudad de La Laguna). Junto a las cuevas -hoy un pequeño laberinto que atrae a los niños- se yergue el más imponente e impresionante de los viñátigos de Agua García, cuya edad está estimada en unos mil años. Tras observar las curiosas cuevas y el inigualable viñatigo es el momento de regresar sobre los pasos hasta tomar el sendero que se había dejado después de cruzar el primer puente, siguiendo su camino en un paisaje más despejado de vegetación. A partir de ahí se gira a la derecha siguiendo su serpentear para alcanzar el barranco del Salto Blanco, adentrándonos en el área recreativa de Lomo de la Jara, en donde, bajo altos pinos, se reparten mesas, fogones para cocinar y bancos, en donde los visitantes pueden estar en contacto con la naturaleza y llevar a cabo un día de almuerzo en familia.
Sendero del Pris - Mesas del Mar.
Longitud: 900 metros Dificultad: Muy fácil Duración: 20 minutos
Se trata de un sendero ancho y cómodo, de poco más de 900 metros de longitud, siendo esa la distancia que separan las localidades de El Pris y Mesa del Mar. Entre sus principales atractivos se encuentran los de carácter paisajístico e histórico, así como las riquezas gastronómicas que ofrece el entorno del Pris y de Mesas del Mar.
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El sendero comienza en la calle de La Salema y a partir de ahí, este serpentea por el delgado paso excavado en el risco de la punta del Sargo hasta llegar a la playa del Sargo, al fondo de una estrecha bahía. Una playa de callaos que en el siglo XVI dio origen al topónimo (hoy un barrio, acantilado arriba) de Puerto de la Madera ya que por aquí se embarcaban los troncos de árboles que venían del bosque de Agua García, con destino a otros pueblos de la costa norte de Tenerife y para los ingenios azucareros de la época.
Caminando por el sendero se atraviesa la playa para observar la construcción más antigua de El Pris: el edificio de una galería de agua dulce (que abastecía los cultivos de Puerto de la Madera, Valle de Guerra y Tejina) y un estanque donde los pescadores echaban lisas pequeñas para que crecieran y, al engordar, las volvían a capturar y vendían en el varadero. Una fila de tarajales bordea el muro del estanque, allí plantados porque protegían del salitre. A los pocos pasos se atrás todo ello, para ascender por el empedrado sendero.
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12.6.Costa de Tacoronte, en el camino que va desde El Pris hacia Mesas del Mar, con el Hotel en la Punta. (JJ) |
Se continua desde unos pocos metros sobre el nivel del mar, caminando por una costa plagada de vegetación característica en tierra (la lechuga de mar o servilleta, vinagreras, magarzas, cardones, tabaibas, cornicales, salados, incienso entre otros) y muchos roques, caletas y playitas donde rompe el mar (La Caleta, El Peje Verde, playa del Roque, la Baja Negra). Una vez atravesadas, se llega a la pequeña urbanización de Mesa del Mar, bajando por unas escalinatas hasta la explanada del aparcamiento, que hay que atravesar para dirigirnos, entre edificios de gran altura, a la pequeña ermita de Nuestra Señora del Carmen. A su lado se ve un túnel con suelo de asfalto.
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12.7. Playa de la Arena, la cual luce especialmente hermosa durante el verano. Al final de la misma existe un restaurante y un camping . (SG) |
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Al otro lado se encuentra la playa de la Arena, la cual, también y como advierte el topónimo es un bello entorno costero de claro predominio de la arena. Acondicionada para su uso (sobre todo veraniego), cuenta con un paseo que la recorre y zona de acampada. El paseo se prolonga más allá, por el charco Sagrero, hasta la desembocadura del barranco de Guayonje, el cual viene desde los entornos más altos del municipio. Desde aquí, si se alza la vista veremos, sobre unas terrazas de cultivo semiderruidas, una extraña casa coronada por una torre: es la finca y casa de veraneo de la familia del pintor surrealista Domínguez, conocida por ello como Castillo de Óscar Domínguez.
Por último, cabe destacar que tanto al llegar a Mesas del Mar como desde la salida del Pris se ven las numerosas casas apiñadas en el risco que son las viviendas de los pescadores, descendientes algunos de aquellos que, tiempo atrás, procedentes de la Punta del Hidalgo, fundaron el núcleo de El Pris, cuyo término actual es una derivación de la palabra "poris" o puerto, muy aplicado en Canarias.
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12.8.Casas apiñadas en el núcleo de El Porís. Cuando llegaron los pescadores por primera ocasión, lo hicieron buscando refugios naturales para sus modestos barquillos. En un principio, los pescadores del Pris, habitaron en cuevas que acondicionaron como viviendas en el acantilado, hasta que posteriormente, acabaron construyendo sus casas sobre el risco. (JJ) |
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