Ubicación: 28° 23' N 16° 35' O Superficie: 57,09 km² Localización de la Cap.: 420 metros de altitud Población: 38.015 hab.(ISTAC 2011) Densidad de Población: 657,89 hab./Km² Gentilicio: Portuense. Realejero/a Alcalde: Oswaldo Amaro Luis Administración: Actividades económicas principales: Sector primario y turismo CP: 38410 Web(varias): http://www.ayo-realejos.es Núcleos de Población: El Toscal, La Longuera, Icod el Alto, La Carrera, La Cartaya, La Cruz Santa, La Ferruja, La Grimona, La Higuerita, La Zamora, Las Llanadas, Palo Blanco, Realejo Alto, San Agustín, San Benito, San Vicente y Tigaiga.

Los Realejos está situado en el norte de la isla, en el flanco oriental del Valle de La Orotava, desde las faldas del Teide hasta la costa. Comparte frontera con La Orotava, al oeste y con San Juan de la Rambla, al este.

A la hora de conocer el municipio, saltan a la luz dos hechos claves que merecen ser destacados. El primero es haber sido el asentamiento de las tropas reales dirigidas por Fernández de Lugo, de donde procede el nombre de Realejos. Aquí se libró la última batalla de la Conquistay por las cumbres de Tigaiga se despeñó ante la perspectiva de la derrota, Bentor, el último mencey guanche.

1.1. La robusta escultura del mencey Bentor aparece en el mirador del Lance para mostrar  el momento antes, en el que muchos años atrás, el jefe aborigen está a punto de sucidarse. (D.M).

En los altos de Tigaiga, una espectacular escultura de Mencey da fe de ese momento. El otro hecho destacable  es el haber sido el lugar de nacimiento del gran historiador y erudito canario, José Viera y Clavijo, uno de los hombres más importantes de la cultura canaria, con tanta o más valía que cualquier escritor español de la Ilustración.

Pero Los Realejos es más que eso, con sus más de 38.000 (Fuente: ISTAC,2011) habitantes distribuidos desde la costa hasta la cumbre, es uno de los municipios con más encanto de la isla. Y quizás sea por la mezcla de historia, patrimonio arquitectónico, vegetación, personalidad rural y geología que posee. O quizás por la belleza paisajística y escénica que tiene en cada poro del territorio, desde la Punta del Guindaste, hasta el enorme paredón del macizo de Tigaiga, pasando por los núcleos rurales o el pinar de la Corona Forestal desde donde se contempla como en pocos lugares, al insigne y poderoso Teide.

1.2. La belleza paisajística de Los Realejos se comprueba desde muchos ángulos. La vista del mirador del Lance desde el macizo de Tigaiga es uno de ellos. (D.M)

Por otro lado, Los Realejos mantiene una clara apuesta por el turismo rural, a tenor de las múltiples casas y haciendas  restauradas para ofrecer unos servicios de primera categoría a los distintos usuarios. Igualmente, la presencia de áreas agrícolas que van desde la costa hasta las partes más altas ayudan, de igual modo, a completar esa visión “rural” que se tiene del territorio. Pese a todo no hay que olvidar elementos patrimoniales de indudable relevancia como la casa solariega “Hacienda de los Príncipes” o la iglesia del Realejo Alto, la cual fue mandada a construir por Fernández de Lugo, siendo una de las más antiguas de la isla.

Pero el municipio también cuenta de áreas protegidas y recursos turísticos de importancia. En cuanto a las áreas protegidas, destacan algunos espacios como la Rambla de Castro o el Barranco de Ruiz, de especial interés biológico y con la cada vez mayor presencia de personas que practican deportes y actividades como el senderismo. Mientras que respecto a los recursos turísticos, además de los valores culturales y naturales no hay más que acudir a las magníficas playas de El Socorro, La Fajana o los Roques, en donde surfistas, bañistas y amantes de la naturaleza acuden a partes iguales.

1.3. La playa del Socorro es uno de los referentes más importantes del municipio, al ser una playa famosa en toda la isla por su belleza y sus condiciones para la práctica del surf. (Exc.Aytmo)

Por último, si hay algo más a tener en cuenta es la unión que existe entre todos sus habitantes y las buenas relaciones que tienen lugar entre todos barrios, a pesar de los clásicos “piques” que se dan durante las fiestas. Quizás el gran y envidiado calendario festivo que posee el municipio tenga algo que ver con ello.