La cocina de los Realejos, como no podía ser de otra manera, es un fiel reflejo de lo que es la gastronomía canaria, caracterizada históricamente por el potaje, el caldo de pescado, el puchero y el sancocho, pero también por la carne, el pescado y, por supuesto, las sabrosas papas, imprescindibles en la mayoría de los casos. Así pues, el municipio no descubre nada nuevo, ya que en su cocina se puede degustar clásicos platos canarios que se han realizado de generación en generación. Son los casos del potaje de berros, el rancho, las papas arrugadas, el mojo (rojo y verde), las costillas de cerdo, la ropa vieja o las garbanzas; además de diferentes pescados como la vieja, carne de cerdo adobada, la carne de conejo, el cochinillo al horno o la crema de bubangos (calabacines). El queso, asimismo, casi nunca falta en toda buena mesa que se precie. Obtenido de la leche de cabras u ovejas principalmente, este puede ser tanto crudo como asado, duro como tierno, con o sin mojos o amasado junto al gofio. Sea como fuere, siempre será un alimento bien recibido para todo comensal canario o amante del buen comer.
También cabe destacar el ámbito de los postres y la repostería, en donde destacan numerosas recetas y platos de la cocina canaria tradicional. Los hojaldres, la leche asada, los famosos pasteles realejeros o el bienmesabe son buenos ejemplos de ellos. Como también lo son las distintas frutas que se distinguen en el municipio; el caso de los aguacates, el mango, los plátanos o los naranjos.
Por último, es preciso destacar la contribución en materia de vinos, tradicionalmente cultivados a lo largo y ancho del campo del municipio. De todos los que salen, los que alcanzan mayor fama son sobre los vinos blancos.
La artesanía
La artesanía tradicional viene aparejada, como casi siempre, a un modo de vida pasado, que consistía en sacar el máximo partido a los recursos del medio para utilizarlos en distintas labores diarias. Así por ejemplo, técnicas como la cestería o la creación de sombreros se hacían directamente de las materias primas naturales, presentes en el territorio. Sin embargo, en toda Canarias las prácticas tradicionales han disminuido con el avance de un modelo económico, en donde la oferta de productos de consumo es múltiple y diversa.
En los Realejos esta evolución no pasa desapercibida y ahora son pocos los que desempeñan labores artesanales tradicionales, existiendo por tanto pequeños negocios. Sin embargo, ello no quiere decir que no existan iniciativas que promulguen estas actividades, tal y como por ejemplo lo pone de manifiesto la Escuela Municipal, en donde imparten clases de cerámica y bordado tradicional. Asimismo, son varios los artesanos que elaboran y venden productos ejecutados mediante el arte del bordado y la cestería, sin olvidar siempre las ventas de gastronomía canaria.
Elementos artesanos y tipos de materiales
Son varios los materiales necesarios para realizar distintos elementos artesanos. En los Realejos, se aplica la tela para la elaboración de artes tradicionales canarias, de ejecución compleja y delicada, pero con notables resultados estéticos; el calado y el bordado. Ambos utilizan la tela y crean adornos y elementos domésticos, desde manteles hasta prendas de ropa. Así, el bordado sobre tela, se ha usado habitualmente en nuestras islas para el adorno de los trajes tradicionales de magos y magas, así como colchas y manteles.
La ejecución de las obras bordadas, a pesar de su aparente sencillez, implican tanto la destreza manual, como conocimientos sobre la realización de una gran variedad de puntos. En el archipiélago y en los Realejos se puede observar una importante gama, entre los que destacan el “Richelieu” (conocido como “Rechi”), el Realce, el Punto de Cruz, los Bodoques, las Presillas, los Ojetes, el Punto Perdido y el Filtiré, muy semejante al calado.
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11.1. Ejemplo de un trabajo en tela , con calados en las esquinas de la pieza. (CIT) |
Con el barro se desarrollan piezas de cerámica y alfarería tales como vasijas, jarrones o artilugios decorativos. Si bien no tiene una importante presencia dentro de los comercios de Los Realejos, si es una de las artes que se imparten en la Escuela Municipal. Finalmente, la cestería que hoy en día se ve en el municipio dista mucho de ser la labor doméstica de antaño, de manera que en la actualidad se dirige básicamente al comercio como piezas turística. Pese a todo, esta sigue manteniendo los patrones y los materiales tradicionales, como el mimbre o la vara. |