El paisaje urbano ha sepultado la gran mayoría del paisaje natural preexistente en el Puerto de la Cruz. En la actualidad, la presencia de especies vegetales y animales está reducida a pequeños sectores próximos a las zonas acantiladas de la costa y a los barrancos, por lo que la descripción natural no resulta especialmente profusa.
La vegetación
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5.1. Una de las especies exóticas que existen en el Jardín de Aclimatación de La Orotava, en pleno Puerto de la Cruz. (DM) |
Además de la propia de los jardines urbanos, y dejando a parte el espectacular Jardín Botánico (Jardín de Aclimatación de La Orotava), en la vegetación natural destacan especies como las tabaibas, los tarajales y los cardones, en barrancos y en fincas abandonadas, así como algunas manifestaciones de vegetación costera en los ámbitos litorales. Playa Jardín, tras la remodelación llevada a cabo por el artista lanzaroteño César Manrique, cuenta con una excelente propuesta, que aglutina un buen número de especies vegetales como cardones, palmeras exóticas y otras manifestaciones de flora canaria de distintos colores y formas.
La fauna
Lagartos y pequeños pájaros son los animales de gran tamaño que con mayor facilidad se pueden encontrar en los espacios abandonados y en los barrancos que flanquean el Puerto, si bien, es mayor la diversidad del grupo de los insectos. Sin embargo, la costa también alberga una buena cantidad de especies que desarrollan su vida en estos hábitats como lo son algunas aves (gaviotas y pardelas) y por supuesto, la fauna marina, en donde destacan especies autóctonas como petos, abades, viejas o sargos.
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5.2. La importancia pesquera que ha tenido tradicionalmente el Puerto de la Cruz se debe a la riqueza de sus fondos marinos. En la imagen un banco de sargos, especie muy común en las costas tinerfeñas. (CH) |
Los Espacios Naturales Protegidos
Pese a que se encuentra enclavado entre dos espacios naturales protegidos, como lo son la costa de Acentejo por el este y la Rambla de Castro por el oeste, el Puerto no cuenta en su territorio con ninguna figura de protección. Esta situación no conlleva necesariamente que no existan manifestaciones del patrimonio natural de interés, pero si es cierto que su reducido tamaño y el hecho de no contener espacios singulares e irrepetibles ha fomentado que no se cataloguen áreas de protección ambiental en el municipio. Además, como hemos visto, el Puerto se presenta como un municipio casi estrictamente urbano, en donde imperan las infraestructuras hoteleras y los servicios turísticos.
Pese a todo, no deja de ser importante señalar la aún existente presencia de fincas de plataneras que recuerdan los tiempos en donde Tenerife vivía del comercio de este producto y del trabajo de los jornaleros y agricultores.
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