La sabiduría y amor por su tierra de los sanjuaneros, y la transmisión oral de padres a hijos, ha permitido que este rincón del norte de Tenerife pervivan un elenco de tradiciones que, en la sociedad moderna en la que vivimos, están en peligro de desaparición.
Gran parte de las tradiciones están íntimamente ligadas al calendario festivo. Tal es el caso de “la papada” que se celebra durante las fiestas de la Villa de San Juan y las de los Barrios de Las Aguas y La Rambla. Se trata de una famosa comida popular en la que los vecinos se reúnen alrededor de unos tablones a modo de mesa repartidos por la plaza para disfrutar de la gastronomía de la tierra.
De gran calado popular, y esperada especialmente por los más pequeños del pueblo, es la tradición de “Los Santitos”. Se celebra la mañana del 1 de noviembre, día de todos Los Santos. Frente a las modas exteriores, se trata de una tradición con más de cien años de historia en el pueblo, en la que los niños van tocando de casa en casa a pedir Los Santitos, es decir, obsequios (golosinas, frutos secos, frutas como la naranja, etc.).
El enramado de las cruces es otra de las tradiciones, de marcado carácter religioso, más apreciada por los sanjuaneros. El día 3 de mayo en todos los barrios del municipio es posible deleitarse con cruces engalanadas por los propios vecinos, que a modo de cumplimiento de una promesa o por mera tradición familiar, se encargan de limpiar y enramar las cruces.
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11.2. El enramado de las cruces es una de las tradiciones con mayor apego entre los sanjuaneros (www.villasjrambla.org) |
Coincidiendo con la víspera y el día de San Andrés, en las calles del pueblo es posible observar como muchos niños mantienen la tradición de “correr el cacharro”. Éstos están normalmente realizados con latas vacías de uso doméstico y ensartadas con una soga, los niños corren arrastrando ‘el cacharro’ por las calles haciendo un ruido peculiar. En víspera de San Andrés también es posible disfrutar, tanto en San José como en San Juan de la Rambla, de las famosas “Tablas de San Andrés”. Se trata de una tradición muy conocida en el cercano municipio de Icod de Los Vinos, pero que también se realiza en algunas calles de cierta pendiente del municipio sanjuanero, como la Calle de La Marina, donde los jóvenes se deslizan cuesta abajo en unas tablas de madera. |