El clima de esta La Victoria de Acentejo presenta una gran similitud con el resto de la Comarca de Acentejo, y por ende, de toda la banda norte de la Isla, el cual es consecuencia de la dinámica atmosférica general propia de Canarias y de los rasgos que introducen factores locales como el relieve, la altitud, la orientación y la exposición a los vientos dominantes. De este modo, en el municipio se pueden distinguir tres grandes zonas con características climáticas distintas:
a) Una zona alta o de cumbre, por encima de los 600-700 metros, caracterizada por una importante diferencia de temperaturas entre el día y la noche, sobre todo en la estación estival, debido al mayor enfriamiento nocturno a causa de la carencia del mar de nubes. Del mismo modo, tiene lugar una mayor oscilación térmica, siendo el invierno más riguroso, teniendo una media de temperatura 14 grados o incluso menos, si se superan los 1.700 metros. Es la zona donde antaño se desarrollaron importantes actividades agrarias, sobre todo, forestales.
b) Una zona de medianías, húmeda, afectada por el mar de nubes del Alisio, de temperaturas suaves y mayores precipitaciones que en las restantes áreas. Estas características han contribuido al desarrollo agrícola de la zona. Igualmente, las condiciones térmicas son favorables, teniendo una temperatura media anual en torno a los 16-17 grados y unas precipitaciones superiores a los 500 mm.
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4.1. El verdor de las medianías altas ilustra a la perfección la presencia de precipitaciones. (JJ) |
c) Una zona costera que comprende la parte baja del municipio, con una menor oscilación diaria de las temperaturas debido al efecto atemperante del mar, mayor insolación, precipitaciones escasas y bajos índices de humedad. En el caso de la Victoria, la presencia del acantilado frena en buena medida la influencia del mar en el resto del municipio, pero en cualquier caso sigue proporcionando unas condiciones similares.
Por su parte, en lo relativo a los elementos del clima, haremos referencia a los dos principales: las temperaturas y las precipitaciones.
Las temperaturas
El régimen térmico de La Victoria sigue un comportamiento normal, en donde las temperaturas más bajas tienen lugar en los meses de invierno (especialmente en enero) y las más elevadas se presentan durante el verano, dándose las máximas anuales entre julio y septiembre.
La temperatura media, aunque varía según la altitud, es aproximadamente de 18 grados en los entornos de medianías, mientras que en la zona de cumbre es mayor, tal y como lo demuestra la tabla inferior, cuyos registros pertenecen a la estación meteorológica de El Gaitero, a más de 1.700 metros sobre el nivel del mar; entre otros datos pone de manifiesto que la media de las máximas es de 16 grados y la de las mínimas es de 9 grados centígrados.
Las precipitaciones
Las precipitaciones anuales que tienen lugar en La Victoria de Acentejo se sitúan entre los 400 y 500 mm, si bien varía según la altitud y la cercanía al mar. Así pues, por encima de los 800 metros es más frecuente encontrar registros superiores a los 500 mm, mientras que en los ámbitos costeros no suelen pasar de los 300 litros por metro cuadrado.
En cuanto a la distribución anual, los meses de diciembre a febrero son los que reciben mayores aportes, con valores situados por encima de 70mm, mientras que julio y agosto son los más secos, situándose rara vez por encima de los 10mm. Por su parte, tal y como se indica en la tabla 2, en los entornos más elevados del municipio (por encima de los 1.700 metros) el registro anual puede superar holgadamente los 1.500 mm anuales, con medias mensuales por encima de los 260 mm. Estos valores se dan en espacios de bosque, en donde la cercanía y el contacto con las nubes es mucho más evidente.
El agua
La cultura del agua en La Victoria de Acentejo, al igual que en la toda la Comarca y en la Isla, ha estado unida a la explotación de galerías, pero debido a la dificultad para que entraña, se ha llevado a cabo en la últimas décadas la construcción de embalses y presas, que han permitido captar el agua de la lluvia, entre las que destaca la Balsa de San Antonio, en el vecino municipio de La Matanza. De hecho, en el barranco de San Antonio, el Barranco Hondo y los cursos de Bobadilla y Marta contienen galerías que han sido aprovechadas para su aplicación en los cultivos de regadío.
Igualmente, a pequeña escala, muchos agricultores han instalado en sus propiedades pequeños aljibes para así beneficiarse de las bondades de las precipitaciones en esta parte de la Isla. Estos depósitos particulares se aprecian especialmente desde las medianías hasta las medianías altas, en donde el registro de lluvias es más elevado. |