A pesar de que, desde un punto de vista general, a principios de la década de los 70 toda Canarias y todo Tenerife comenzó a orientar su visión económica hacia otros sectores como el turismo, la construcción y el comercio, en el municipio de La Matanza de Acentejo aún pervive buena parte de ese modo de vida pretérito en donde el territorio rural y las actividades agrarias y ganaderas que se daban en él es el principal protagonista.

Este hecho se comprueba sobre todo si se parte desde el núcleo urbano de La Matanza y se dirigen los pasos y la mirada hacia las medianías más altas, allí donde un buen número de fincas comienzan a aflorar en el terreno, mostrando un paisaje rural que evoca épocas pasadas y que pone de manifiesto el estado de conservación de un patrimonio cultural, de indudable valor agrícola, paisajístico y humano.

Así pues, en La Matanza el sector primario comienza a reafirmar su impronta a partir de la cota de 500 metros, en donde los cultivos de regadío hacen su aparición sobre todo en el territorio de “Los Nateros” y Montañas de San Antonio, en donde la riqueza agrícola es palpable. Pero además de la agricultura, el sector también está presente en la ganadería, de menor impacto visual, y en la pesca, desarrollada principalmente en el caserío de El Caletón.

12.1. Una de las mejores estampas rurales del municipio se pueden comprobar en la zona de las Montañas de San Antonio. (DM)

La agricultura

Aunque no constituye el oficio principal de muchos matanceros, se podría decir sin temor a equivocarnos que se le augura un buen futuro en La Matanza o, en el peor de los casos, puede mantener su pervivencia gracias en buena medida a la presencia del Mercadillo del Agricultor, en donde se venden productos agrarios locales.

Asimismo, es interesante destacar el aumento de la superficie cultivada desde el año 1999 (187 según el ISTAC) hasta el año 2009, en hay casi 300 hectáreas totales (Según Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación), entre cultivos leñosos y herbáceos. Dentro de esas superficies la mayoría se corresponde con la uva, con un total de 176 hectáreas, de las cuales la mayoría son de secano. La gran mayoría de estas viñas se encuentran en buen estado de cuidado y forman parte de la marca de éxito local comarca Tacoronte-Acentejo, mientras que otras pertenecen a particulares que venden su vino en el mercadillo o en las distintas bodegas que se reparten por encima de la carretera general.

12.2. Los viñedos son el elemento más común dentro del paisaje agrícola de La Matanza de Acentejo, especialmente a partir de los 600 metros de altitud. (DM)

Por otro lado, destacan la presencia de numerosas plantaciones de papas, que en lo que respecta a extensión se encuentran por encima de otros cultivos de regadío como los frutales, el maíz, o los tomates, siendo estas plantaciones de carácter doméstico y de autoconsumo. Las papas son el cultivo herbáceo más extendido, con 54 hectáreas en total, mientras que el resto de hortalizas son prácticamente inexistentes, más allá de las pequeñas fincas de particulares. Finalmente, es preciso indicar que dentro de los frutales, abundan los pintorescos, robustos y apreciados castaños.

La ganadería

El sector ganadero no parece tener el mismo éxito ni los mismos rendimientos que proporciona la agricultura, pero ello no quiere decir que no goce de un buen estado de salud. En el censo de 1999 (Fuente: ISTAC) se indicaba la presencia de 15.611 cabezas de ganado, entre las cuales se encontraban colmenas y granjas de ovejas, cabras, aves, conejos y cerdos. De todas ellas, la que contaba y aún cuenta con una mayor existencia son las aves, con prácticamente el 90% del total, mientras que el ganado caprino y cunicular le van a la zaga. El papel de las colmenas no es despreciable, con la existencia de 32 colmenas. Por último, según datos de la Consejería de Agricultura, Pesca y Alimentación para el año 2009, La Matanza cuenta con 600 individuos de ganado caprino, mientras que las explotaciones de ganado ovino, porcino y bovino son prácticamente inexistentes.

La pesca

12.3. El núcleo de El Caletón es prácticamente el único punto de municipio en donde se practica la pesca. (JJ).

La actividad pesquera no constituye una práctica muy socorrida y productiva dentro del municipio, debido en buena medida a las pocas dimensiones de playa que tiene la costa y la escasa presencia de grupos o cofradías de pescadores. Es por ello que el único núcleo verdadero en donde se desempeña la pesca, sobre todo con caña aunque también de bajura, es en el caserío de El Caletón en donde el número de capturas es bastante reducido ya que son pocas las personas que se dedican a llevarla a cabo. Los ingresos que proporciona la misma son reducidos dentro del total municipal ya que las capturas suelen ser para el consumo doméstico, destacando por encima del resto las lapas.