La medicina popular y los remedios curativos constituyen un apartado más de la tradición popular y de la cultura rural de la localidad.
Los remedios medicinales populares han estado muy arraigados entre la población, manteniéndose hasta la actualidad gracias a los saberes transmitidos de generación en generación. Sin embargo, son determinadas las personas, como curanderos, hierberos, etc. a los que se acudía en caso de necesidad; enfermedad, dolencias, pequeños accidentes surgidos en la actividad diaria, etc.
Muchos remedios se elaboraban con plantas existentes en el medio natural y también con aquellas que se cultivaban cerca del hogar. Según las fuentes, la recolección de las plantas se efectuaba generalmente en la época de su floración, luego se ponían a secar en un lugar seco y ventilado de la casa, y algunas se guardaban en cajitas o en bolsas de tela. Por ejemplo, para la cura de enfermedades oftalmológicas como la conjuntivitis la población local, al igual que en otros puntos de la isla, utilizaba un agua fría elaborada con la albahaca que, tras una noche al sereno, aplicaban en el ojo.
Otras plantas curativas localizadas en el municipio son la magarza o margarita que tomada en infusión tiene propiedades estomacales y antiasmáticas; el cardoncillo o mataperro la cual sirve como antídoto de los efectos del látex del cardón; el tajinaste cuyas flores tienen propiedades melíferas; la tabaiba amarga y la tabaiba dulce cuyo látex fortalece las encías o como cataplasma para usos analgésicos, el cardón que se emplea contra eccemas y forúnculos; el verode que se utilizó de cicatrizante; la infusión de lavanda para problemas estomacales, además del pino canario, la palmera canaria, la vinagrera, el cornical o el tarajal.
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11.7. La magarza, tomada en infusión tiene propiedades estomacales y antiasmáticas. (MG) |
Según las costumbres y tradiciones del barrio de San Juan; ''Cuando una persona padecía algún dolor o se había fracturado algún hueso, hacía una promesa a algún Cristo, Virgen o Santo, que consistía en visitarle y llevar una figurita de cera o exvoto que representaba la parte del cuerpo dañada.'' |