El relieve del municipio de Arico lo forman coladas y piroclastos tanto de origen basáltico como sálico, procedentes del Edificio Central de la isla en su mayor parte y de la Dorsal volcánica de Pedro Gil. Son materiales del segundo ciclo volcánico (desde el Pleistoceno hasta el Cuaternario) con edades que van desde unos pocos miles hasta más de 5,1 millones de años. Son varios los conos volcánicos conservados hasta la fecha y también los numerosos barrancos que surcan la localidad, conformando bellos paisajes donde se aloja una rica biodiversidad.

3.1. Hacia el interior Arico posee un espectacular relieve donde se mezclan profundos barrancos y lomos llanos tapizados de blanca piedra pómez y vegetación endémica. (Francisco Fariñas)

En cuanto a la topografía destacar, salvo la existencia de barrancos y conos que alternen la dinámica, una zona de cumbre más abrupta donde encontramos las mayores alturas que forman parte del borde exterior de las Cañadas. Con alturas superiores a los 2.400 metros están la Montaña Pasajirón (2.529 metros) o el Roque de la Grieta (2.576).

3.2. El Barranco del Río constituye el límite meridional del municipio, que a manera de un profundo tajo y saltos desciende desde la Degollada de Guajara, a más de 2.300 metros de altitud, hasta la costa. Es uno de los pocos de la isla por donde circula agua casi todo el año. (AA)

Entre ellas existen superficies planas, como el llano de Los Infantes, con vestigios de erupciones históricas (Volcán de Siete Fuentes 1704), y degolladas como la de Guajara o la Angostura. Aquí se originan los diferentes barrancos que recorren el municipio para desembocar en el mar, es el caso del Barranco de El Dornajo, Las Hiedras, Madre del Agua, del Tajo, y sobre todo el Barranco de El Río y de Tamadaya. El agua ha dejado atrás espectaculares roques como los Roques de Tamadaya.

Por su parte, entre los 300 metros de altitud y la línea costera las pendientes alcanzan los valores más bajos de toda la comarca. En este punto destacan los mantos de pumitas (zahorra), bien cementados o en forma de arenas sueltas, que dan al paisaje un aspecto blanquecino. Los cráteres dejados por erupciones pasadas rompen la monótona topografía, como lo son los casos de las emblemáticas montañas de La Centinela o de Magua.

3.3. La Montaña Centinela, cuyas coladas formaron la Punta de Abona, es hoy un Espacio Natural Protegido con categoría de Monumento Natural. (AMPCIT)

La costa

El litoral del municipio es bastante llano y sumamente extenso. En él convergen áreas acantiladas de material basáltico (de poco más de 10-15 metros de altura), en donde la erosión marina ha labrado importantes formas litorales, como gnamas o pilancones de cierto interés. También hay calas y playas de arena (formadas tanto por el acarreo de material procedente del mar como de sedimentación fluviotorrencial).

Destaca la formación dunas en las localidades como Las Eras, el Porís o La Jaca, además de playas encajadas como la de Abades o del Porís. Asimismo se encuentra otra tipología de costa formada por rocas tanto basálticas como pumíticas. En estas costas más duras se pueden apreciar formas naturales de erosión y modelado propias de la acción morfodinámica de las olas. Cerca del Médano, dentro del Espacio Natural Protegido de Montaña Roja se puede apreciar un auténtico tesoro geológico, las sismitas, formas del relieve únicas en nuestro planeta.

La costa de Arico

3.4. Un recorrido en imágenes por la costa de Arico.