Probablemente, Arico es uno de los municipios de Tenerife que mejor lleva a la práctica la filosofía del turismo rural, pues ha sabido interpretar los recursos de su territorio para ofrecerlos como un atractivo más para el visitante. Los distintos alojamientos, muchos de los cuales situado en la localidad de Arico el Viejo, se han ido generando por la demanda turística, de manera que se han restaurado y dotando de equipamientos antiguas casas. Dichas instalaciones cuentan con una gran variedad de servicios que facilitan la estancia (como cocinas o piscinas), así como la cercanía y contacto con un marco único e irrepetible, dominado por la existencia de áreas y fincas de cultivo y un paisaje rural sin parangón en la isla. Entre las múltiples casas rurales, destaca la casa rural Los Naranjos y la casa rural El Lagar.
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| 12.8. Muchas casas rurales también cuenta con equipamientos que otorgan mayor confort a las instalaciones (FC). |
Todas estas actividades rurales pueden complementarse con otras posibilidades de gran interés, como lo son el senderismo, la práctica de deportes acuáticos o la escala, la cual es desempeñada por numerosos aficionados a la misma, los cuales consideran a Arico como una de las mejores zonas de Canarias para realizar dicho deporte.
Otros servicios
Barranco del Río. Es un impresionante barranco muy profundo y con paisajes espectaculares a lo largo de todo su cauce, que desciende desde la zona más alta del municipio hasta el litoral. Por encima de los 1.000 m de altura tiene un riachuelo que lleva agua la mayor parte del año, y que es luego aprovechado por la Presa del Río.
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| 12.9. El barranco del río es uno de los más especiales de la isla y una oportunidad única para todo buen amante del senderismo. (FC) |
Playa de Tajao. Es un pueblo pesquero tradicional con una franja costera donde se han formado paisajes espectaculares debido a la erosión sobre los materiales pumíticos. Tiene un pequeño muelle de gran importancia como zona pesquera, además de playas arenosas y de callaos.
Finca El Helecho. Está situada en el caserío de El Bueno, dentro del pinar de Arico, un paisaje propio de las medianías altas del sur. Sus actividades están dirigidas a la recuperación de especies ganaderas autóctonas, tradicionales en el campo canario hasta hace muy pocos años, como el cochino negro, la cabra y la oveja canaria, el burro moruno, la vaca basta y hasta la abeja negra canaria. También existe una zona en la que es posible conocer de cerca los cultivos tradicionales de Tenerife, como la viña o distintas variedades de papas y hortalizas. Forma parte de la Red de Calidad Tenerife Rural.
Principales senderos del municipio
De todos los posibles senderos que existen en el municipio, destacaremos únicamente el sendero de Arico El Nuevo-El Contador, por la cantidad de kilómetros que contiene y los numerosos valores que ofrece al senderista.
Arico El Nuevo-El Contador
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Longitud: 23,5 kilómetros. Duración: 9 hora. Dificultad: media - alta.
Los valores del sendero son de carácter etnográfico, patrimonial y histórico, ya que permite conocer el conjunto Histórico de la localidad de Arico el Nuevo, así como otras elementos interesantes, como la Fuente Pública el Chorro, el núcleo urbano de La Sabinita o la Era de los Borges. También contiene numerosos valores naturales y paisajísticos.
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El sendero parte desde la calle Nuestra Señora de Luz, frente a la Plaza Benítez de Lugo, en el bello centro urbano del Conjunto Histórico de Arico el Nuevo, fundado en el siglo XVIII. En unos doscientos metros llegaremos al final de dicha calle donde se alza una gran cruz de piedra y por donde discurre la carretera TF-28, cruzando ésta sigue ascendiendo la Calle el Molino. Más adelante continua el ascenso por la Calle la Degollada por firme asfaltado, para pasar por la Fuente del Chorro, una antigua fuente de abasto con varios lavaderos. En un momento determinado, donde hay una curva cerrada a la izquierda, hay que desviarse hacia la derecha por donde sube un sendero estrecho empedrado, donde hay un poste con señalización del PR; a la derecha está señalizado el PR-TF-86.2 hacia El Contador por el Lomo de Tamadaya.
El sendero discurre entre muros de huertas de cultivo y una casa, donde crecen multitud de Pencones (Opuntia maxima) y Vinagreras (Rumex lunaria), junto a Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Bejeques (Aeonium arboreum) con vistas panorámicas hacia las cumbres de Arico y el Barranco de las Hiedras, el cual cruzaremos más arriba. Asciende zigzagueante con firme de tierra junto a una tubería y a una antigua atarjea excavada en el suelo, transformándose en terreno de tosca dura más adelante, donde crecen algunos Balos (Plocama pendula) y pasando junto a unas huertas de cultivo. Al llegar a la carretera de acceso a La Sabinita, se pasa por el centro del caserío, junto a una plaza y luego se ascende por la Calle el Castillo al lado de una pequeña Ermita y junto a una también pequeña plaza por la Calle las Paredes. Se sale del casco urbano, para adentrarse por el Lomo de los Algarrobos.
En pocos metros hay una desviación a la derecha que se aleja de la pista y que desciende por un estrecho sendero a un pequeño barranquillo por unos escalones de piedra. El sendero sigue discurre paralelo a la vertiente del barranco, bajando paulatinamente por firme de tierra hacia el cauce del barranco, teniendo unas vistas magníficas de la costa de Arico y del Lomo de Tamadaya, donde podremos divisar la Casa de Tamadaya en lo alto, crecen por los alrededores algún Codeso (Adenocarpus foliolosus), Escobones (Chamaecytisus proliferus), Chagorros (Sideritis soluta) y Flores de Mayo (Pericallis tussilaginis). Llega un momento en que el camino comienza a bajar bruscamente y en continuo zigzagueo, esta vez con firme empedrado y entre vegetación característica del lugar.
Se ha de continuar ascendiendo por la pista hasta encontrar una desviación a la derecha, donde se encuentra otro desvío a la izquierda que es el Paso del Palo, el sendero de ascenso hacia el Lomo de Tamadaya, que marcha muy estrecho y sinuoso por firme empedrado, en cuyo final se encuentra la Era de los Borges, situada junto al camino que sube por el Lomo de Tamadaya; este será el punto en que termina el PR-TF-86.3 y donde se ha de enlazar con el PR-TF-86.2 que lleva en ascenso hasta El Contador, que dista aún ocho kilómetros.
Por firme compacto y por un sendero ampliamente marcado donde un pino solitario hace de guía, se continua el ascenso bajo la Morra Negra, donde es inevitable el paso entre las Huertas de la Morra Negra y el barranco que fluye a la derecha, llegando después a un brusco ascenso y con él a llanear suavemente sobre una loma que da paso luego a un tramo de camino sobre un afloramiento rocoso. Luego se pasa a un muro en forma de pared delimitadora de otras huertas de cultivo abandonadas donde el firme del sendero es muy pedregoso e inmediatamente se encuentra la Fuente de Barranco seco. A partir de aquí, el sendero se desvía a la derecha y sigue en continuo ascenso hasta encontrar un cruce de caminos que desciende hacia Las Heritas, el cual se ha de ignorar, para seguir de frente para cruzar el Barranco del Cedro, donde otra bifurcación hacia la derecha lleva a una pista forestal. Se evade dicho cruce, seguimos de frente entre el pinar y con fuerte desnivel de subida donde los restos del empedrado del camino nos hacen llegar hasta un canal que lleva agua y que se aleja hacia el Barranco de Tamadaya. Se ha de cruzar dicho canal y luego seguir ascendiendo hasta encontrar unos muros de piedra pertenecientes a las Huertas de los Colorados, para luego ver la Casa de Don Ramón, un antiguo refugio medio ruinoso situado junto al sendero y que nos servirá para una merecida pausa. El sendero sigue su marcado ascenso.
Llega un momento en que el camino asciende bruscamente y en línea recta con fuerte desnivel, después de pasar por un tramo algo más llano, discurre bajo una enorme pared rocosa y se dirige hacia el Lomo del Guincho. Luego, entre continuos repechos y bajadas que hace el camino, se alcanza la cabecera del barranco, donde la senda lo cruza con un firme empedrado y subiendo por la vertiente contraria. Más tarde se llega a una pista forestal, que se ha de cruzar para luego internarse mediante la senda en el cauce del Barranco de los Albarderos, donde una rampa protegida por una valla de madera, dejará al caminante en la misma pista forestal anterior, y que recorreremos en ascenso unos cien metros hasta encontrarnos un desvío a la izquierda donde una señal del PR nos indica la dirección hacia El Contador y la distancia de 1,2 Km. Se ha de Seguir el sendero ascendiendo sinuoso hasta que unos minutos después se baja por unos escalones tallados en el suelo hacia el Barranco Madre del Agua. Al cruzar el barranco se ha de subir hacia la loma donde se encuentra el caserío, cruzando el Camino de la Era, y entrando luego al parque recreativo por una pista de asfalto hasta el núcleo principal, donde podremos descansar y aprovisionarnos de agua en sus instalaciones para el camino de vuelta que comenzaremos desde este punto; también aquí tendremos la posibilidad de conectar con el PR-TF-86 que desciende por Ortiz hacia la Villa de Arico.
Partiendo desde el parque recreativo de El Contador se comienza a descender junto a las Casas del Contador, por el mismo camino recorrido que llevará, después de unos ocho kilómetros, hasta la Era de los Borges, lugar de cruce de senderos por donde se llegó al inicio desde La Sabinita por el PR-TF-86.3 y cruzando el Barranco de las Hiedras. Junto a la era, se sigue descendiendo por el PR-TF-86.2 dirección a Arico el Nuevo distante unos dos kilómetros y medio según indica la señalización.
Pasando de largo la casa, el sendero sigue su curso con firme compacto y marcado, entre Jaguarzos (Cistus monspeliensis), Incienso (Artemisia thuscula) y Tabaibas (Euphorbia lamarckii). El recorrido de una antigua atarjea hecha de tosca de la zona recuerda que esta fue una zona próspera en cuanto a cultivo y recolección, ya que numerosas huertas rodean parte del camino.
El recorrido sigue el inevitable descenso por firme muy irregular por el todavía Lomo de Tamadaya; muy pronto se cruza un pequeño pinar hasta que surge la imagen final del lomo por el cual el sendero desciende entre Tabaibas (Euphorbia lamarckii) y Bejeques (Aeonium arboreum), zigzagueante y con firme empedrado sigue hasta llegar al cauce del Barranco de las Hiedras, donde se cruza con el Barranco del Cedro. Salvando el cauce, donde nacen multitud de Taginastes (Echium virescens), se ve como el Camino de la Vera asciende un pequeño tramo por el Risco del Draguito en la vertiente sur del barranco, hasta que desemboca en una pista de tierra junto a un grupo de casas, que nos lleva entre las paredes altas de las huertas lindantes, hasta la Calle la Degollada; solo queda seguir en descenso por dicha calle y se llega después de unos ochocientos metros, al punto de partida en la Plaza Benítez de Lugo en el núcleo urbano de Arico el Nuevo.
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