A pesar de ser un municipio situado en el sur de la isla, en Vilaflor el turismo no resulta una actividad especialmente relevante. De hecho, constituye una fuente de ingresos m�s bien anecd�tica, entre otras cosas porque al no contar con un �rea de costa, no tiene lugar la masificaci�n que si poseen otros t�rminos como Adeje, San Miguel de Abona, Arona, Gu�a de Isora o Santiago del Teide, por citar algunos ejemplos. No obstante, si contiene recursos �ptimos para ofrecer unos servicios m�s selectivos y espec�ficos, cercano a las tipolog�as de turismo rural, activo y cultural, en la medida que se basa en el disfrute del paisaje, el arte, la cultura, las fiestas, la compra de artesan�a, la pr�ctica de deportes al aire libre y el disfrute de la gastronom�a tradicional.
En cuanto a las instalaciones destacan cuatro establecimientos, una casa rural y dos hoteles rurales, adem�s de un chalet independiente para alquilar. Todas estas infraestructuras cuentan con m�ltiples servicios, plazas y comodidades (desde piscina hasta sauna) que facilitan la estancia y el confort a los usuarios. De entre todas estas instalaciones de car�cter rural (sin contar el lujoso Spa Villalba) es la Casa Rural Isabel, situada en el barrio de La Escalona.
La altitud a la que se sit�a el t�rmino y su cercan�a con el Parque Natural de la Corona Forestal y del Parque Nacional del Teide, adem�s del paisaje agrario que envuelve el territorio, favorecen la pr�ctica y disfrute del comentando turismo rural.
Otros servicios
El resto de servicios tur�sticos que ofrece Vilaflor se orientan en buena medida al turismo activo y de naturaleza y quiz�s tambi�n al cultural, si se contempla la visita al casco hist�rico del mismo. En ese sentido, se rescatan al menos tres grandes lugares de inter�s que todo visitante que se precie debe conocer:
Pino Gordo, Pino de Las dos Pernandas y Pino de Madre del Agua. Se trata de tres monumentales ejemplares de pino canario, situados en la corona forestal. Destacan por sus extraordinarias dimensiones (entre 60 y 70 m de altura) y por su antig�edad.
Paraje del Hoyo. El paraje es un lugar de peregrinaci�n ligado a la figura del Hermano Pedro. Podemos admirar la ermita que data del a�o 1985 y en su exterior una estatua en honor del Hermano Pedro y una fuente de piedra.
Barranco de Jama. Paraje natural rehabilitado, donde podemos admirar una cueva con una lagar antiqu�simo, una fuente de piedra, as� como un peque�o sendero, id�neo para hacer un alto en el camino y descansar disfrutando del paisaje.
Principales senderos del municipio
Por otro lado, no cabe duda de que los amantes del senderismo y de la naturaleza se van a encontrar con numerosos caminos que recorren el t�rmino municipal, permitiendo con ello disfrutar de la flora, la fauna y los paisajes que atesora Vilaflor. Antiguamente estos caminos eran utilizados por los guanches para llevar sus reba�os de cabras a las ca�adas en el verano donde hab�a mejores pastos y en la actualidad han perdurado con un buen acondicionamiento y recorrido. As� por ejemplo, el camino de Las Lajas nos lleva al coraz�n de la Corona Forestal; el de La Escalona conduce a trav�s del Paisaje Protegido de Ifonche; el de Jama lleva a trav�s del paisaje rural de Vilaflor, hasta Jana al sur del municipio; el de Las Martelas recorre el Monumento Natural de Monta�a Colorada.
Vilaflor-Trevejos
Longitud: 7 kil�metros Duraci�n: 3 horas Dificultad: f�cil.
Su valores principales es el notable paisaje que atesora, al ofrecer panor�micas desde la cota mil quinientos de la zona vit�cola de Trevejos rodeada de conos volc�nicos y, al fondo, la costa sur de la Isla desde Monta�a Roja hasta Guaza y, m�s al suroeste, el pinar de Ifonche. La mayor parte de recorrido transcurre dentro de los espacios protegidos de Ifonche y la "Corona Forestal".
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El comienzo del recorrido es ascendiendo al barrio de San Roque desde la carretera comarcal 821 poco despu�s del km. 68. Desde all� se contin�a por la pista que va al campo de f�tbol y que se adentra en el pinar, la principal y m�s abundante especie vegetal de todo el sendero, existiendo tambi�n otras especies comunes en las zona como la jara (Cistus monspelliensis), le escob�n (Chamaecytisus proliferus) y el codeso de monte (Adenocarpus viscosus). Pronto, a ambos lados del camino, se encuentran las huertas de jable donde se cultiva principalmente la papa. Despu�s de estas caracter�sticas aparece un cruce con la indicaci�n de la entrada al primero de los espacios protegidos Ifonche, luego se contin�a a la derecha subiendo para encontrar, unos cien metros m�s arriba otro cruce a la altura de una tanquilla de reparto de aguas, donde aparece un camino a la izquierda que es el que hay que tomar. Inmediatamente se puede disponer de la primera panor�mica para contemplar la mayor parte de la Comarca.
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12.3. Tramo del sendero a su paso por el Paisaje Protegido de Ifonche. (Francisco Fari�a) |
El sendero desde aqu� es apacible, bajando, para acercarse a la zona de mayor inter�s etnogr�fico, en una peque�a vaguada con varios refugios pastoriles restaurados asociados a otros aprovechamientos forestales como el de la resina de pinos, los troncos que fueron resinados tiene un corte longitudinal de poco m�s de un metro y, tambi�n, se hac�a carb�n vegetal. Dicha vaguada termina en un escarpe desde el borde del cual se observa una cuenca con una buena poblaci�n de pinar y los llanos de Trevejos. Entre el pinar, algunas casas antiguas de arquitectura tradicional hoy deshabitadas. Se prosigue el recorrido para llegar a la monta�a de Los Guaniles, donde se encuentra una excelente panor�mica de la zona vit�cola de Trevejos.
A la derecha del sendero baja el barranco de La Vica, nombre que toman varias galer�as de agua en la zona. Se avanza luego por la falda de la monta�a para llegar a una zona conocida por Boca Cascajo donde confluyen antiguas canalizaciones de piedra de canter�a, abandonadas, con las tuber�as met�licas que transportan al agua a los lugares de regad�o. Pasando la Corona Forestal y adentr�ndose en el Paisaje Protegido de Ifonche se toma la pista de tierra que va entre Monta�a de Los Pinos y M. Mohino, donde el pinar da paso de nuevo a los bancales de jables abandonados para ir encontrando m�s adelante los suelos agr�colas llanos que se prolongan a la izquierda del alineamiento volc�nico de las monta�as de Los Listones, Medida y Funes. Finalmente, a la altura de canal Vilaflor-Adeje, hay que desviarse a la izquierda para terminar en la carretera TF-5112 a unos 2,5 kil�metros de Vilaflor.
Las Lajas-Vilaflor
Longitud: 9 kil�metros Duraci�n: 4 horas Dificultad: f�cil. Desnivel: 600 metros.
Este camino transcurre en su totalidad en el pinar, ofreciendo unas notables panor�micas del suroeste de Tenerife y especialmente del macizo antiguo de Adeje y los llanos de Trevejo. Sus valores principales, adem�s del paisaj�stico, son el bot�nico y el etnogr�fico.
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El punto de partida comienza en el campo de f�tbol del Parque Recreativo de Las Lajas, encontr�ndose a la derecha un panel informativo relativo al sendero. Luego se atraviesa una peque�a comunidad de retamas, que fue totalmente destruida por el incendio del verano de 1998, y al lado, como contraste, emergen los pinos, pr�cticamente regenerados. A los 15 minutos caminando aparece un refugio pastoril junto a un roque que, desde su parte m�s alta, permite una buena panor�mica de la monta�a Colorada y la costa de Adeje. Despu�s de un corto tramo de camino horizontal se encuentran con el que es, sin dudas el mejor mirador del sendero: una amplia panor�mica al sudoeste de la isla destacando el macizo de Adeje, el espacio natural protegido de la Reserva Natural Espacial de Barranco del Infierno con sus picos m�s altos: Roque del Conde, Imoque, Los Brezos, el pinar de Ifonche, las huertas de jable y los llanos de Trevejo, una de las mejores zonas de vinos de la Comarca de Chasna. Posteriormente se sigue el camino con la bajada m�s prolongada del recorrido en zigzag por el pinar hasta llegar al barranco del Cuervo, atravesando su cauce observando desde la otra orilla su profundo encajamiento.
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12.4. Monta�a Colorada. (DM) |
A las dos horas de recorrido se comprueban varios asentamientos estacionales vinculados a los diferentes aprovechamientos forestales y el sangrado de los pinos para la extracci�n de resina, constituyendo un elemento etnogr�fico de gran inter�s. Despu�s de verlos existe un cruce que hay que seguir a la izquierda para llegar al barranco de la Vica, donde se encuentra una galer�a del mismo nombre y un buen ejemplar de pino en cuya sombra se puede descansar. A partir de ah�, se atraviesa la vegetaci�n y siguiendo hacia la izquierda se alcanzan las huertas de jable en donde se cultivan las, para muchos, mejores papas de Tenerife. Finalmente se atraviesa el barranco de la Magdalena, el campo de f�tbol y San Roque.
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