El relieve de San Miguel de Abona, aunque se desliza suavemente desde el área de pre-cumbre hasta la costa, está caracterizado por la existencia de varios conos volcánicos alineados por todo el municipio, lo que otorgan un cierto grado de complejidad a tener en cuenta.

3.1. El cauce del barranco de la Orchilla, aquí en el tramo de medianías en la carretera TF 645, delimita nítidamente la frontera con el municipio de Granadilla de Abona. Como se ve, se trata de un espacio en donde se aprecian formaciones vegetales. (Google Earth)

Los primeros problemas para describir el territorio, se encuentran en el hecho de que los límites municipales no están bien definidos a nivel paisajístico, ya que por ejemplo en su límite septentrional, el municipio no destaca por ningún accidente que actúe como frontera natural que lo separe del de Vilaflor de Chasna. Se trata por tanto de una línea artificial acordada por decisión humana que impide su prolongación hacia la cumbre. Lo mismo ocurre con el municipio vecino de Arona, siendo los dos únicos términos que tienen estas características diferenciadoras del resto de los municipios de la vertiente meridional de la isla. Sin embargo, si está bien representada la frontera oriental con el municipio de Granadilla de Abona, ya que el marcado cauce del barranco de la Orchilla, así lo define. El barranco, profundo en su cauce alto y medio, amplio y abierto en su tramo final tiene una longitud importante hasta que descansa en la playa de San Blas; esta playa deslinda el puerto de Los Abrigos de la reciente urbanización turística Golf del Sur.

En su frontera occidental, en contacto con el término de Arona, destacan el barranco de Los Abrigos y la presencia de algunas formaciones volcánicas de interés como el Roque de Jama, o bien, Montaña de El Roque, Montaña La Centinela y Montaña El Cabuquero, coincidiendo la parte final de la zona baja, con la vertiente oeste de la Montaña Amarilla.

3.2. La emblemática Montaña Amarilla es un referente a muchos niveles dentro del municipio. A su concepción como área protegida se le une su valor simbólico, paisajístico y espacial. (ASMI)

Desde el punto de vista geológico, la mayor parte del material que compone el municipio pertenece al sector SSE de la Dorsal de Tenerife, de una época relativamente reciente, en la medida que obedecen a coladas basálticas (muchas de ellas lavas pahoehoe) y depósitos pumíticos de las Series III y IV, si bien destacan algunos conos volcánicos y elementos estrictamente de la Serie III. Además de todo esto también se encuentran otros sectores pertenecientes a la primera fase del Edificio Cañadas, los más antiguos del área, propios de la Era Terciaria, en el período del Mioceno.

Así pues, como indicamos, el paisaje que va desde el área de pre-cumbre hasta poco antes del límite costero se encuentra salpicado por un conjunto de promontorios que dan una cierta complejidad a su relieve. En la zona baja las coladas basálticas han dado lugar a la formación de auténticos campos lávicos como el constituido por la alineación de conos de escoria y lapilli que adoptan una dirección noreste-suroeste, tales como Montaña Chimbesque, Montaña de Los Erales, Montaña Majano, Montaña Negra y Montaña Malpasito.

La costa

El litoral del municipio de San Miguel de Abona es relativamente llano y rocoso como consecuencia del avance de las coladas basálticas y de algunos piroclastos sálicos que la alcanzaron. De manera que cuenta con una línea de costa muy reducida y relativamente plana, en la que sobresalen pequeños acantilados basálticos y ácidos que alternan con pequeñas playas de callaos y arenas negras (aunque también se localizan algunos en la desembocadura de los barrancos). Esta zona costera ha sufrido en los últimos años una profunda transformación, como consecuencia del desarrollo turístico y urbanístico, por lo que muchas de las formaciones originales se han modificado.

3.3. En la costa se combinan tanto playas de arena negra como otras conformadas por callaos, como es el caso, por ejemplo de la playa Colmenares.