Gran parte de la vegetación potencial del municipio ha desaparecido debido a la acción humana, ya que fue mucha la presión ejercida por el pastoreo y la recolección de leña para combustible. Se uniría el empleo de la madera utilizada en los hornos de cal y yeso, muy abundantes en Antigua. También contribuyó la industria alfarera y la construcción de casas tradicionales, molinos, muebles, carretas, etc. Más tarde llegaría el crecimiento urbanístico.
Aún así Antigua presenta hoy lugares de enorme interés. Sus fondos marinos y franja costera, los cauces de algunos barrancos y ciertas elevaciones son el refugio de especies animales y vegetales de gran valor botánico. Riqueza que no han pasado desapercibida ya que Antigua acoge y forma parte en la actualidad 4 Espacios Naturales Protegidos y de la Red Natura 2000.
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1.6. Según los estudios y las crónicas de los primeros europeos, Antigua poseía numerosas especies vegetales hoy escasa o desaparecida. En la imagen un grupo de palmeras y al fondo el Macizo de Betancuria.
(www.fuerteventuraenimagenes.com)
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Distribución de la flora y vegetación
Sus fondos marinos son el hábitat de importantes comunidades vegetales de blanquizal y arenas medias. También destacan las praderas de Caulerpa prolifera, Caulerpa racemosa y Cymodocea nodosa donde además podemos encontrar un sinfín de especies como numerosas colonias de cientos de individuos de anguila jardinera (Heteroconger sp.) y otras curiosas comunidades intermareales.
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1.7. La siempreviva de Fariones (Limonium puberulum) es un endemismo de la islas orientales.
(www.floradecanarias.com)
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En tierra y próximo a la costa destaca el matorral halófilo costero de roca. Allí conviven varias especies como la matilla parda (Frankenia capitata), la uva de mar (Zygophyllum fontanesii), el tomillo marino (F.ericifolia), la barrilla y la siempreviva (Limonium papillatum), un endemismo macaronésico. En la zona de Jacomar y sobre dunas costera expuestas al efecto de la maresía se encuentran poblaciones de Suaeda ifniensis o matomoro moruno, de sapillo (Arthrocnemum fruticosa) y de balancón (Traganum moquinii). También está el saladar, integrado por el mato o 'sapillo' (Arthrocnemum macrostachyum) y, en zonas degradadas, por el matomoro común (Suaeda vera). Este tipo de formación también está presente en la zona del Malpaís de Toneles y en el Barranco de Torres.
Desde la costa hacia el interior, el paisaje vegetal se caracteriza por matorrales de aulagas (Launaea arborecenses) acompañadas por la matabrusca carambilla (Salsola vermiculata), la algahuera (Chenoleoides tomentosa) y otras especies. En el Barranco de Antigua, de la Torre y del Castillo se desarrolla el tarajal (tamarix canariensis). Sin embargo su extensión es sumamente reducida ya que fue muy utilizado para la fabricación de aperos de labranza, en la construcción de viviendas e incluso en la exportación a la vecina isla de Lanzarote.
Existen comunidades bastante desarrolladas de euphorbiaceas al pie de la Caldera de Gairía y en las laderas de Macizo de Betancuria. Destaca los grupos de tabaiba dulce, la cual se enriquece con la presencia de especies endémicas de Fuerteventura, como viborina canaria (Echium bonneti). Junto a ellas se pueden encontrar el espino de mar (Lycium intricatum) y la aulaga (Launaea arborescens). El tabaibal amargo, en cambio, está compuesto por la tabaiba morisca (Euphorbia regis-jubae), el corazoncillo de Lanzarote (Lotus lancerottensis), el espinocillo (Fagonia cretica), el turmero (Heliathemum canariense) y endemismos canarios como el verode (Kleinia neriifolia) y el espino blanco, diente de perro o 'cuernúa' (Caralluma burchardii) con flores en forma de estrella.
En zonas de cierta altitud (morros) se dan cita endemismos majoreros como la col de rico (Crambe sventenii), con hojas de sabor a col, la Minuartia webbii y la Salvia herbanica. En las cumbres y laderas del Macizo de Betancuria podemos encontrar acebuches (Olea ceraciformis) y cardones (Euphorbia canariensis), además de vegetación arbórea xerófila protagonizada por pequeños grupos de palmeras canarias (Phoenix canariensis), especie muy utilizada en la industria artesanal y presentes también en los fondos de algunos barrancos y en los bordes de las gavias. Puede haber dragos en los patios de algunas viviendas.
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1.8. La jorja o tojía (A. sericeus) es un endemismo insular presente en las cotas más altas de la localidad. (www.floradecanarias.com) |
La vegetación criptogámica está compuesta por líquenes del géneros Lecanora, Dimelaena y Pertusaria, entre otras, muy comunes en los acantilados costeros. En las formaciones rocosas del interior aparecen especies del género Ramalina, Rocella y Xanthoria. Cabe destacar la presencia de la orchilla (Roccella canariensis) de la que antiguamente se extraía un tinte para tejidos y se exportaba a Europa así como Lecanactis canariensis, Lichenostigma canariense, Lichenostigma episulphurella, Ramalina pitardii, Ramalina pluviariae, Caloplaca fuerteventurae, etc., todos endemismos canarios.
Las comunidades de epífitos se localizan en las zonas altas y en lugares con gran humedad. En las grietas de las rocas se localizan musgos y otras criptógamas propios de lugares sombríos y húmedos. También presentes los helechos y los hongos (por ejemplo Uredo marmoxaiae).
Flora introducida
La vegetación introducida está representada por un sinfín de plantas. Podemos nombrar a la tunera o chumbera (Opuntia maxima), cultivo que ocuparía un lugar importante en la historia de la localidad y de la isla (ver más), y que hoy aún adornan las laderas del antiguo Macizo de Betancuria. A ella se suman otras como la higuera (Fiscus carica), fácil de ver en los bordes de las gavias, y el tabaco moro (Nicotiana glauca).
La fauna
En la costa se pueden localizar lapas y erizos de mar sin demasiada dificultad, entre los que se encuentran la lapa majorera (Patella candei) o el cangrejo arlequín (Platypodiella picta). Fijando la vista en el mar, bajo las limpias y ricas aguas del Atlántico viven mamíferos como la tortuga y numerosos cetáceos. Una especie única en Canarias se encuentra aquí, la cigala (Nephrops norvegicus).
Antigua es el refugio de un extenso catálogo de invertebrados. Destacan los insectos por encima del resto, siendo los escarabajos y los dípteros los que reúnen un mayor número (ver más). De los vertebrados nombrar mamíferos endémicos como el murciélago y la musaraña canaria. Por su parte, entre los reptiles destacan el lagarto atlántico (Gallotia atlantica), el lagarto (Gallotia stehlini), el perenquén (Tarentola boettgeri) y la lisneja (Chalcides simonyi), una especie endémica de Fuerteventura y Lanzarote (ver más).
De las aves destacan especies únicas de las islas orientales como el cernícalo (Falco tinnunculus dacotiae), el herrerillo (Parus caeruleus degener) o la tarabilla canaria (Saxicola dacotiae). Otras aves presentes son las gaviotas (Larus cachinnans Atlantis y Larus argentatus atlantis), la bisbita caminero (Anthusberthelotii), rapaces como la aguililla ratonera o ratonero común (Buteo buteo insularum) y también el guirre o alimoche canario (Neophron percnopterus), única especie de buitre que vive en el Archipiélago. Recientemente se han observado nuevas aves en la localidad como el pinzón real (Fringilla montifringilla) un ave que llega a la isla huyendo del frio invernal de continente europeo.
La localidad es el destino de aves nidificantes entre las que se encuentra la hubara canaria (Chlamydotis undulata fuerteventurae) y el alcaraván (Burhinus oedicnemus distinctus), y aves esteparias como el corredor o 'engañamuchachos' (Cursorius cursor).
Debemos añadir las especies introducidas en la isla después de la conquista, animales domésticos, pequeños mamíferos como el conejo (Oryctolagus cuniculus), el erizo, la rata y más recientemente la ardilla.
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