Algunas crónicas describen la utilización de ciertos animales para sanar algunas enfermedades de la población majorera; "En el siglo XVIII, el navegante inglés George Glas describió como algunos pescadores de la isla cogieron una gran tortuga, y tras cortarle la cabeza, todos bebieron su sangre con sus manos alegando "que era un remedio excelente contra el prurito", puesto que tenían "sus manos llenas de costras y úlceras".
Animal de gran importancia fue el camello o 'guelfol', como se le conoce en Fuerteventura. No solo resolvía muchas de las faenas cotidianas de la población sino que además poseía propiedades curativas, se dice que; "la leche de camella era muy estimada como tónico medicinal, combatir el raquitismo, la grasa de su joroba era muy estimada como producto medicinal. Se solía usar en masajes, para curar esguinces y torceduras, y las almorranas así como otras enfermedades".
A pesar de la escasa vegetación y de los medios con los que contaba, existieron en la localidad curiosos métodos y remedios curativos fruto de la extraordinaria sabiduría de sus gentes, entre las que nunca faltaría la figura del estelero o curandero y sus recetas médicas a base de hierbas y preparados naturales.
Según las fuentes se sabe que "a principios del siglo XX existió en la isla el médico de los corderos, sanador popular que recorría la isla en burro administrando hierbas y preparados naturales a quienes demandaran de sus servicios." Fue relevante la figura del hierbero y el pastor, conocedores de las propiedades curativas de muchas plantas de la zona.
Hoy en día no debemos olvidar las propiedades curativas de la sal que se extrae de las únicas salinas que existen en la isla o también del aloe vera, donde en Antigua existen varias hectáreas cultivadas. Entre las muchas plantas curativas de la localidad destacan la lavanda utilizada contra los dolores de cabeza, desinfección de heridas y llagas, el tarajal como astringente, las opilaciones del hígado y del bazo, y en la hidropesía, y el acebuche para rebajar la tensión sanguínea, aminorar la fiebre, reumatismo, amígdalas y diabetes. Asimismo se aplica como remedio medicinal la palmera canaria para ablandar la tos, combatir el catarro y los tumores de la piel. La miel de palmera tiene propiedades tonificantes.
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