El folklore tradicional es una mezcla de las influencias aborígenes (majos) y de las aportaciones introducidas por conquistadores y colonos, que con el paso del tiempo han pasado a formar parte del folklore y de los eventos festivos de la localidad.
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2.17. Betancuria es tierra de cantadores y tocadores. Grupo folklórico ataviado con la vestimenta popular y el repiquetear de guitarras, bandurrias y laúdes con sones de la tierra, durante un evento festivo de la localidad. (AB) |
Algunos ancianos de la isla y también de la localidad recuerdan que durante el trabajo en el campo (recogida o arrancada del cereal, sembrando, arando, etc. o en la descamisada de la piña) se cantaban romances y se bailaba la danza del trigo. Eran muy comunes los arureos (gritería colectiva que se emitían para estimular el ánimo y el rendimiento en el trabajo) de clara influencia aborigen o morisca. Nombrar además el baile de la manzanilla acto que se solía celebrar al finalizar las apañadas.
En todos los festejos, en los bailes nocturnos (Algunas fuentes escritas redactan la existencia de bailaderos de brujas, donde se bailaba y cantaba hasta el amanecer en zonas como la Atalaya de Betancuria) y de taifas se cantaban y danzaban a ritmo de folias, isas, malagueñas, aires de lima, etc. así como un rico cancionero popular de seguidillas, berlinas y coplas (coplas a la Virgen de la Peña). Se unen danzas hoy ya desaparecidas como la danza de las espadas, el gorgojo, la cadena, entre otro sinfín de bailes.
En palabras de una vecina de la localidad; "Existía una sociedad-casino, en Vega de Río Palmas, en el cual se celebraban obras de teatro y bailes, los bailes eran de cuerdas, así se llamaban antiguamente a las parrandas tradicionales."
Otros eventos tradicionales fueron los velorios de paridas, donde se bailaba, por ejemplo, el baile de la rana o el baile del pavo, entre otros, y los ranchos de ánimas o de Betancuria, grupo de personas que se reunían para ir de pueblo en pueblo cantando, bailando y tocando instrumentos como la guitarra, el laúd, el timple, etc. Como en el resto de Canarias, en Fuerteventura fueron característicos los cantos de cuna como el arrorró y los cantos infantiles durante sus juegos.
El baile del pavo durante los velorios de paridas
Durante los velorios de paridas y según describe una vecina de la localidad en el trabajo 'Aportaciones al folklore tradicional de Fuerteventura'; "Imitaban a un pavo entre dos. Uno se ponía con los pies y otro con las manos de una manta y ponían un huevo."
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