El relieve de La Oliva presenta una gran variedad de formas, en donde se conjugan unidades recientes con otras más antiguas como los cuchillos y los morros (muy propios dentro la isla), además de algunos llanos centrales y terrazas costeras, fruto de la erosión. Para entender esta realidad, es preciso tener en cuenta que se trata de un territorio que tiene más de 5 millones de años (de los más antiguos de Canarias), sobre el que ha actuado numerosos procesos de ablación, erosión y sedimentación a lo largo de miles de años. De esta manera, la parte Norte la ocupa un extenso malpaís junto al campo de dunas de Corralejo.
En el Este se localizan algunos conos volcánicos recientes junto a valles paralelos entre divisorias de agua, todo ello separado del mar por una amplia terraza costera mientras que en el centro de municipio hay algunos llanos interrumpidos por el volcán de La Arena (420 metros) y su emisión de lava AA, que hoy da lugar a un malpaís. La cuenca del barranco del Ezquinzo, así como una pequeña alineación montañosa de poca altura (Montaña de la Costilla, Montaña de los Corrales, Montaña del Fraile, Montaña Negra), se encuentra al Oeste, con una terraza costera que termina en el acantilado que recorre todo el litoral de ese flanco de la isla, a diferencia de la costa oriental, que es baja, con algunas ensenadas y playas.
La variedad del relieve también se aprecia en su geología y en las distintas formaciones geomorfológicas. De esta manera, todo el litoral está flanqueado por sedimentos de arenas de origen organógenas, dando lugar a un sector de Jable de importancia en la vertiente Este, destacando especialmente el espacio correspondiente con el Parque Natural de las dunas de Corralejo. En el interior, se encuentran varios conos recientes alineados (Montaña San Rafael, Las Calderas, Caldera Encantada, Montaña Colorada) que dan lugar a coladas que se abren hacia el mar por el Norte y por el Oeste, en donde se localiza el malpaís de Bayuyo.
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2.1. En el Parque Natural de las dunas de Corralejo, el paisaje está protagonizado por la existencia de amplias extensiones de arenas sedimentarias. (PTF) |
Hacia el Sur del territorio municipal aparecen coladas y piroclastos basálticos procedentes del primer y segundo ciclo volcánico que se entrelazan, dando lugar a varios montañas que han sufrido el proceso erosivo a lo largo de miles de años. Por el Oeste, coincidiendo con el eje estructural de la isla, afloran materiales intrusivos con formaciones plutónicas y volcánicas, como es el caso del pitón sálico de la espectacular montaña de Tindaya (Bien de Interés Cultural). Al límite, contactando con el municipio de Puerto del Rosario, también se aprecia el relativamente joven malpaís del Sobaco, originado hace pocos miles de años. Finalmente, en ambos sectores del territorio, como testigo de una época en donde tenían lugar lluvias de mayor importancia y tenía lugar una erosión fluviotorrencial, aparecen ramblas que llegan desde los puntos más altos y terminan en el mar.
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2.2. La montaña de Tindaya, además de ser una unidad del relieve de gran interés geológico es un símbolo dentro de la isla. (www.fuerteventuraenimagenes.com) |
La costa
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2.3. La Playa del Cotillo es un excelente ejemplo del litoral del flanco occidental del municipio, allí dominan los jables y las arenas organógenas. (PTF). |
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La costa de La Oliva se puede distinguir y describir en base a dos flancos o sectores bien diferenciados. En primer lugar, se aprecia el sector oriental, con una terraza costera que termina en el acantilado que recorre todo el litoral, siendo por tanto más elevada y escarpada. En segundo lugar, se encuentra el flanco occidental, con una costa más baja al estar intervenida por la acción erosiva y caracterizada por la presencia de ensenadas y playas, incluyendo el ámbito de "El Jable" en donde dominan ampliamente las arenas organógenas, de color blanquecino. Localidades como Majanicho o El Cotillo presentan este tipo de playas.
Finalmente, es preciso hacer mención al islote de Lobos, denominado así porque en el pasado habitaban lobos marinos, es decir, focas monjes que encontraban un hábitat idóneo debido a la corriente fría que baña sus costas. Se encuentra situado en el extremo Noreste del municipio, a 4,5 kilómetros de distancia por el nombrado Estrecho de la Bocaína, cuya profundidad no desciende de los 10 metros bajo el nivel del mar.
Se trata de edificio volcánico en donde hay materiales basálticos de la Serie II, además de coladas y conos de hace pocos miles de años (en la última fase eruptiva del volcanismo Plo-Cuaternario, hace unos 30.000 años). Desde el punto de vista geológico, el islote de Lobos, constituye un conjunto complejo que engloba episodios volcánicos e hidro-magmáticos, así como procesos erosivos de tipos eólico. La existencia de depósitos marinos originados en situaciones paleoclimáticas distintas a las actuales, aportan una considerable información acerca la evolución geológica del islote. Por otro lado, dentro del mismo destaca la montaña de la Caldereta, de 127 metros de altura, además de otras formaciones de génesis volcánica. Por su parte, la parte Sur de Lobos es baja, con entrantes arenosos y de bajo fondo, que son utilizados como varadero por los pescadores de la zona. Debido a sus valores naturales, está declarado Parque Natural.
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2.4. El islote de Lobos es un referente desde el punto de vista paisajístico y geológico, además de constituir un entorno de destacada importancia natural. (PTF). |
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