Los distintos modelos de la arquitectura tradicional canaria se relacionan en todas las islas directamente con las estructuras de la propiedad y producción. Así, las casas de señorío son propias de la zona húmeda y baja de todas las islas y especialmente de las más occidentales del Archipiélago. Las casas de labrador, en las que la configuración  se manifiesta en casas de terreras o dos plantas, abundantes en las medianías. En este sentido, los condicionantes geográficos de las diferentes islas también determinaron distintas soluciones según las zonas; así, la casa compleja con formas cúbicas con azoteas caracteriza tanto a Lanzarote y Fuerteventura, pero mientras la cal marcó las primeras, las casas complejas majoreras se distinguen por el medio en el que se asienta, aun teniendo idéntica composición.

En el caso de La Oliva se pueden identificar distintas tipologías de viviendas tradicionales, con ejemplos arquitectónicos de distinta índole, tanto cívico- militares, con el excelente y célebre ejemplo de la Casa de los Coroneles, o a través de viviendas campesinas, más humildes como por ejemplo La Casa de la Costilla, en la localidad de Los Lajiares, entre otras.

2.10. La Casa de los Coroneles es uno de los ejemplos más  sobresalientes de la arquitectura urbana de toda Canarias. (AL)

La casa de los Coroneles es sin lugar a dudas, el ejemplo más sobresaliente de l las muestras de arquitectura tradicional presentes en el municipio. Se halla en medio de un extenso llano, cerca del malpaís de la Arena y alejado del caserío de La Oliva. Se trata de un complejo cívico-militar construida en el siglo XVII bajo los auspicios de la familia Cabrera Béthencourt, continuada especialmente por Agustín Cabrera Béthencourt Dumpiérrez, quinto coronel de la isla. Comprende varios espacios, todos interconectados entre sí, todos ellos al servicio de una familia que regentaba los futuros de una isla.

En el exterior destaca su alargada fachada compuesta por una serie de huecos simétricos en las dos plantas, con ventanas adinteladas de cuarterones -en la planta inferior- y balcones descubiertos -en la superior. La portada central es de cantería, en cuyo centro se conserva el escudo de los Cabrera y sobre él una cruz. En los laterales la fachada se flanquea con dos torres almenadas que confieren al edificio un sello inequívocamente militar. En el medio se alza la propia vivienda-fortaleza, levantada a modo de castillete en el centro de una escenografía ideada para la más digna representación del “poder”. Por tanto, estamos ante un edificio cuadrangular con dos niveles. Su planta es proporcionada y tiende hacia el cuadrado perfecto, estando calada por tres patios de los cuales, uno es el centro en el que se articula todo el espacio interior. El carácter castrense -militar lo aportan las siluetas almenadas de dos torres laterales. Además contiene una plaza de armas, que sería el primero de los espacios que nos encontramos justo enfrente a la Casa de los Coroneles. Esta posee una extensa explanada de terreno de proporciones rectangulares en cuyo extremo se construyó en su momento un enorme aljibe para contener agua potable. Aljibe que a pesar de los años transcurridos aún conserva agua y cuya presencia fuera del recinto construido es todo un indicador del sistema de captación y reservas de agua propios de las islas de Fuerteventura y Lanzarote.

Finalmente, en La Oliva también cuenta con otras viviendas tradicionales, con características más rurales, propias de personas ligadas a la vida en el campo. Estas son el general viviendas de una zona planta, de poco tamaño y con un precario estado de conservación, salvo raras excepciones. Muchas pintadas de blanco y otras con piedras seca, constan de una habitación más o menos cuadrada, cubierta de tejas a dos aguas, a la que se le iban añadiendo otras estancias en línea y sin comunicación interior, y un cuarto más pequeño que hacía un recodo, formando planta en forma de “L”. Luego, según las posibilidades económicas de sus moradores, se cubría con tejado el patio, o se levantaba otro piso con escalera exterior, balcón a modo de descansillo o corredor, etc. Muchas de las casas de La Oliva y por supuesto de toda Fuerteventura, también se encuentran encaladas de blanco, con algunas piedras en la fachada.

Manifestaciones de arquitectura tradicional en La Oliva