El estilo de un pueblo está muy condicionado por su sistema económico. Influye extraordinariamente la riqueza o pobreza del país, pero también influye el tipo de actividad dominante (si es pesquero, ganadero, agrícola, comercial, industrial, de servicios, etc...). Aún más influyen las modalidades demográficas y sociales, paralelas o consecuentes al sistema económico.
AGRICULTURA Y COMERCIO
|
Arure (La Gomera). En la distribución de la tierra, se ha dato tanto el latifundio como el minifundio. E.R. |
En Canarias la actividad económica fundamental ha sido la agricultura y el comercio. También existe cierta actividad pesquera, industrial y de servicios. En las últimas décadas el turismo ha constituido una verdadera explosión económica.
La agricultura ha tenido que suplantar, de siglo en siglo, el tipo de cultivo, dependiendo de las demandas del extranjero y de las presiones de la política nacional.
Mirando a la agricultura, por lo que a la distribución de la tierra se refiere, se ha dado tanto el latifundio como el minifundio. En un principio, sin embargo, dominaba el latifundio a causa de las prerrogativas de los conquistadores, convertidos en señores colonos. En estas circunstancias ha destacado el asalariado o peón agrícola y en otros casos, el medianero.
Por lo que se refiere al comercio, hay que decir que la economía canaria es eminentemente comercial, es decir, de intercambio. Al no poder abastecerse por sí misma, por razones de situación y producción, se ha desarrollado el intercambio.
ALGUNAS CONSECUENCIAS PSICOCULTURALES
En un análisis detallado encontraríamos múltiples relaciones entre la historia de la situación económica y la forma de ser del canario. Aquí sólo vamos a indicar los efectos de la pobreza de las tierras y algunas consecuencias culturales derivadas del tipo de cultivo. No tocaremos las influencias culturales de los distintos países, consecuentes, por supuesto, a la producción, comercialización e inmigraciones, puesto que lo haremos en un capitulo aparte.
Pobreza y tacañería
Hay palabras canarias que ridiculizan, de forma peculiar, al hombre tacaño, tales como «cicatero» y «ratiño». ¿Se puede considerar como una característica canaria el ser tacaño? Hay pueblos peninsulares que tienen esa fama. ¿También habría que incluir al canario? En esto existen, como en tantas otras cosas, muchas contradicciones. De hecho, se encuentra un porcentaje significativo de personas cicateras, pero que son ridiculizadas por el resto. De todas maneras no se puede considerar como una constante general.
La actitud de agasajo y de invitación generosa es frecuente en la gente del campo, pero al mismo tiempo se dan otros hábitos exagerados de retención, de extrema austeridad, de preocupación excesiva por los intereses de las cosas.
La razón de que en las islas se pudiera encontrar con ciertos ademanes cicateros, está, en cierta medida, en las circunstancias de pobreza y precariedad con las que se ha tenido que enfrentar históricamente el hombre isleño, creándole esos hábitos retentivos, por otra parte, tan contagiosos de padre a hijo.
Hay que advertir que la tacañería no favorece al espíritu de iniciativa ni empresarial, porque impide el riesgo necesario para la inversión. Mientras que el sentido del ahorro si que resulta ser un valor positivo.
Dulzura y diabetes
|
En Canarias es generalizado el gusto por lo dulce. P.H. |
|
En el mundo culinario es donde se suele apreciar bien las diferencias de gustos y costumbres de los distintos países. Hay quienes les gusta el arroz previamente digerido por perros, hay quienes les agrada el pescado crudo, hay quienes les encantan los caracoles, serpientes, etc. Muchos se extrañarían también de que en Canarias haya gente que endulza con azúcar las tortillas, los huevos fritos e incluso los potajes. Bien es verdad que se trata de exageraciones no generalizadas, pero lo que sí es generalizado es el gusto por todo lo dulce: la sidra achampañada tiene más éxito que el champán, la afición por los dulces o pasteles, la variedad y gusto por los postres... Todo ello es algo más destacado que en otros lugares.
Canarias, por otra parte, es la comunidad española de mayor proporción de diabéticos.
Como en todo, son varios los factores que pueden influir en ese gusto por lo dulce, pero el hecho de que durante un siglo, a partir de la conquista, dominara la caña de azúcar como cultivo básico canario, ha podido ser fundamental.
Podríamos señalar otras relaciones pero, a titulo de ejemplo, nos valen las señaladas.
PRECARIEDAD Y ADAPTACION
Canarias, «Islas Afortunadas» por su clima y paisaje, sabemos que es también tierra de volcanes, huracanes, piratas, langostas, etc... Y aquí no acaba todo... Es tierra de sed y muchas veces lo ha sido de hambre. Sabemos de la lucha del canario por dominar esa naturaleza volcánica y sedienta hasta llegar a cultivarla. Y aquí tampoco ha acabado todo, porque lo que en un siglo plantó de caña al siguiente tuvo que plantar de viñas y al siguiente de cochinilla y al siguiente de plátanos o tomate y al siguiente... Lo que la mayoría de los países cultiva tradicionalmente, durante siglos, se sigue manteniendo; mientras Canarias ha tenido que cambiar e irse adaptando a las nuevas situaciones. Las causas de los cambios han sido varias: la competencia de otros países (azúcar), entorpecimientos políticos centralistas (vino), desaparición de la demanda a causa de sustitución artificial (cochinilla). (En estos momentos, por cierto, se está poniendo en tela de juicio la continuidad del plátano.)
Todo ello supone dos cosas: la precariedad de la economía canaria y la capacidad de adaptación del canario para mantenerla.
¿Capacidad de empresa?
Que el canario es trabajador, que el canario es constante (aunque lento), parece que es generalmente admitido, pero lo que se suele considerar en este aspecto como negativo es su falta de iniciativa. ¿Es el canario un hombre de grandes empresas? En general, parece que no. Su esfuerzo se queda en conservar su situación o, todo lo más, en cautelosas empresas, pero no se encuentran en general hombres que hayan llevado a cabo planes ambiciosos o de envergadura.
Hemos reconocido su capacidad de flexibilidad o de adaptación, pero ello no implica capacidad de iniciativa para grandes empresas. Claro está que eso no quita para que haya gente emprendedora, pero en general no es lo frecuente.
|
Puerto de S/C. de La Palma. La iniciativa de los canarios se manifiesta, especialmente, cuando salen de su isla. T.P. |
La actitud es más de conservar que de emprender, de cautela que de riesgo, de pequeñas metas que de grandes aventuras.
Pero ya hemos hablado de ciertas diferencias entre isla y entre zonas dentro de una misma isla. La Palma, por ejemplo, a pesar de sus limitaciones, ha dado muchos hijos sobresalientes en todos los campos en cuanto a laboriosidad y a capacidad de empresa.
A más dependencia menos iniciativa
De todas las razones que pueden existir en la falta de iniciativa o incluso en la dejadez del canario, aquí sólo vamos a subrayar una: La falta de estimulo y de libertad, producto de un régimen de usurpación de bienes y de dependencia económica.
Es lógico que si un pueblo de pronto se ve privado de sus tierras y de su ganado, como el guanche, la reacción es de apatía e incluso de hostilidad, tal como sucedió. Si a eso se añade que durante siglos se establece un sistema de peonaje o de dependencia económica de tipo caciquil que va moldeando al pueblo en actitudes serviles y de anulación, se comprenderá la ausencia de empuje y de iniciativa en ese pueblo. De ahí que en las islas de señorío (Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro), las más pobres pero también las más aplastadas socialmente, son las que han tenido menos capacidad de empresa. |