Es un espacio protegido de categoría V, según la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y los Medios Naturales), gestionados principalmente para la protección del paisaje terrestre y para el recreo. Su finalidad es proteger los valores estéticos y culturales de zonas paisajísticas de gran importancia en la Isla, que necesitan una especial protección. Se han establecido 9 paisajes protegidos en Tenerife.

Paisaje Protegido de La Rambla de Castro

PP Rambla de Castro, con Puerto de la Cruz al fondo. (DM)

Este paisaje protegido esta compuesto por escarpados acantilados costeros que han sido originados por el apilamiento de coladas y su posterior desmantelamiento por erosión. Principalmente predominan los materiales basálticos de la Serie II, junto con algunas zonas de aglomerado y otras de depósitos sedimentarios. Destacan paisajísticamente los múltiples roques que se pueden encontrar junto a la costa, como los Roques del Burgado o el Roque del Camello. Culturalmente destacan algunas edificaciones como la Casona de los Castro (siglo XVI, antigua casa de la familia que era propietaria del lugar y de sus explotaciones), el fortín de San Fernando o la antigua estación de bombeo hidráulica ‘La Gordejuela’.

Existe una importante población de palmeras (Phoenix canariensis) de interés científico especial. Están acompañadas por tarajales (Tamarix canariensis), taginastes (Echium giganteum), orobales (Whitania aristata) y hierbamora (Bosea yerbamora).

Entre la fauna, podemos encontrar a el lagarto tizón (Gallotia gallotii), la lisa (Chalcides viridanus) o aves como la pardela cenicienta (Calonectris diomedea), que nidifica en las paredes de los acantilados e islotes.

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Paisaje Protegido de Las Lagunetas

Limita al sur con el Parque Natural de La Corona Forestal y al suroeste con el Paisaje Protegido de La Resbala. En su interior se encuentra la Reserva Natural Especial de Las Palomas. Consiste en un espacio montañoso de suaves laderas atravesadas por profundos barrancos, que forma parte de la dorsal de Pedro Gil. Predominan los basaltos y traquibasaltos de la Serie III, aunque también hay basaltos más antiguos de la Serie II y algunas manifestaciones sálicas.

PP de La Lagunetas. (DM)

Entre la vegetación destaca el monteverde y el pinar, tanto el natural como el de repoblación, y dentro de la flora, el mato blanco (Pericallis multiflora), que es único de este lugar.

Entre su fauna podemos encontrar invertebrados, principalmente representados por moluscos terrestres; y vertebrados como varios tipos de aves, entre los que están el pinzón azul (Fringilla teydea), el mirlo (Turdus merula cabrerae) o el canario (Serinus canario), entre otras.

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Paisaje Protegido del Barranco de Erques

PP del Barranco de Erques. (DM)

Este espacio incluye únicamente el tramo medio del barranco de Erques, ya que su cabecera esta incluida en el Parque Natural de La Corona Forestal, y su desembocadura se incluye en el Sitio de Interés Científico de Los Acantilados de Isorana. Separa a los municipios de Adeje y Guía de Isora, haciendo de delimitación administrativa natural. Tiene aproximadamente 13 km de longitud, formándose entre paredes de coladas basálticas y traquibasálticas de la Serie II.

En general, es un barranco estrecho y profundo, predominando en sus zonas más bajas y soleadas un interesante cardonal-tabaibal. En cotas más elevadas se da un matorral termófilo, representado por almácigos (Pistacia atlantica), sabinas (Juniperus turbinata canariensis), acebuches (Olea europaea cerasiformis) o moralitos (Rhamnus integrifolia), situados en zonas inaccesibles. Hay otras especies interesantes como la cerraja (Sonchus fauces-orci), el hinojo de risco (Bupleurum salicifolium), la salvia blanca (Sideritis soluta) o el rosalito (Bencomia caudata).

Su fauna es variada, destacando las rapaces que hacen sus nidos en las abruptas paredes, como el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus), el ratonero común o ‘aguililla’ (Buteo buteo insularum), la lechuza común o ‘coruja’ (Tyto alba) o el búho chico (Asio otus). También se pueden encontrar aquí a los murciélagos montañero y rabudo (Hypsugo savii y Tadarida teniotis).

Culturalmente destacan algunos yacimientos arqueológicos que se han descubierto, bancales de cultivo abandonados, algunas galerías y restos de antiguos caminos empedrados.

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Paisaje Protegido de Las Siete Lomas

Este Espacio Natural Protegido se sitúa en el Valle de Güímar, y se encuentra atravesado por profundos barrancos que se extienden desde la cumbre hasta el mar. Éstos, cortan perpendicularmente el terreno, permitiendo que sobresalgan siete pequeñas lomas. Está formado principalmente por coladas basálticas de la Serie III, aunque también se dan depósitos de pumitas de las Series II y III, y basaltos más antiguos de la Serie II. Todos estos materiales se han puesto al descubierto por erosión, aunque existen algunos muy recientes donde aún no ha podido actuar. Son los pertenecientes a las erupciones de Media Montaña (Serie IV) y del volcán de las Arenas o de Arafo (1705). A esta última pertenecen las coladas que se pueden apreciar en el Valle, entre los pueblos de Arafo y Güímar.

PP de las Siete Lomas. (AA)

Se trata de una zona agrícola, donde predominan los cultivos de autoabastecimiento con plantaciones de papas, viñas y árboles frutales. En las coladas hay una interesante comunidad de líquenes, que constituyen el primer paso para la formación de suelo. Están acompañados en algunos lugares por ejemplares de pinos (Pinus canariensis) y de vinagreras (Rumex lunaria), que colaboran en la colonización. Sin embargo, en las zonas más escarpadas, lo que se dan son ejemplares de bosque termófilo y alguna especie amenazada, como la col de risco (Crambe arborea).

La fauna característica de este lugar son los invertebrados ligados a las coladas recientes, y algún ave rapaz como el cernícalo vulgar (Falco tinnunculus) o el ratonero común o ‘aguililla’ (Buteo buteo insularum).

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Paisaje Protegido de Ifonche

Este espacio limita al norte con el Parque Natural de La Corona Forestal y al oeste, con la Reserva Natural Especial del Barranco del Infierno. Se trata de un paisaje de medianías del sur de Tenerife, en el que se mezclan elementos naturales como conos volcánicos, y antrópicos como caseríos dispersos o cultivos en arenados (cubiertos de pumitas o ‘zahorra’ para retener la humedad). Es una zona en la que se intercalan materiales volcánicos de diferentes épocas y naturaleza. Está rodeado por conos, roques y coladas que cubren toda la superficie, creando un paisaje singular y fértil que el hombre ha sabido aprovechar. Cabe destacar el Roque de Imoque, el de Los Brezos y los escarpes cercanos del Barranco del Infierno.

PP de Ifonche. (GOBCAN)

En cuanto a la vegetación, destaca el pinar y poblaciones de maravilla (Calendula arvensis), propias de cultivos abandonados o en barbecho.
La fauna característica está compuesta por varios endemismos de mariposas, y por un número importante de aves autóctonas que llegan a nidificar en la zona.

Culturalmente, Ifonche destaca por sus valores etnográficos, con construcciones vinculadas al mundo rural. Algunas de estas pueden ser algunas casas tradicionales de piedra, canalizaciones de agua o ‘atarjeas’, galerías, bancales o la popular ‘era de piedra’, construcción circular de piedra donde se trillaba el trigo para obtener el grano.

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Paisaje Protegido de los Acantilados de La Culata

Este Paisaje Protegido limita por el oeste con el Parque Rural de Teno e incluye al Sitio de Interés Científico de Interián. Se trata de una zona de acantilados antiguos (Series II y III), formado por el apilamiento sucesivo de diferentes coladas lávicas. En su mayor, han quedado alejados del mar por emisiones posteriores (Series III y IV) que suavizaron el terreno. Entre sus materiales se dan tanto los basaltos como los traquibasaltos, aunque hay zonas de coladas traquíticas y fonolíticas.

PP de los Acantilados de La Culata. (DM)

La vegetación en la zona es abundante, pudiéndose encontrar restos de bosques termófilos de interés científico, con representantes como el almácigo (Pistacia atlantica), la ruda salvaje (Ruta pinnata) o la higuereta (Navaea phoenicea). Asociado a las coladas históricas recientes, existe una importante comunidad de líquenes; pero el hecho más llamativo, lo constituye la presencia en algunos lugares de restos de monteverde canario. Este bosque, que en el pasado llegó a ocupar mucha mayor extensión que la actual, está representado por el barbusano (Apollonias barbujana).

Entre la fauna destacan varias especies de murciélagos, el nóctulo (Nyctalus leisleri), el rabudo (Tadarida teniotis) y el murciélago de Madeira (Pipistrelus maderensis). También hay algunas aves como la curruca cabecinegra (Sylvia melanocephala) y rapaces como el ratonero común o ‘aguililla’ (Buteo buteo insularum).

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Paisaje Protegido de Los Campeches, Tigaiga y Ruíz

Paisaje muy abrupto, de gran belleza y singularidad que cierra el Valle de La Orotava por el oeste y limita al sur con el Parque Natural de la Corona Forestal. Incluye en su interior el Sitio de Interés Científico del Barranco de Ruiz y los acantilados costeros de El Terrero, que pueden alcanzar en algunos puntos más de 500 m de altura.

La vegetación es muy diversa, con una elevada presencia de endemismos. En las zonas bajas predominan las especies rupícolas y el cardonal-tabaibal. A medida que se asciende en altitud aparece el monteverde, y por encima el pino canario (Pinus canariensis) y el pino de California o pino insigne (Pinus radiata). En el cauce del Barranco de Ruiz, los sauces (Salix canariensis) son las especies más representativas.

Ladera de Tigaiga, en el PP de Los Campeches, Tigaiga y Ruíz. (DM)

En Icod el alto y en los Campeches pueden verse un paisaje más agrario, formado por algunos caseríos dispersos y parcelas de cultivo que alberga el lugar.

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Paisaje Protegido de La Resbala

Este Paisaje Protegido se encuentra ocupando la Ladera de La Florida y parte de las medianías del Valle de La Orotava. Su formación geológica tiene que ver con los procesos volcánicos que generaron la Dorsal de Pedro Gil.

PP de la Resbala. (DM)

La mitad sur de la zona constituye aún un paisaje conservado, con especies rupícolas endémicas de gran valor, así como tabaibas salvaje (Euphorbia regis-jubae) y, a cotas superiores, eucaliptos (Eucaliptos sp.) y castaños (Castanea sativa). La mitad norte ha sido transformada, quedando un paisaje de eminente carácter rural. Dentro de este sector se haya la Reserva Natural Integral de Pinoleris, que tiene la consideración de Área de Sensibilidad Ecológica.

Entre la fauna destaca la presencia de las dos palomas endémicas de la laurisilva, la rabiche y la turqué (C. junionae y C. bolii), así como de otras aves. También hay presencia de algunas rapaz como el gavilán (Accipiter nisus).

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Paisaje Protegido de Costa de Acentejo

Es un impactante paisaje costero formado por grandes acantilados, que en ocasiones se ven suavizados por la presencia de taludes de derrubios o por plataformas lávicas que han ganado terreno al mar. En ciertos lugares, estos acantilados se ven interrumpidos por la desembocadura de algunos barrancos. Dentro del Paisaje Protegido también hay algunas playas interesantes de arena negra, como la de Los Patos o La Garañona.
Entre las especies vegetales predominan las rupícolas, y otras especies como el cabezón (Cheirolophus webbianus), un tipo de chahorra (Sideritis kuegleriana) y siemprevivas (Limonium imbricatum y L.arborescens).
Con respecto a la fauna, cabe destacar la presencia de aves marinas que nidifican en la zona, como el petrel de Bulwer (Bulweria bulwerii) y las pardelas chica y cenicienta (Puffinus assimilis y Calonectris diomedea).

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