La fauna marina de Tenerife, se caracteriza por tener ecosistemas con especies biológicas variadas, pero con escasos endemismos. Esto ocurre, generalmente, en todo el Archipiélago, debido a un conjunto de factores geográficos y ambientales que permiten el asentamiento de especies originales pero no endémicas de la región.

Entre otros aspectos, destaca la influencia de la corriente fría de Canarias, que mantiene una temperatura más baja de la habitual para su latitud, y que “es responsable del continuo aporte de material genético (larvas y todo tipo de organismos), que impide la diversificación y evolución en un medio tan uniforme”.

La fauna marina depende de la luz como fuente de energía, que es el factor fundamental en el proceso de la producción primaria de los vegetales y, como consecuencia, será el que repercutirá en la producción secundaria de los animales. Tenerife cuenta con una pequeña plataforma costera que llega hasta los 50 m de profundidad, que es la zona donde aún pueden desarrollarse los fotoproductores de fondo, las algas y las fanerógamas. Por eso la producción marina en Tenerife se ve influida por la extensión del tamaño de su plataforma insular.

También hay que tener en cuenta que las aguas oceánicas que rodean la Isla son pobres en nutrientes, lo que hace que las especies sean muy vulnerables a los cambios producidos por las alteraciones, como la sobreexplotación.

Por la uniformidad de fauna marina en las Islas, remitimos desde aquí al apartado general de Fauna_Marina_de_Canarias, aunque citaremos algunas particularidades insulares dignas de mención.

Calderones tropicales frente a la costa oeste de Tenerife. (AMPCIT)

Dentro de los mamíferos marinos cabe citar para Tenerife, la presencia del calderón tropical (Globicephala macrorhynchus), cuyo nombre se debe a la protuberancia que tiene en la cabeza, que en los machos llega a ser muy grande. En esta zona del cuerpo es donde se supone que tienen el mecanismo que les sirve para cazar, una especie de sonar con el que detectan a Madre e hijo de calderón tropical. (AMPCIT) sus presas favoritas, los cefalópodos. Suelen medir 4-5 m de longitud, con un peso aproximado de 3 toneladas. En el sur de la Isla, frente a la costa de Los Cristianos, se encuentra una importante población de estos mamíferos, que suelen estar formando pequeños grupos madre e hijos. Se supone que el motivo de su presencia aquí, es la ideal temperatura del agua y la abundante comida de la que disponen. Popularmente son conocidos como ‘ballenas piloto’, y actualmente están amenazados por la excesiva presencia de barcos turísticos que se acercan para su observación.

Otro impresionante mamífero marino que habita en los fondos de la Isla, es el cachalote común (Physeter macrocephalus). Se cree que hay una población estable entre Tenerife y Gran Canaria, donde se les ha observado con bastante frecuencia. El macho puede alcanzar los 19 m de longitud y 40 toneladas de peso, y la hembra los 15 m y 25 toneladas. Lo más impactante de este enorme animal, es que puede sumergirse hasta los 3.000 m de profundidad para cazar calamares gigantes, su habitual comida; permaneciendo hasta 2 horas sumergido sin salir a superficie para respirar. También se le atribuye una especie de sonar situado en la cabeza, con el que detectan a sus presas en la más absoluta oscuridad del fondo oceánico.

Otros mamíferos muy conocidos de los mares, son los delfines. En Tenerife hay tres especies presentes: delfín común (Delphinus delphis), delfín mular (Tursiops truncatus) y delfín moteado (Stenella frontalis).

El delfín común es el de mayor presencia en todo el Archipiélago. Pueden llegar a medir 2.5 m de longitud, y se suelen encontrar en numerosos grupos nadando a gran velocidad, incluso delante de algunos barcos. Desgraciadamente también son los que más se encuentran varados, por el aumento de contaminantes en el mar o atrapados accidentalmente en redes de pescadores.

También se cree que el delfín mular o ‘tonina’ tiene poblaciones estables en la Isla, fundamentalmente en el oeste, frente a los acantilados de Los Gigantes. Se suelen encontrar en grupos de treinta individuos, llegando a medir el macho 3,5 m de longitud y la hembra 3 m.

Delfín mular. (AMPCIT)

El delfín moteado solo ha sido visto en Canarias en todo el territorio español. La ‘golfera’, como también es conocido, es una especie eminentemente oceánica que se suele apreciar nadando velozmente dando saltos, como a otras especies. Se aproxima muy pocas veces a las costas abruptas de la Isla, como en los acantilados de Los Gigantes, donde se suele observar.

Cabe citar también por su representatividad en las aguas que rodean la Isla, a la tortuga boba (Caretta caretta), aunque es frecuente en todo el Archipiélago y en otras zonas del Mundo. Es la tortuga más abundante, observándose sobre todo en los meses de verano. Su dieta está compuesta por medusas, peces, crustáceos y moluscos, y en muchas ocasiones, queda atrapada entre las redes de pescadores, uno de sus mayores amenazas.

Uno de los peces más populares es el chicharro (Trachurus picturatus), especie que habita en aguas tanto superficiales y cercanas a la costa, como a unos 250 m de profundidad. Se suele observar en grandes grupos, incluso mezclado con otras especies como bogas o sardinas. También es conocido como jurel de altura.

Su popularidad proviene del gentilicio por el que se conoce históricamente a los habitantes de Santa Cruz de Tenerife, ‘chicharreros’. Tiene su origen en el término despectivo por el que los habitantes de La Laguna (antigua capital hasta el siglo XIX) conocían a los de Santa Cruz, que por aquel entonces era un pequeño puerto y pueblo de pescadores. Estaba constituida por humildes familias que debido a su situación, solían comer chicharros, popular pescado pequeño y barato de no demasiada calidad. Con el tiempo, se aceptó este término con orgullo entre los habitantes de la actual capital, incluso llegándose a utilizar para hacer referencia a todos los habitantes de la Isla.

Tortuga boba. (AMPCIT)