De manera similar a la agricultura, la estructura ganadera presenta dos tipos de explotaciones: la ganadería intensiva y la ganadería tradicional.

La ganadería intensiva se localiza normalmente en la franja costera. Tiene un claro carácter empresarial, con un nivel tecnológico mucho mayor que las explotaciones de ganadería tradicional. Las principales granjas de este tipo son las de bovino, porcino, aves y conejos, y suelen predominar las especies foráneas, mucho más productivas en estos casos.

La ganadería tradicional se localiza en su mayor parte en las medianías, aunque también existen en la costa, y se estructura en explotaciones de tipo familiar. Se caracteriza por un limitado número de cabezas de ganado, donde la alimentación del mismo se vincula, casi siempre, a la actividad agrícola y a los recursos forrajeros locales, complementando su dieta con algunos piensos.

La ganadería tradicional todavía sobrevive en puntos de las medianías. (TB)

La infraestructura de este tipo de ganadería es bastante precaria, generalmente un establo en las cercanías del domicilio familiar o de la finca, donde suelen convivir varias especies en la misma explotación. No existe mecanización y la mayor parte de las actividades se realizan de manera artesana.

Suelen predominar las razas autóctonas en el caso del ovino, caprino y, en muchas ocasiones, del bovino, con la presencia de la vaca del país. Este ganado se orienta a la obtención de leche, bien para su transformación in situ en queso artesano con leche cruda, bien para su venta a alguna de las industrias insulares. Cuando estas explotaciones se localizan en la medianía, junto a las cabras y ovejas, es habitual mantener algunas vacas que den continuidad a la producción de leche para el queso durante la estación seca. En la costa, los ganados de cabras pueden incluir ovejas que proporcionen cremosidad a los quesos.

En las pequeñas explotaciones de aves y conejos se prefieren variedades más productivas, marginando a las locales. En el caso del cerdo, existe el intento de recuperación del cochino negro canario, variedad de indudable valor gastronómico y cultural.

Independientemente del tipo de ganadería existente, los principales ganados de la Isla son: el caprino, ovino, porcino, vacuno y las granjas de aves y conejos.

Número de cabezas de ganado en Gran Canaria y Canarias

Fuente: Informe anual del CES (2005-2006) y elaboración propia.

Las cabras son el ganado con más número de cabezas en la Isla (más de 120 mil). Están repartidas en su mayoría por los municipios de Agüimes, Ingenio, San Bartolomé, San Nicolás, Santa Lucía y Telde. Normalmente, se trata de explotaciones de pequeño tamaño, ya sean ‘de suelta’ o estabuladas, con menos de cincuenta cabras. Son instalaciones poco modernizadas y donde predomina la raza autóctona, quizás la de mayor número sea la canaria o majorera. La dimensión cultural de este tipo de ganado en las islas es importante, con gran valor etnológico e, incluso, culinario. El baifo y la carne de cabra se han convertido en platos típicos de la región, muy apreciados por los isleños.

La cabaña ovina presenta una ligera tendencia ascendente en la Isla. Se trata de explotaciones poco tecnificadas y donde predomina la oveja canaria. Al igual que las cabras, este tipo de ganado tiene un peso etnográfico importante. Las aportaciones culturales de mayor relevancia son fruto del pastoreo y la trashumancia, tales como el manejo de los ecosistemas tradicionales.

En los últimos años, en la Isla se ha producido un cierto incremento del número de explotaciones de ganado vacuno, muy importantes en la Isla, ya en ella se encuentran el 97% de las cabezas de la provincia y el 61% del total de Canarias. La mayoría son de pequeño tamaño, menos de veinte cabezas de ganado, y concentran a cerca de la mitad del vacuno insular. Una parte importante de estas vacas se destinan a la obtención de leche, mientras que la producción cárnica queda en segundo plano. No obstante, de manera similar al Archipiélago y a pesar del aumento de explotaciones, el número de cabezas de ganado ha descendido ligeramente en los últimos años.

La cabaña porcina en Gran Canaria está formada por animales híbridos de razas foráneas y muy productivas, a los que se une la raza canaria de cochino negro, que se encuentra actualmente en proceso de recuperación. En la isla de Gran Canaria, esta cabaña suponía en 2003 el 40% del total de Canarias, pero su número ha descendido a la mitad en sólo dos años, por lo que ahora sólo representa el 23%. Este tipo de ganadería está orientada exclusivamente a la explotación cárnica, representando el 37% de la producción de carne en la Isla. Existen diversos tipos de explotaciones, unos sistemas intensivos y estructuras modernas conviven con pequeñas ganaderías, que son mayoritarias en número pero no en animales. El trabajo de recuperación de razas autóctonas comienza a dar su fruto. A pesar de ello, estas explotaciones de cochino negro canario suelen ser de tipo complementario a otras actividades y orientadas al autoconsumo.

Las granjas de aves y conejos suelen estar compuestas por especies de altos rendimientos, normalmente en explotaciones intensivas. También existen pequeñas explotaciones de tipo familiar para el consumo doméstico situadas en los alrededores de núcleos rurales. Se trata de unos ganados (el avícola y el cunícula) más estables que los anteriores, que representan el 93% con relación a la provincia de Las Palmas de GC (aunque el canícula ha descendido ligeramente).

La apicultura tiene una gran tradición en la Isla. (MC)

Por último, citar la apicultura. Considerado todo un arte, es una actividad con gran tradición en la Isla y en Canarias. Incluso, el Archipiélago cuenta con una raza autóctona propia, la abeja negra canaria. Se trata de explotaciones de tipo familiar que, dependiendo de la época del año, pueden variar de ubicación en busca de la flor de temporada. El resultado es una gran variedad de tipos de miel debido a la diversidad de pisos vegetales y de flora.